jueves, 18 de octubre de 2007

Luz! (que trata sobre una breve reflexión sobre la energía)

Tal día como hoy pero en 1931 fallece Thomas Alva Edison, tal vez uno de los inventores con más solera de los tiempos modernos y que ha merecido mayor atención popular. Casi todo el mundo lo asocia con la bombilla, aunque fue Goebel el primero - 30 años antes - en fabricar la lámpara incandescente, con un filamento de bambú carbonizado.

Como científico de curiosidad imparable, tenía muchas aficiones y sus aportaciones abarcaron muchos campos como el de la cinematografía (en su guerra de patentes con los hermanos Lumière), pero tal vez fue el descubrimiento del efecto Edison - aplicado en el campo de la electrónica y la válvula de radio - uno de sus resultados más caprichosos, ya que se tardó mucho en conocer el verdadero alcance del descubrimiento.

Como fundador de la General Electric, tenía en nómina a decenas de ingenieros; eso significa que tal vez muchos de los inventos patentados por él pudieron ser desarrollados con la ayuda de otros. Pero el mérito de conseguir transformar la actividad casual de inventar en toda una industria es exclusivamente suyo.

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La razón por la que pongo esto es que últimamente estoy desarrollando una pseudo-conciencia paralela acerca del uso y dependencia de la energía y los combustibles en el mundo. Merece entrada aparte el tema de la gasolina - y la tendrá - pero hoy me gustaría centrarme exclusivamente en poner por escrito una breve reflexión sobre hasta qué punto estamos a merced del watio en nuestro país y en el resto del planeta.

España importa el 77% de la energía que consume, principalmente petróleo (claro) y gas. La media de la Unión Europea es inferior, pero tampoco para tirar cohetes (un 50%). También tenemos energía nuclear, esa que tanto rechazo popular tiene y la que históricamente menos ha contaminado el ambiente a excepción de las energías renovables. Como en España hace viento, tenemos el segundo parque eólico más grande del mundo. Y aún así, junto con la energía solar y la hidráulica, apenas sirve para abastecer el 6% del total.

Pero eso son solamente cifras. Imaginad por un momento un día sin corriente, sin luz. No solamente se acorta el tiempo útil de vida social, simplemente no conoceríamos nada tal y como lo tenemos ahora. No hay televisión, microondas, nevera... no hay teléfono (tienes teléfono si se va la luz en tu casa, porque no depende de los 220V, pero tu Domo o tu Famitel sí que lo hacen), no hay surtidores de gasolina. No hay nada.

Un amigo del colegio, Ricardo P., solía venir en bici hasta casa cuando éramos pequeños. Ricardo tenía una dinamo puesta en la rueda delantera que le proporcionaba corriente a la luz para mejor visibilidad nocturna. Hoy nadie usa una dinamo, simplemente compramos esa energía y la almacenamos en pilas desechables y las bombillas son de tipo LED. Una fuente de energía renovable, barata (la fuerza de las piernas) contra un gasto. Escogemos gastar.

En mi propia casa despilfarro un montón de energía, un pequeño pinchazo más que le meto al planeta. Mis duchas no són de 5 minutos porque soy un pez y me encanta el agua caliente. En la Palma había llegado a vaciar los 150 litros del termo. Ahora incluso tengo agua caliente "infinita", ya que voy con gas ciudad y un calentador aparte. No apago la tele desde el aparato, sino que lo hago desde el mando a distancia (así el televisor se enciende 10 segundos antes), consumiendo algunos watios a la hora para nada. Uso bombillas de bajo consumo que compré en Ikea, no obstante, aunque me dejo abierta la luz de la entrada muchas noches - incandescente -, luz que es de las de antes porque su color me gusta más. Dejo SIEMPRE mi ordenador encendido, aunque no esté descargando nada. Por las buenas. Y antes dejábamos la calefacción todo el día encendida (pagando facturas de hasta 400 euros) para encontrar la casa calentita al llegar. No nos íbamos a tapar con una manta, coño, en invierno hay que ir en manga corta como si fuera verano.

Sinceramente, cuando me pongo a pensarlo me siento mal. No es ya la clásica reflexión sobre el combustible - que llegará, insisto - sino que simplemente me doy cuenta de que realmente hay muchos hábitos de los que paso... y no debería pasar. Igual es que me hago mayor... pero no mejor persona, porque el hecho de que reconozca que lo hago mal no arregla por sí solo ninguna de mis actuaciones.

Dicen que el total es lo que cuenta. Yo me comprometo a partir de hoy a ponerme un tope máximo de tiempo en la ducha, apagar la tele por su interruptor y desconectar el ordenador si no lo necesito. Y también a progresivamente tratar de concienciarme al respecto.

Quiero mejorar. Quiero evolucionar. Aunque sea en un 0,00001%. Algo es algo.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola, creo que todo el mundo (incluido yo) tendría que tomar conciencia de lo importante que es ahorrar energia, pero como es relativamente barata para nuestros bolsillos no escatimamos en desoperdiciarla.
Gracias a nuestra dejadez nos estamos cargando el planeta porque somos egoistas y solo pensamos en nuestro placer momentaneo sin pensar a largo plazo pero yo me propongo utilizar correctamente la calefaccion este invierno y el uso racional del coche.
Sldos. Jordi.

Motenai dijo...

Sí, el coche merece entrada propia, no crees? Especialmente la gasolina, claro, existiendo como hay alternativas mucho más económicas y viables - el hidrógeno, por ejemplo.

Pero en fin, estoy de acuerdo, yo también debería utilizar menos el coche...

Anónimo dijo...

Si, efectivamente Sergi, el coche es un mundo aparte en nuestra vida y en el planeta pero los gobiernos no colaboran en que contaminemos todos con nuestros coches estimulando a los fabricantes con verdaderos coches ecologicos con pila de hidrógeno o lo que sea, estamos todos engañados y enganchados a un sistema de consumo insostenible pero bueno.

Sldos. Jordi.

Anabel dijo...

A Dios pongo por testigo que nunca más comeré Pezquiñes!!!:-)