miércoles, 24 de octubre de 2007

Un breve añadido... (que trata sobre, supongo, las vicisitudes de haber vivido en un pueblo pequeño)

No es habitual que escriba dos entradas en el mismo día, pero estas son las clásicas cosas que me apetece recordar y, aunque no estoy de mala ostia, sí que me producen cierta molestia y quiero dejarme constancia.

Ayer mi madre fue a la peluquería donde va siempre, en La Palma. Mientras tenía el tinte en la cabeza y con varios testigos presenciales, se le acercó una mujer preguntándole si era o no era efectivamente mi madre y si conocía o no el nombre de la que ha sido por tantos años mi suegra, por lo visto una "íntima amiga" con la que "acostumbra a ir a tomar café a menudo". Al responder afirmativamente, trató de saber quién la interrogaba... sin conseguir que se identificara.

Acto seguido, dicha persona procedió a recriminarle a mi madre el "gran daño" que yo había causado a esa persona, que si se daba cuenta del "grave perjuicio" que le producía el hecho de que hubiera decidido divorciarme de su hija y que incluso por mi culpa "había bajado mucho peso". Como expliqué hace días, yo soy herencia de mi madre pero no mi madre en persona. Si funciona hacia abajo, digo yo que funciona también hacia arriba. Por lo tanto y ante esta circunstancia, solamente cabían dos preguntas: "¿Y a usted qué le importa?" o tal vez "¿Y a mi qué me cuenta?". En su lugar, mi madre se limitó a volver a preguntar el nombre de aquella mujer mientras la gente, en la peluquería, supongo que debía estar alucinando. No obtuvo respuesta. Y es una lástima, porque de haberlo sabido hoy hubiese ido yo a decirle cuatro tonterías en el mismo tono.

Una de las cosas por las que más se me ha criticado ha sido por el hecho de escribir aquí cierta información, incluso de usar nombres propios - cosa que ya no hago - en un medio que está "abierto a todos los públicos". Ignoro cual es la política de 'gestión de la información' que otros consideran adecuada seguir, pero no puedo evitar preguntarme el qué, cómo, cuándo y a quién se cuentan las cosas... visto que cierta gente se dedica a acosar a mi madre en un lugar público y delante de otra gente. Si estas son las vicisitudes que tiene vivir en un pueblo, me alegro de no vivir más allí.

A mi me ha pasado otras veces, así que sin reparos puedo decir que "por la boca muere el pez" y quedarme tan ancho. En cualquier caso, estoy convencido que a pesar de haber publicado en esta página tantas y tantas cosas personales que afectaban a tanta y tanta gente, jamás nadie de la que ha sido mi família política se ha tenido que ver en circunstancias como la que ahora está empezando a enervarme. Y espero, por el bien de todos, que sea la última vez que suceda. Porque aunque no tenga la mejor relación con mi madre, solamente la toco yo. YO y nadie más, que quede bien clarito. Y devastaré si me entero de que un evento de estas características vuelve a repetirse. Y esto no es una amenaza: es una promesa.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Sergi, estas cosas suceden y son dolorosas pero mucha gente no piensa antes de abrir la boca, no saben el daño que pueden hacer con unas pocas palabras, recriminarle algo tuyo a tu madre es muy bajo, tu ya tienes edad para que te lo recriminen a ti directamente y tu ya optarás por responder o no pero claro el daño ya esta hecho.
Yo tengo algun familiar tambien bocazas y mas de una vez casi le rompo la cara pero al final mi talante pacifico me lo impide.
Tu siempre rema para delante y no mires para atras.
Sldos. Jordi.

GENocideFJS dijo...

Comprendo tu indignación, Mote, pero trata de tranquilizarte. Me dirás que como no soy yo el que está en el caso es normal que te pida tranquilidad, pero bueno.
Aquí estamos.

Anabel dijo...

¿Realmente crees vale la pena entrar a ese tipo de provocaciones?

Recuerda, no hay mayor desprecio que el no aprecio.

Motenai dijo...

Esta última frase me mola. Me la quedo xD