miércoles, 30 de abril de 2008

¡Sí, señor! (que trata sobre la edad, de forma amarga)

Estando en el vestuario del club antes de haber jugado (y ganado) un set a tenis con mi compañero de fatigas Manel, entró un niño. Desde fuera, una voz le instaba a comprobar si dentro del susodicho vestuario se encontraba su padre.

"¿Está mi padre?"

- No, no está. Hay otro señor.

¿Perdón? ¿Cómo que otro "señor"? Vamos a ver, niño tonto, hay otra persona, otro hombre, otro chico grandote. Pero no otro SEÑOR, comemocos de mierda.

¿Qué significa, otro "señor"? ¿Es que acaso soy ya un señor? Mira, no quiero ni pensarlo. Es la primera vez que, de forma informal, se refieren a mí en estos términos. Y no, no me gusta.

Tuve que rápidamente llamar a Gemma y contárselo, y debo admitir que no perdió ocasión para dirigirme (y de paso apuñalar) a su hermana, que según ella "había sufrido este tipo de comentarios desde toda la vida, que siempre la han confundido con mi madre". Chúpate esa con la little sister, cuando la dejas suelta no respeta ni a la familia xD Debo decir, y sin ningún ánimo de peloteo hacia la hermanísima Carme, que NO APARENTA ser su madre ni de coña, apenas la hermana mayor y porque muestra en sus ojos una mirada de experiencia que la ingenua Gemma no tiene.

Mònica admitió "no acordarse" de si alguna vez le había pasado algo similar. Mentira cochina, porque cuando te pasa te acuerdas fijo. Meri dijo que, desde que estuvo embarazada, siempre fue señora. Eso debe hacer rabia, teniendo aspecto juvenil.

Manel intentó calmarme los ánimos: "El otro día estaba peloteando con Ferràn (que tiene 30 años) y dos chavales de la escuela de tenis nos dijeron: mira cómo le pegan estos abuelos! Así que tranquilo, que te traten de señor es un mal menor".

No, no es un mal menor.

martes, 29 de abril de 2008

Fama y el e-penis (que trata sobre dos cosas distintas pero de las que vale la pena hablar)

Hoy, dos temas que no quiero que queden en el tintero.

El primero, el pseudo-reality de baile que terminó ayer en la cadena Cuatro y de nombre "Fama". Lo que al principio me pareció un concurso simpático, ayer me lo dejó de parecer. Cuando lo emitían al mediodía tenía un pase, no interfería con las emisiones convencionales y satisfacía al público de la sobremesa, que se debatía entre seguir las evoluciones de la fea Bea o las piruetas de los danzarines de la cadena del grupo Prisa.

Pero, de repente, se dieron cuenta de que esto tenía tirón. Y empezaron a hacer galas tipo Operación Triunfo. Así que salimos de uno a otro: Tú sí que vales, Tienes talento, Operación Triunfo, Fama... Ayer acabé hasta la polla de Fama, sinceramente. No solamente porque interfiere con el visionado de Aída o CSI, sino porque era un nunca acabar. La última cosa por la noche y la primera en la mañana al día siguiente, como si además no hubiera otro tema de conversación en la oficina. Menos mal que ya está, aunque amenazan con los especiales, conciertos, etc. Qué cansinos, por Dios. Y además ahora viene OT, el otro concurso de insoportables que no me pienso tragar. Quiero volver a mi CSI, a mi House... Y eso que ayer echaban capítulos nuevos... Quede claro que si lo he visto es porque he querido, las cosas claras, pero por H o por B, estoy absolutamente saturado de famas, de OTs y de su puta madre.

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La otra cosa que quería citar hoy es un concepto muy curioso que existe en internet, especialmente entre el público masculino. De todos es sabido que tanto dentro como fuera de la red, muchos hombres equiparan su valía, su estatus o su capacidad con la longitud y/o tamaño real de su pene. Yo esto y lo otro porque la tengo descomunal, que no se diga.

Pues bien, como en la red es más jodido esto de vacilar genitalmente se ha desarrollado el concepto de e-pene (e-penis), o sea, pene electrónico. Se aplica a aquella gente que, en internet, gusta de vacilar de aquellas cosas propias de la red o que se creen importantes por supuestamente ser alguien en ella. De estas personas, se suele decir que les gusta alardear de su e-pene.

Por ejemplo, "no, es que yo soy miembro de aquella web privada privadísima a la que nadie puede acceder y tal..." Sí, ok, +383 puntos de longitud de e-pene. "Bueno, es que yo en la red ligo que te cagas porque tengo chorrocientas visualizaciones de mi perfil de myspace..." ... +815 e-penis points. Ojo, también es aplicable al género femenino, eh? "Es que mi blog lo leen tropemil personas al día y tal y soy una starlette, que hago videos de karaoke y medio en bolas" ... +1315 en la longitud virtual de pene, bueno, o de lo que sea.

No hay nada más español ni más castizo que creer tener los huevos (o la polla) más grandes de todos. Supongo que en internet, un medio global que anonimiza a gran velocidad, la gente tiene una necesidad todavía mayor de superar la rancia media nacional. Aunque yo calculo, así a ojo, que la longitud media el e-pene, en España, debe superar los 30 centímetros. De largo.

lunes, 28 de abril de 2008

Inauguración de la cosecha (que trata sobre pasarlo bien en zonas... inesperadas)

Históricamente, la playa y yo no nos llevamos bien. Por varios motivos, pero entre ellos destaca el color de mi piel; Gemma suele decir que soy blanco, heterosexual, empresario... pero la realidad es que lo correcto sería decir MUY blanco, heterosexual... pero sin ninguna connotación racista. Soy una especie de Andrés Iniesta, tengo un tono de piel "aristocrático".

Eso significa que cuando me voy a la playa y me saco la camiseta, al margen de impresionar al público femenino que haya en los alrededores (cof cof), me quemo ipso-facto. Debo ser medio inglés o medio alemán. Con lo poco que me gusta el marisco y es tocarme el sol y me convierto en una gamba. Manda huevos.

Este sábado hubo playa, pero nada de las 12 de la mañana, no. A las 6 de la tarde fue la hora a la que se aparcaba el coche, plantando en la arena una toalla y un pareo que hicieron las veces de mesa para el trivial (derrota inclusive para un servidor). Tuve el valor de quedarme solamente con el bañador para impresionar a las turistas y, tras media hora con el sol de las 6 de la tarde, me tuve que volver a vestir porque ya notaba cierto picor en la espalda. Boh.

Menos mal que por la noche, en una cena informal con unos amigos ajenos, pude recuperar fuerzas a base de degustar una exquisita selección de mis manjares favoritos: sepia, chanquete, escalivada, pescaíto frito y unos buenos quesos para acompañar. Qué delicia. Que al día siguiente estaba que me comía un toro, vamos, con cuernos y todo.

El domingo no fue nada bien, deportivamente hablando. Visto el ayuno involuntario ramadaniense del día anterior, tuve un montón de problemas para mantenerme en pie en un set (J. Cano, al que gané en el Tie-Break O_o). Posteriormente, crédito a Nadal por deshacerse de Federer en straight sets 7-5 / 7-5, demostrando una vez más que es tan injusto que Federer no haya ganado Roland Garros como que Rafa no haya sido número 1 del mundo. El Barça de baloncesto ya había perdido con el Madrid y Alonso, por el que últimamente se me han despertado algunas simpatías (junto con Nadal y Almagro, eso sí que también me sorprende) rompió el motor del Laguna trucado con el que le hacen correr los grandes premios. Y el Betis perdió, chúpate esa, para acabarlo de redondear.

Tuve un finde de pruebas baloncestiles, como dije viernes, de batallas napoleónicas y también de GTA4, el nuevo titulazo de Rockstar, que engancha como pocos. Tengo pendiente acabar mi exposición sobre los EUA, pero hoy estoy muy cansado - apenas dormí 4 horas - y la terminaré mañana. Me apetecería jugar una horita y media a tenis hoy, a ver si recupero sensaciones con mi primer servicio.

Por cierto, ayer pedazo de revival telefónico con Gemma y los BSB. Qué tiempos aquellos! I want it that way!

viernes, 25 de abril de 2008

Formas, empatía, salidas nocturnas e ilusión aplicada al entretenimiento (que trata sobre... buff... muchas cosas)

Tarde-noche de un viernes y aquí estoy, delante de un ordenador y escribiendo la entrada de hoy, que en principio había pensado versar sobre algo completamente distinto de lo que en realidad va a tratar esta. Dejo a la mitad, y lo retomaré apenas termine de escribir y tras engullir cualquier sub-producto a modo de cena, la apasionante historia de los Estados Unidos de América, sobre los cuales estoy confeccionando una breve síntesis que abarcará buena parte del siglo XIX. Muy interesante, el profundizar sobre el por qué los USA son hoy lo que son, pero alguien podría pensar que sin llegar a tener 30 años, debería estar en otra parte en lugar de donde estoy aquí y ahora.

No puedo decir que no haya recibido invitación al respecto, que he declinado con la mejor de mis sonrisas. Aunque históricamente en singulares ocasiones he sido tachado de falta de empatía, lo cierto es que una de las pocas cosas de las que me jacto (en público, en privado me jacto de muchas más) es de comprender el mensaje. El análisis de las formas, el saber lo que se dice más por la situación en la que se dice que por el contenido en sí mismo, ha sido siempre objeto de mi estudio y en demasiadas ocasiones, lo admito, mi obsesión.

Decía, pues, que he recibido una invitación que me sonó demasiado a coyuntural, a relleno. No es que yo pretenda ser el alma de todas las fiestas, pero como tampoco es que necesite hoy por hoy de nadie, si no me entusiasman pues paso.

La gente no estudia las formas, el lenguaje dentro del lenguaje, pero son importantes. Creo que en la vida, a grandes rasgos y muy brevemente, se dan 4 posibilidades: a) que quieras / necesites de algo o b) que NO quieras ni necesites de algo. Dentro de estas, las dos que abarcan la neutralidad: c) que te dé igual pero prefieras positivamente algo o bien d) que te dé igual pero prefieras negativamente algo. Como hoy me he sentido en esta última, mejor no asistir. Y como, por múltiples razones inherentes a tantas cosas que no me da tiempo ni tengo ganas de relatar hoy, ni hago muchas llamadas ni recibo muchas... pues aquí estamos.

Putada, pero, porque hoy apetecía ir a alguna parte. No hay mal que por bien no venga, que dicen los amargados, y lo cierto es que tengo muchas cosas que hacer. Por supuesto está la historia de nuestros amigos americanos, qué duda cabe, pero también tengo un par de análisis dela revista que cumplir.

Uno de ellos vale la pena mencionarlo. Estoy ante un título llamado Pro Basket Manager, opera prima de una compañía catalana de reciente creación que en principio salia a finales del año pasado y se ha ido retrasando. Es difícil, aunque es menester, valorar con el mismo rasero un juego de estas características (un simulador de gestión deportiva, más que un juego deportivo en sí) que otras superproducciones triple A. Desde la misma presentación del producto al analista (en este caso un servidor) existe una gran diferencia con otras productoras / desarrolladoras (en mis manos tengo un título de Nobilis, por poner un ejemplo) y el hecho de que nadie haya valorado el juego de forma oficial hace que el texto que saquemos en Meri dentro de unos días pueda tener un valor especial.

El título tiene algunos problemas y carencias importantes, empezando por la escasa originalidad y terminando por sus limitaciones de tipo técnico y jugable. Yo diría que al juego le falta mucho cuerpo pero, sin embargo, tiene algo de alma. Me da la impresión de que está realizado por gente que le gusta este tipo de juegos, que sabe que el producto final está lejos de ser su videojuego favorito pero que, sin embargo, no son simples mercenarios programando por un tanto cada línea de código. No sé si es así, pero parece que hay hasta cariño metido en el juego.

Honestamente, si finalmente no reconvertimos el texto a otra cosa que no sea análisis, todavía no he decidido la nota que le voy a poner. Un colega mío le está echando un vistazo también para compartir impresiones (de baloncesto, tras más de mil partidos arbitrados, se podría decir que algo sé... de manejar un equipo no diría yo tanto xD) y, más que nada, saber si las sensaciones que tenemos son las mismas. De todos modos, creo que el juego es un "work in progress" y que le queda mucho para alcanzar la potencia y la profundidad de otros homólogos de otras disciplinas deportivas. Me parece correcto que se simplifique para alcanzar un público mayor, pero eso no debería ir en detrimento de ignorar todo lo demás: se podría haber creado una versión normal y otra "avanzada", por ejemplo.

En fin, que podría ser que la nota que yo le ponga sea el primer "examen" que pase la joven compañía. Y aunque he aprobado y suspendido muchos juegos (llevo ya... buff... cientos de análisis), siempre hay cierta responsabilidad cuando resumes el trabajo de tanta gente a una sola cifra. Especialmente cuando no es exageradamente buena.

En fin, esta noche seguiré sobre el tema (después de los USA, que no me olvido) y ya veremos. Tal vez no es la mejor forma de empezar el fin de semana pero oye... es una como cualquier otra.

jueves, 24 de abril de 2008

La guerra de las galaxias (que trata, metafóricamente, sobre el movimiento del universo)

No importa lo muy de letras que seas, hay ciertos fenómenos de la categoría "científica" que maravillan a cualquiera. Especialmente, aquellos que tienen que ver con el espacio, fenómenos que a todas luces nos recuerdan lo infinitamente pequeños - inclusive dentro de nuestra propia pequeñez - que somos los humanos, los terrestres.

Dicen que uno de estos fenómenos que dejan estupefacto a cualquiera es la aurora boreal; incluso la simple observación de la luna con unos prismáticos no resulta indiferente a nadie. Hoy, celebrando el 18º aniversario del lanzamiento del telescopio Hubble al espacio, se han publicado algunas decenas de fotografías de otras galaxias en movimiento, en colisión, en expansión. Porque las galaxias se mueven, colisionan y se expanden.

No pretendo saber mucho sobre el tema, la verdad. Pero por lo visto incluso nuestra amable Vía Láctea está absorbiendo la galaxia enana de Sagitario y pronto, en unos 2000 millones de años, se fusionará (más bien será absorbida) con la gigantesca Andrómeda. Se aproximan a la nada desdeñable velocidad de 500.000 Km/h. La resultante, Milkomeda, tendrá más estrellas, más soles, más brillo...

Como más vale una imagen que mil palabras, aquí dejo esta:


Ah, y felicidades, Hubble. Y gracias!

miércoles, 23 de abril de 2008

Miedo a la incertidumbre (que trata de la intranquilidad de la calma)

Hoy ya estamos todos en casa. Ahora procederé a cometer el sacrificio de ver por lo menos media parte del Barça - Manchester con mis padres. En teoría, todo guay. Es decir, mi padre está perfecto, y después de una semana en el hospital vuelve a estar en casa.

El problema es que eso no es garantía de nada. Últimamente, todos los follones han sido en casa. Y tengo miedo de que hoy, a la 1:30 de la mañana, vuelva a sonar el teléfono móvil porque hay algo que no va bien.

En cierto sentido, el hospital es un gran descanso. Es una putada gorda, correcto, porque es incómodo de cojones, agobiante y a nadie le gusta ni estar ni tener que ir. Pero por otro lado... je... ahí tienes cierta sensación de seguridad, de que no va a pasar nada raro. Y ahora, dadas las circunstancias, tengo la sensación de que puede pasar. Y me agarrota los músculos que da gusto.

martes, 22 de abril de 2008

Búhos y animales de mar (que trata sobre lo que ocurre al pedir a ciegas en un restaurante)

No es la primera vez que me pasa, supongo que tampoco va a ser la última. Cuando voy a determinados restaurantes, especialmente en el extranjero y acompañado de un proveedor, no suelo pedir a la carta sino que me dejo aconsejar por mi colega. Esta es una clásica vacilada que me he marcado muchas veces en honor a mi padre, que siempre me recomendó que era la mejor técnica para saber qué es lo típico de cada región o zona. Dados mis gustos particulares con la comida (no favorezco el pescado, por ejemplo), esto me ha llevado más de un disgusto.

Una vez, recuerdo, estaba con Raulillo Konde_K (ya, ok, no viene al caso pero viene al caso) y estábamos charlando animosamente cuando el camarero había venido para tomar nota por lo menos un par de veces; al final, ninguno había mirado todavía la carta y Kondecito ordenó una ensalada caprese. Ni me fijé en lo que pedía, y yo pedí otra. Dada la circunstancia de que no soporto el tomate en rodajas ni la mozarella cruda, la cara que puse cuando me la trajeron... pero como en aquellos momentos no quería rechazar el plato, como un campeón me comí más de la mitad. Cuando Raül supo que no me gustaba ni una cosa ni la otra, debió pensar que era un gilipollas de cuidado xD

El caso es que esta semana pasada en Amsterdam, volví a hacer lo mismo. Cierro la carta (el hecho de que estuviera en holandés también influyó) y le dije a mi interlocutor que me trajera lo que pensara que estaba bien. Era un sitio bastante pijito, sin deconstrucciones sublimadas sobre milhojas de X refrigeradas con nitrógeno, pero pijito.

Total, que para primer plato, a un servidor que no soporta los animales de mar, le traen... langosta! Olé! xD Afortunadamente estaba presentada de tal forma que recordaba a la langosta, no de aquella manera en que parece que te mire con sus ojos y te vaya a hincar las pinzas. Pero langosta, al fin y al cabo. "La langosta... ¿va bien?" - "Estupendamente, uno de mis platos favoritos". Y allí yo, gronf nyam slurp, acuchillando aquel ex-bicho marino con mis herramientas.
Solamente había una cosa que me dejaba tranquilo: no podía haber pescado de segundo. Y efectivamente, me trajeron carne (en holandés keel-owl), dos alas de algo cocinadas distintas pero servidas en un mismo plato alargado. Eran como alas de pollo, la verdad, pero sabían distinto. Una mejor que la otra, que la encontré ligeramente cruda. De repente, mientras me estaba zampando el primer tercio de la segunda ala, me viene a la mente la palabra "owl"... Owl... Owl... BÚHO!! Arrrgh...! Me estaba trincando una lechuza!!

Desde aquel momento, solamente veía dos grandes ojos en el plato que me miraban fijamente... y por la noche, me pareció como si todas las lechuzas hermanas de la que había engullido estuvieran entonando un réquiem en su honor. Nunca veré a los búhos de la misma forma y, cuando me miren, seguro que a partir de ahora lo harán con rencor.

En Kenia, en el Carnivore, comí carne de mucho tipos. Hasta de cocodrilo. Pero por lo menos sabes lo que te ponen y eso es ventajoso. Yo salí de Amsterdam, como dije, sin fumar ni follar, sin diamantes ni tulipanes... pero habiendo traicionado mi pacto de no-intrusión en el mundo marino e incapaz de mirar a los mensajeros de Harry Potter de la misma forma.

Soy un gusano.

lunes, 21 de abril de 2008

Sin novedad bajo el sol, la lluvia y el viento (que trata sobre la imposibilidad de tener tranquilidad durante algunos días seguidos)

No quiero volver a repetir lo que me ha sucedido este fin de semana y, al tiempo, no quiero dejar pasar la oportunidad de recordarlo en un futuro. Por lo pronto, baste decir que dormir, especialmente en lo que refiere a la noche del viernes al sábado, no dormí nada.

Las palabras clave son: mi padre, ladrones, psicótico, el sello roto, el ataque de la percha, la defensa del paraguas, box 9 del nivel 1 de urgencias, perder un partido de tenis contra Fabrice Santoro machu-pichu, el cuadro que cambia de forma y el armario que desaparece, los costes de las habitaciones del ICO, la pijería incontrolada del Turó (David Lloyds), un viento huracanado, una victoria fácil y un buen "fin de fiesta" en casa. Sí, creo que esto lo resume bien. Ha sido un fin de semana movidito, la verdad.

Lo cierto es que estaba pensando, siguiendo el pensamiento egoísta que me acompaña desde el viernes y que retomo hoy para la ocasión, es que apenas tengo tiempo para descansar. Hace demasiados meses que no gozo de unos días de tranquilidad... o por lo menos de normalidad. Me gustaría, y siento que ahora estoy pidiendo mucho, limitarme a tener los problemas habituales, la presión "normal". Pienso en la DRUPA del mes que viene, que me llevará 16 días fuera de casa trabajando full-time en Alemania y se me viene el mundo encima.

Aquí, poco más o menos, gozo de cierto soporte local. De vez en cuando puedo distraerme, ir a jugar a tenis, salir a cenar, coger un mando y jugar alguna partida... también puedo ir mirando temas, haciendo PACs (aunque a veces agobian un poco, el temario está bien)... no sé. Está por supuesto la gente, está Mònica full-time, está Rose, está Lady Hortelano (que aunque esté yo soltero, en realidad llevo casado casi 10 años con la misma persona, que no quiero decir su nombre pero empieza por M y acaba por ERI), están los colegas...

En fin, necesito unas vacaciones. Pero ya, además.

viernes, 18 de abril de 2008

Harversters of sorrow (que trata sobre las injusticias que presentan enfermedades que van más allá del dolor)

Existen un montón de enfermedades ahí afuera. Bacterias, virus, transtornos autoinmunes... que se suman a traumas, laceraciones, amputaciones, etc. De empezar a nombrarlas todas, sería un no acabar. Las peores de todas, sin ninguna duda, son las degenerativas. Son las más injustas con las personas. Y de todas las degenerativas, las que afectan al cerebro donde, al fin y al cabo, es donde reside la esencia de las personas.

Hay transtornos mutilantes que duelen, no sé, por ejemplo el quedar incapacitado en una silla de ruedas; puedes sufrir una colostomía y quedar ligado permanentemente a una bolsa; puedes tener insuficiencia renal o hepática y depender de diálisis o hemodiálisis... no sé, se me ocurren mil. E incluso algunas cerebrales, como el Parkinson, cuando no producen deterioro intelectual, siguen siendo una putada gordísima pero la esencia de la persona, en la mayoría de los casos, queda intacta.

El dolor físico observado en otros puede ser muy aprensivo: ver como alguien sufre por una piedra en el riñón o por unas quemaduras, huesos rotos y demás... lo he visto frecuentemente en estos últimos meses, hasta el punto que - lamentablemente - ya no creo que me afecte como al principio.

Sin embargo, hay algo que me sigue doliendo como el primer día: el colapso mental. Cuando a mi padre le diagnosticaron la metástasis en el cerebro y fuí a buscarlo a Sevilla, estaba como... ligeramente ausente. Eso me asustó más que incluso si hubiera tenido un accidente con el coche. Puede parecer raro, pero es así.

Por ejemplo, la enfermedad a la que le tengo pánico es precisamente el Alzheimer, porque es diabólicamente maligna quitándote lo único que verdaderamente te pertenece: tu intelecto, tus recuerdos. Corroe tu esencia.

Por eso, cuando tengo a mal observar algo que afecta a la capacidad intelectual de una persona, no ya que le nuble el juicio sino que convierta a esa persona en otra o en algo, se me viene un mundo encima. Ayer, mientras mi padre estaba subido a la ambuláncia en su trayecto habitual a su sesión de radioterápia, tuvo un ataque. El mismo ataque que sirvió para diagnosticar su cáncer. No podía ser por lo mismo, pues una resonancia de control de apenas una semana antes había resultado limpia absolutamente. Pero sus niveles de fenitoína estaban por los suelos y empezó a tener crisis de tipo epiléptico seguidas, una detrás de otra. Hubo momentos muy duros en los que realmente no sabía qué hacer, aparte de la ineptitud de cierto médico que me miraba y me decía que había que esperar a que se le pasara y que hiciera efecto la medicación.

No fue hasta que llegaron otros dos y le metieron Rivotril (clonazepam) a chorro cuando dejó de convulsionar, pero hasta ese momento tuvo, en el espacio de 2 horas, algo así como 10 crisis. La verdad es que me asusté mucho, porque cuando tienes muchas existe un porcentaje de deterioro neuronal bastante alto. Porque existe una diferencia entre tener una crisis epiléptica y mantener un estatus epiléptico.

Cuando los niveles se regularon, lo enviaron a casa. Eso sucedió sobre las 2 de la mañana. Hoy estaba consciente, todavía bajo los efectos del psicotrópico, responde bien a las preguntas pero muestra algún carácter de tipo obsesivo-depresivo. Puede ser un efecto secundario del medicamento (tarda hasta 40 horas en desaparecer), pero la verdad es que sigue como algo ausente, sin muchas ganas de querer comunicarse. Habrá que ver si ha sufrido algún retroceso en las funciones cognitivas... lo que me da un poco de miedo.

Es terriblemente injusta esta situación, en especial - lógico - para el paciente. En especial para el paciente, sí, pero no me considero egoísta si pienso que también es muy injusto para mí. A fin de cuentas, cuando pierdes temporalmente o de modo crónico algo de entendimiento, no tienes por qué ser menos feliz. La felicidad no se liga a la inteligencia y, si lo hace, seguro que no es hacia arriba.

Son los que están a tu alrededor los que también sufren por ello y, en este sentido, no es justo que tengamos que vivir esto. Desde luego que él es lo primero pero, justo después, vamos nosotros. Y ahora hablo por nosotros, que no quiere decir que me olvide de él. Porque al tiempo que ayer se le colapsaba el cerebro, a mí se me colapsaba el corazón, se me paraba el alma. Esto no es justo. Yo, cuando tenga que abandonar este cuerpo, espero no tener ni que pasar por esto ni hacérselo pasar a mis hijos, si es que eventualmente los tengo, que está jodida la cosa.

No es que ayer me encontrara incapaz de hacer frente a la situación: creo que soy buen encajador de golpes y aunque la carga total que llevo estos últimos meses es alta, me agobia pero no me asfixia. Soy capaz de hacer frente a esta situación pero probablemente no haya otra que me joda más, porque tengo la impresión de que alguien o algo - muy malvado - está jugando con mi padre y, por ende, conmigo. Cada vez que se recupera, sucede algo. Demasiado bien íbamos.

Si pienso exclusivamente en lo que yo siento, y aunque me queda bastante para sentir algo parecido, tengo miedo de rebotarme contra el mundo en general y convertirme en lo peor que se puede convertir uno en la vida: un amargado.

Veré como evoluciona la cosa.

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P.S. Por cierto, hoy es el cumpleaños de Gemma. Aunque ha abandonado su blog, no ha abandonado mi corazón. Y como Dios bajó de los cielos y me dijo que felicitara a Gemma en este día, yo felicito a Gemma en este día y todos nos regocijamos. Y porque hoy es su cumpleaños y, con la total seguridad de contar con el castizo permiso albertil (que menos mal que es español, que si llega a ser... pongamos griego... me pienso dos veces si escribir esto), puedo decirle desde el más profundo de los respetos que la quiero.

P.S.S. Perdona, Gem, que no esté para muchas alegrías. A fin de cuentas, solamente queda alguien en mi vida a quien dedicarle una oda, en veranito, y tu ya tienes la tuya :-)

jueves, 17 de abril de 2008

De las cosas, lo bueno; y de lo bueno, lo mejor (que trata sobre la virtud como hábito, por ponerlo de una forma)

Estaba más que dispuesto a hacer una reflexión filosófica al respecto, pero en realidad se resume de una forma muy práctica porque afortunadamente nosotros, los españoles, entendemos el concepto de virtud mejor que muchos.

Si un cuchillo corta bien, decimos que es bueno. Si un coche es cómodo, nos lleva de un lado a otro sin problemas y en general cumple su función como se le debiera suponer y más, es un buen coche. Si un libro nos proporciona satisfacción al leerlo - en cualquiera de sus acepciones -, es un buen libro. Las cosas que en general funcionan bien (pues no basta con aquellas que simplemente funcionan), son buenas. Y si son buenas, son virtuosas.

Aplicado a las personas: aquellos seres que hacen de la virtud no ya su pasión o proceden de una facultad que les es propia, sino aquellas que consiguen hacer de la virtud un hábito, una forma de hacer, son buenas. No buenas personas, sino virtuosas.

Es jodido encontrar este tipo de personas regidas por el virtuosismo: en primer lugar porque cuesta que muchos/as contemplen las situaciones bajo el justo medio, considerando las cosas antes de tomar decisiones, recordando sus propias actuaciones pasadas antes de ejecutar nuevas. La ponderación, a nuestro alrededor, no suele abundar. Brilla por su ausencia, vamos.

Otros/as luchan por encontrar las virtudes en el cuerpo, pero son las del alma las que más me preocupan. Últimamente he visto ejemplos de ambos casos pero, a escoger, me quedo con la mesura. Más que nada, para equilibrar la balanza.

miércoles, 16 de abril de 2008

Back in town (que trata sobre... boh... lo que me gusta volver a casa)

Probablemente hacía mucho tiempo que no marchaba un par de días, con todo el follón de mi padre y tal. Estoy bastante cansado, esta es la verdad.

Pero lo que realmente mola de viajar por trabajo, lo que realmente lo hace bueno... es que vuelves. Hoy tenía muchas ganas de volver, muchas ganas de volver a casa.

Mientras estaba en el aeropuerto de Amsterdam pensaba en esto, en lo bien que me sentía por regresar... y me he encontrado sonriendo. Últimamente no es que no me ría - porque me río - pero no es tan sencillo verme sonreir sin motivo aparente, o sea que me he sorprendido a mí mismo.

Así que hagamos que conste en acta.

:-)

martes, 15 de abril de 2008

Amsterdam? (que trata sobre visitar un lugar sin visitarlo en realidad)

Es curioso esto de viajar. Mientras hacíamos los primeros 150 kilómetros desde el aeropuerto hasta la ciudad de destino, observaba a diestro y siniestro para ver si podía corroborar algunos de los más clásicos clichés que conforman los países bajos. Eso sí, a través de la profundidad que te da el conocimiento exhaustivo que se puede sonsacar mientras vas a 130 por hora en la autopista y después de 20 minutos caminando por el aeropuerto de eschipol (toma ya xD).

Esto de los clichés me recuerda a la gente que habla sobre algo como si lo conociera de toda la vida. "bueno, es que los egipcios son de esta manera, ya sabes, así y asá" - "Pero... ¿has estado en Egipto?" - "Bueno, 2 horas durante el enlace entre dos vuelos" - "Ahá" xD

Lo que sí es verdad es que muchas veces no podemos librarnos ni de las propias etiquetas que como españoles tenemos ni de las que ponemos a los demás. Hay veces que, cuando me bailo un zapateao estilo Joaquín Cortés haciendo el gilipollas pienso: "Joder, es que somos de pandereta, coño". Y es verdad, lo somos. A lo mejor no en serio, pero incluso haciendo el gilipollas somos de pandereta. A ver, todo el mundo quién más o quién menos se ha marcado unos pasos de sevillanas sin tener ni puta idea de sevillanas, o unos pases de torero que ríete tú del cordobés. ¿O no?

Pues dado que los holandeses no tienen ni toros ni a Rafael Amargo, he buscado lo que sí tienen. En ese sentido, el aeropuerto de Amsterdam - aparte de ser gigantesco - sirve para confirmar la imagen que tenemos del perfecto holandés a través de sus tiendas: hay queso, tulipanes, diamantes, una tienda con ropa del PSV Eindhoven y del Ajax y solamente faltan un par de putas en escaparates y un pavo que te quiera vender maría y viagra.

Al salir a la calle no había putas, pero había bicis a montones. Ríete tú del "bicing" barcelonés. Las bicis las deben regalar, porque no lo entiendo. Además, todos van con el mismo tipo de bici; yo esperaba ver algo más específico, coño, las mujeres con la clásica que lleva cestito y los hombres con una mountain bike. Pues no. Todos la misma y en cantidades industriales, que parece que estés viviendo la vuelta ciclista a Holanda en primera persona. Y además tienen preferencia muchas veces ante los coches.

Por supuesto, hemos comido a las 12 y media y me han venido a buscar para la cena a las 6. Que yo pensaba que me darían un cacaolat y tendría que ir a clase extraescolar de inglés, pero no, no había vuelto a los 11 años, es que son así. A las 9 ya estaba en el hotel y les ha faltado venir a arroparme y darme un beso en la frente.

De todos modos, los holandeses son majos, no se puede negar. Algo tienen que tener cuando, para no molestar, se expanden en dirección al mar. Que sus vecinos alemanes no pensaron así hace 70 años, la verdad.

Mañana me voy de Amsterdam, una vez más, sin ver Amsterdam. No llevaré tulipanes, no me habré cepillado a ninguna tía de ningún escaparate, no habré comprado diamantes, seguiré siendo del betis, no habré aprendido a ir en bici y, cuando llegue a Barcelona a las 22:15, cenaré. Pero oye, lo primero que haré al pisar suelo español será gritar un olé como una casa y marcarme ahí unos tacones, que se note que el arte lo llevo dentro.

lunes, 14 de abril de 2008

Estoy canshao... by Romario (que trata sobre... no sé... la falta de descanso?)

Cuando Romario jugaba en el Barça, y era un perro de cojones, le decía a Stoitchkov que no iba al pase al hueco porque estaba cansado. Correr no corria, pero con las fiestas que se pegaba, normal que estuviese cansado.

En estos momentos son las 5 y cuarto de la mañana. La entrada tiene fecha de ayer porque la empecé a escribir cuando llegué a casa. Estoy en el aropuerto, de camino a Amsterdam, y vuelvo mañana. Cojo el primer avión.

Esta noche no he dormido en absoluto. Ojalá hubiese sido como Romario, debido a las fiestas locas que me pego, pero no. No he podido dormir por culpa de los elementos... bueno, de ciertos elementos en particular: Aristóteles, Kant, Wiitgenstin, Hare, Moore, San Agustín... Eso sí, he terminado. No es la primera vez que me quedo sin dormir, pero la verdad es que después del fin de semana que he tenido, esperaba tener más sueño. Eso sí, espero pegarme un par de horas en el avión completamente roque.

Este finde tuve que ir a trabajar el sábado por la mañana;al mediodía, lo mejor de estos días pasados sin ninguna duda, pudimos decidir el barco que nos vamos a comprar. Aunque realmente la economía ahora solamente da para una patera a remo, no me llames iluso porque tenga una ilusión. Por la tarde tocó sesión mobiliaria IKEA (soy un hacha, lo sé). No dormí mucho.

El domingo tocó levantarse temprano para trabajar y hoy lunes a las 7 ya me iba de casa. Y claro, no he dormido. Estoy espitoso, sin embargo, no puedo razonar muy bien...

Esta tarde me conectaré desde Amsterdam, si alguien tiene algo que decirme...

viernes, 11 de abril de 2008

Amarás a Dios sobre todas las cosas (que trata de cómo amar al prójimo a través de Dios)

Amarás a Dios sobre todas las cosas. Y como todos somos hijos de Dios - y por tanto, somos Dios en parte - tenemos que amarnos entre nosotros por encima de todo.

Yo estoy dispuesto. Hagan cola.

jueves, 10 de abril de 2008

La autarquía (que trata sobre el poder que puede ejercer el bien, en sí mismo, sobre las personas)

Hace demasiados años leí por primera vez a Aristóteles. Era un pesado de cojones. Es de aquellos autores que no se pueden leer de noche o después de comer, porque tras pocas páginas te entra una morriña y ya no te enteras de nada.

Y no hablo del contenido, muchas veces la mar de interesante, sino por la forma de escribir. Como apenas se guarda nada suyo "oficial", todo lo que tenemos son notas, apuntes, lecciones, etc. Y claro, es un tocho que te cagas.

Anteayer, pero, empecé a releer algunos textos de Aristóteles. Sigue siendo igual de pesado y provoca la misma somnolencia que antaño, pero los observo desde un punto de vista completamente renovado. No es menos cierto que lo que trato ahora, la Ética a Nicómaco, es de lo más comprensible del filósofo griego y que también lo hago mucho tiempo después de mi primera vez.

No tengo 30 años todavía (queda poco ya...) pero no me considero fácilmente influenciable a nivel moral. Sin embargo, es impresionante la capacidad aristotélica para ir construyendo poco a poco una base argumental que lanzarte a la cabeza. Han cambiado muchas cosas desde esa Grecia pero el poder de convicción "bruto" del sucesor de Platón (y digo bruto porque no hay nada de la clásica retórica con la que se adornaban los libros platónicos) permanece intacto. Aristóteles fue, sin ningún lugar a dudas, un puto crack.

Y a pesar de que probablemente fue uno de los más prácticos teóricos (paradoja), todavía se aleja demasiado de la utilidad que yo le busco a una filosofía. Y es una pena, sinceramente, porque tras completar su ética uno llega a creer que realmente el bien es el fin último de todas las acciones, que la felicidad es la actividad específica del ser humano y que la política es el medio para alcanzarla.

Aunque soy un pobre diablo muchas veces desencantado, si tú, maestro Aristóteles, quisieras aleccionarme... a pesar de mi juventud espero que me aceptaras como discípulo. Porque macho, eras la bomba y, como solías escribir, basta con lo dicho sobre estas cosas.

miércoles, 9 de abril de 2008

Operación Triunfo (que trata sobre el regreso a las pantallas del 'reality' musical)

Mal empieza OT2008 si por ofrecer mis precisas e imparciales apreciaciones sobre los candidatos a futuras estrellas provocan que no caiga bien. Telecinco, es su impagable magnanimidad, me otorga legitimidad de opinión para que juzgue a los nuevos triunfitos de dos formas posibles: una, mediante los SMS de apoyo al cantante, que pueden salvarlo o condenarlo hasta el fin de sus días. La segunda, porque al obligarme a tragar su publicidad de 349753489 sponsors, por lo menos me da derecho a decir lo que me da la gana sobre lo que veo. Qué menos, ¿no? Eso sí, claro, lo que digo no tiene por qué gustar a mi audiencia particular. Lo encuentro justo.

Ayer tuve a bien sacrificar la experiencia housiana de los martes en pos del visionado de la gala inaugural "Operación Triunfo 2008". Había visto algunos cástings, de refilón, y ayer tocaba ver la carne de cañón que han seleccionado para el más cruel despelleje de la audiencia, para aflojar las gomas de unas cuantas bragas adolescentes o para el despiporre más llano y básico de la España de toda la vida. Y para pasar un poco de vergüenza ajena también, que no se diga.

Cuesta creer que lo visto ayer sean 18 de los cantantes con más talento, mayor proyección o mejor lo que sea de nuestro país. Podría ser, ojo, porque a la vista de la escasez han tenido que escoger un americano que apenas habla nuestro idioma para que rellene el hueco de voces masculinas, a mi entender la más coja de todas las patas de la mesa.

Cuesta creer, digo, en vista de la actuación de uno de los chicos que intentó - vanamente - imitar con "La Bomba" de Ricky Martin canción y cantante portorriqueño. Patético, por poner un adjetivo suave. Da la impresión, echando un rápido vistazo al elenco, que afortunadamente sí que hay algunas voces a tener en cuenta y que, esperemos, por esta vez podrían aprovechar el efecto de contar con tan selectos profesores de la academia.

Pero también me llega otra sensación: que no es casualidad que "Gran Hermano", "Tu sí que vales", "Supervivientes" y ahora "Operación Triunfo" compartan productora y cásting. Tengo la corazonada de que algunos de sus integrantes han sido añadidos en el grupo como el que añade ingredientes al caldo, para crear más sustancia, que diría Torrente. No quiero citar nombres para no herir susceptibilidades, pero dudo que algunos artistas que están en la selección final - sin valorar su capacidad, que desde luego la tienen - estén allí únicamente por sus aptitudes (y actitudes) y no por otras cosas, incluyendo factores MUY personales.

Este pensamiento, lejos de desanimarme, me reconforta. No me importa que se pueda haber manipulado el cásting en pos del espectáculo, porque a fin de cuentas estamos ante un gigantesco karaoke en el que viendo la INMENSA cantidad de publicidad que se incluye tiene que facturar. Y para generar dinero tienes que generar audiencia, a la audiencia le gusta el morbo y el morbo, lamentablemente, no lo da siempre la calidad. Por eso, insisto, me reconforta pensar que algunos de los mejores se han quedado en el camino de los cástings precisamente por eso, por ser demasiado buenos, pero no encajar en ciertos estereotipos, orientaciones y demás que los responsables de la selección estaban buscando.

Durante 18 semanas, por lo menos, asistiremos a una criba constante de candidatos; uno tras otro irán cayendo víctimas de los profesores, el jurado, los compañeros y la audiencia. He echado un vistazo al conjunto de personalidades que adiestrarán a los 16 finalistas: no está nada mal, todos grandes profesionales en sus campos. Destaca, pero, la ausencia del Director de la Academia en ediciones pasadas, Kike Santander, que deja el puesto a manos del histriónico Àngel Llàcer. A mi entender, la marcha de Kike, escarmentado supongo por el escasísimo éxito de sus apuestas triunferas de la edición pasada, devalúa un poco el concurso en general y la Academia en particular. Pero claro, eso es cuestión de gustos.

En los compañeros hay de todo: siempre es pronto para emitir juicios sobre quienes no conoces, pero supongo que habrá de todo. Los habrá majos y los habrá buitres. Y hasta los habrá que sean buenos músicos incluso, habrá que ver.

Del jurado hay poco que decir. De todos los que hay, el calvo de Cadena Cien - siempre moderadísimo en sus opiniones negativas, demasiado generoso en las positivas - es la opinión más respetable bajo mi punto de vista, ya que nadie como él para saber las tendencias de la música de hoy y qué es lo que busca el mercado de la calle. Han incluido a una diva del espectáculo, absolutamente desconocida para mi supina ignorancia, pero que parece lo suficientemente dura para romper la blandeza emocional de la ex-azotadora Noemí Galera (recordemos, la antagonista de los concursantes dos ediciones atrás). Risto Mejide sigue pensando que el espectáculo no está en el escenario y sigue buscando la provocación desde sus apreciaciones con los mismos chistes que en la edición anterior solo que, por repetidos y previsibles, hacen menos gracia. Eso no quita que lo que dijera ayer fuese menos válido, pero cuando en un comentario sobre lo que sea la forma adquiere mayor importancia que el fondo, se peca del llamado "estilismo", aunque en este caso sin adquirir las connotaciones clásicas de la palabra.

Me gustó, eso sí, que la música fuera en directo e incluso la selección de temas para la ocasión. Algunos algo pomposos, otros hasta yo diría que ligeramente fuera de lugar. Pero, en conclusión, cumplió su objetivo: entretener. Le sobran muchas cosas a OT, muchas, pero en definitiva no estuvo del todo mal. Espero poder prescindir de su visionado en sus futuros capítulos. No sea que me "enganche".

martes, 8 de abril de 2008

Mamá, mamá, no puedo respirar - Cof Cof (que trata sobre enfermedades en general)

Hoy estoy enfermo. El sábado por la noche ya me dolía la garganta, ayer jugué con dolor. Hoy estoy mal. Tengo la gripe. Me he tomado un frenadol, primero que me tomo en la vida. Va bien esto del frenadol, conste.

Como no estoy acostumbrado a estar enfermo, estoy MUY enfermo. El médico me ha recomendado una terapia especial de curación, espero poder seguirla al pie de la letra, es la putada de no depender exclusivamente de uno mismo.

No recuerdo la última vez que estuve enfermo, hoy me perdono no escribir nada más al respecto de esto ni de nada más...

lunes, 7 de abril de 2008

Oh Capitán, mi Capitán! (que trata sobre el fin de semana, a partir del enunciado de un poema)

En el año 1860, Walt Whitman publicó este poema, que se dio a conocer al gran público (entre ellos, a mí) en la película "El club de los poetas muertos". En ella se utiliza de vehículo en muchas ocasiones, y de forma especialmente emotiva hacia el final.

Pero nada tiene que ver con Whitman la entrada de hoy. Este fin de semana he estrenado capitanía en el interclub y debo decir que no puedo estar más orgulloso de los resultados obtenidos. El sábado ganamos al RCTB, que son tan pijos a la par que impresentables, y espero que el walk-over y con el 5-0 a nuestro favor, alguien les ponga en su lugar. En fin.

El domingo era el día clave, porque jugábamos en casa de un rival directo y yo, que soy el jugador de mens ránking del equipo, ejercía las funciones de líder. Empecé jugando y ganando mi partido, 6-1 / 6-3 en menos de una hora. Simultáneamente jugaba Ferràn contra Mundi, un partido que yo ya daba por perdido al inicio, dado el bajo estado de forma de Ferràn (sin ganar un partido oficial desde hacía 2 años por lo menos) y el hecho de que Mundi, dos semanas atrás, se había cargado a nuestro teórico número 1 en tres sets. Y ayer jugaba de número 3. Mientras, Manel entraba en la pista que yo dejaba y perdía rápido, 6-2 / 6-0, vapuleado por un Mosso d'Esquadra que jugaba muy bien y dejando la eliminatoria igualada en 1-1.

Entonces llegaba la gesta. Ferràn, que había empezado perdiendo 5-0, acabó cediendo el primer set 6-4, pero entre Manel y yo lo amarramos a la pista y se sacó un gran partido, con paciencia más que con tenis, aprovechando la primera bola de partido de la que dispuso en el tercer set y estableciendo una ventaja temporal para nosotros (2-1) que duraría poco, ya que nuestro número uno perdió 6-1 / 6-1 en 45 minutos. Empate a 2 puntos. Se tenía que jugar, pues, el doble decisivo: lo jugaban su número 1, Carmelo, y un zurdo argentino que ya ganó el doble la última vez que vinimos.

Había que decidir quién haría pareja con nuestro doblista J.L. Cano y la responsabilidad, obviamente, recaía en el Capitán. EL CAPITÁN tenía que asumir sus funciones. Así que jugué... e hicimos un partido estupendo. Se nota que vamos cogiendo ritmo y que vamos disputando partidos juntos. Nos salió todo redondo y ganamos 6-4 / 6-4 en una hora y 20 minutos, no sin poca tensión, la verdad. Salí hinchadísimo de ese club, estaba orgulloso de mis jugadores.

La verdad, es una puta mierda de campeonato y una puta mierda de nivel el que tenemos, pero aún en nuestra miseria, lo hicimos de puta madre. Me siento como un barco pirata que acaba de concluir exitosamente un abordaje. No hay botín, mis marineros no me aclaman, pero me siento igual de bien.

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Además, ya que el fin de semana empezó magnificus maximus (por cierto, casi olvido la mini-sesión Ikeil del sábado tarde - saludos a Sweet Carmine 'Mistress of the Dark' desde aquí), ayer tarde - noche estuvimos en la playuqui de Vilanova. Que pegaba un viento y un frío que te cagas, sí, vale. Pero hay que admitir que tiene sus compensaciones, que yo ya me entiendo.

P.S. Los vampiros muerden menos.

viernes, 4 de abril de 2008

Cura de Sueño - sueñoga - Sueño ++ (que trata sobre dormir... bien... mucho)

Qué importante és dormir bien. Ayer, por primera vez en demasiado tiempo, dormí que no se sabe de bien, en calidad Y cantidad. Recuerdo exactamente cómo me dormí... lentamente (en pocos minutos), ni la luz ni la tele me afectaban... lo necesitaba. Sin cenar, directamente a la cama, como hechizado por alguien...

ZzZz...

Casi 9 horas. Ciclos completos: 6. Ni recuerdo la última vez que he dormido tanto y tan bien... Despertar, hacer unas ligeras comprobaciones matutinas - que deberían convertirse en rutinarias - para poner una lavadora! Soy un figura.

Este fin de semana toca tenis a destajo: campeonato sábado y domingo, seguramente acabaré jugando tres partidos. Pero me siento animado... mi padre en casa y la verdad, me siento mucho mejor.

jueves, 3 de abril de 2008

Altas y pequeños favores... (que trata sobre la vuelta a casa y la historia de tener tíos postizos)

A mi padre le han dado el alta hoy, es un campeón. Mientras escribo esto está volviendo a casa. Ole.

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Algunas veces he mencionado aquí a mi tío postizo Manel, mi compañero de fatigas en el tenis. Es majo, es fundamentalista con sus opiniones, es un buen tenista, un poco pesado (especialmente cuando cree tener razón), fan de música que no conoce ni Dios - como todo buen friki que se precie - pero buena persona.

Apelando a este cúmulo de facultades y con respecto a su faceta musical, me ha pasado su última creación con su grupo que se llama, atención al dato, "Little Hospital". Como graban en Hospitalet han creído ser originales con el nombre (craso error), pero se les puede perdonar. Total, que resulta que la canción no está mal. Tenía pensado un montón de comentarios incisivamente graciosos esperando un auténtico bodrio, pero resulta que suena bien. Abajo he dejado un vídeo de muy mala calidad pero también la canción, con un reproductor que alojo en mi servidor. Os aconsejo quitarle el sonido al video y escucharlo del mp3. Hala, que no se diga. Y si alguien quiere comentar algo, sin compasión. Total, no lee este blog xD


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Ah, Manel es el que canta. La canción se llama "A room with a view"

miércoles, 2 de abril de 2008

Silencio (que trata sobre la propia palabra, no sobre la canción de Bisbal)

Silencio. Falta de ruido. Ausencia de sonidos. La Nada.

Muchas veces la gente creehaber estado en silencio pero probablemente en realidad lo haya estado en muy pocas ocasiones, y puede que ni tan siquiera lo recuerde. El silencio absoluto es muy complicado de obtener, pero silencios relativos hay muchos.

Ahora mismo he apagado el televisor, no hay ruidos demasiado importantes. ¿Estoy en silencio? No. Tecleo en el ordenador pero no es lo único que oigo; el ronroneo de la lavadora detrás de la puerta cerrada, ha terminado el centrifugado y se ha quedado en pausa. El disco duro efectúa salvados de seguridad y lo oigo; a lo lejos, débilmente, un perro ladra. Hay que deternerse a escucharlo, pero está ahí. El motor del compresor de la nevera, todavía más flojo, ahí está. Incluso si me concentro, puedo ir el ligerísimo tic tac del reloj gigante que tengo apoyado en la pared. No hay silencio.

Si lo pienso, la mayoría de situaciones en las que debería haber silencio, no lo hay. Una biblioteca, por ejemplo, está llena de cuchicheos, de gente que se levanta de las sillas o que pasa las páginas. El cine, con el crepitar de las palomitas o algún móvil despistado que suena. Una noche de verano, en la que paseas tranquilamente por la urbanización... crees estar en silencio, pero en realidad te has acostumbrado al ruido de los grillos que te acompaña mientras caminas. Casi silencio.

Se le ha intentado dar muchos nombres, le han dedicado sonoras canciones en su honor, han intentado explicar como es su sonido, que es oro... tonterías.

En mi vida recuerdo 5 momentos de silencio absoluto. De quedarse absolutamente quieto y solamente escuchar como uno mismo respira. Uno de ellos fue buceando, bajo el agua: el fondo del mar es increíblemente callado, aunque como nunca bajas solo, siempre hay un compañero que gira, la compresión del aire en tus oídos que te obliga a ecualizar a cada metro que bajas, peces que se agitan y que no hacen ruido alguno pero que te distraen e impiden que te concentres en nada...

El resto de momentos en los que he vivido silencio han sido (y así tienen que ser) casi sobrenaturales. Uno fue en un cementerio, cuando era adolescente. Pocos años más tarde, saliendo a correr una noche de agosto en Fontpineda, los grillos callaron y me dí cuenta de que el mundo se había detenido, solamente mis pasos disturbaban la noche. Los otros dos fueron hace poco. Uno de ellos se produjo en el Liceo, con Mònica, después de la última pieza del concierto de Brahms. Inexplicablemente - y más en un teatro, que por lo visto dan mucha tos - al final del concierto 1000 personas se quedaron simultáneamente sin pestañear, mientras el triángulo daba las notas del cierre. Fueron 4 segundos que, en mi opinión, no existieron.

El otro fue ayer. Salía de cenar y me iba a casa. Tenía el coche aparcado en Corbera, delante de un pabellón de baloncesto que siempre está lleno con gente que entrena a horas intempestivas, como antes hacía yo. Cerré la puerta del rellano y miré al cielo buscando la luna. Mientras bajaba los escalones me dí cuenta de que únicamente el que desentonaba era yo, que hacía ruido al caminar. Tuve que detenerme a escuchar atentamente, por si era mi imaginación o me estaba quedando sordo. Ni una cosa ni otra, simplemente no había nada. Cero absoluto.

Fue un orgasmo instantáneo, sentí un escalofrío brutal que me recorrió la espalda. De repente, el mundo era mío.

martes, 1 de abril de 2008

April's Fools' Day (que trata sobre el día de los Santos Inocentes)

Hoy es el equivalente de nuestros Santos Inocentes en muchos países del mundo, no solamente en Estados Unidos. La historia del por qué no está clara, pero en este enlace se especula que podría ser debido al cambio del calendario que Carlos IX de Francia realizó en 1582. Antes de la adopción del calendario gregoriano, cosa que acabo de ver muy recientemente en otras partes, la festividad de año nuevo se hacía coincidir con el equinocio de primavera, empezando el 25 de marzo y durando 8 días. Por lo visto, al pasar el año nuevo al 1 de Enero, mucha gente no se enteró del cambio y siguieron celebrándolo el 1 de Abril y de ahí el día de los tontos.

Es costumbre realizar ciertas bromas durante este día, que abarcan desde el ámbito personal a incluso el corporativo. Algunas de ellas son excepcionalmente conocidas para bien, como la de Burger King en 1998, que anunció que había desarrollado una hamburguesa para zurdos en la que las salsas y condimentos se derramaban por el lado contrario al habitual. Por lo visto recibieron un montón de clientes solicitando el nuevo Whooper, a la par que otros muchos que reclamaban el producto original para diestros. Hay un buen listado de las mejores (o las más famosas) en este enlace, no tienen desperdicio). De hecho, ya que yo vengo del mundo de las artes gráficas, la de la república de San Seriffe, con sus islas "mayúsculas" y "minúsculas" me ha hecho mucha gracia.

Otras, en cambio, no son tan majas. En 2003 en Corea se anunció la muerte de Bill Gates, cosa que lideró unas pérdidas bursátiles del 1,5%. En Romania, por ejemplo, un periódico anunció la liberación de 60 presos políticos: los familiares llegaron a las puertas de la prisión, esperanzados por el fin de tantos años de cautiverio y... nanay, una bromita de nada. Pues qué gracia.

Con el viejo cuento de las bromas, pueden suceder catástrofes: en una ocasión se dio una alarma de tsunami que pareció falsa y al final murieron 165 personas incrédulas, pensando que era debido al día de los inocentes.

En fin, que las bromas están bien, pero ojo. Ojo, ojito, ojo.