martes, 31 de julio de 2007

Fin de la historia - y nuevo blog! (que trata de... lo que pone en el título)

Va, lo primero es lo primero. He recibido la solicitud (y alguna que otra exigencia, pero bueno) de que deje de hablar de ciertos temas en este blog.

Obviamente no lo voy a cumplir. Es mi blog y, en lo que a mi atañe, hablo de lo que me da la gana. La libertad que me da Dios y ESPAÑA (coñoooo) no me la quita nadie. NADIE.

Pero, como soy majo (bueno... fsh fsh) sí acepto las peticiones que se me han hecho en lo que se refiere a terceras personas. Para hablar de lo que quiero hablar pero que tanto molesta que hable en este blog (y para evitar habladurías), hablaré - y no quiero ser redundante - de ello en un blog de reciente creación llamado "Una verdad incómoda". Este blog, atentos mis queridos - 3 - lectores, es SOLO PARA INVITADOS. Repito: NO ES PUBLICO. NADIE LO PUEDE LEER. SOLO LOS QUE YO QUIERA. La dirección no os la digo, chincha rabincha, porque si queréis saberla me tendréis que escribir a mi mail personal y entonces un comité formado por mi persona y las tres amigas secretas que tengo (en cuanto descubra quienes son, claro está) ponderará la decisión sobre si otorgar acceso o no a tan deseada lectura que de buen seguro será mi... este... quinto blog. (P.P.S. - mi SEXTO blog -).

Por lo pronto, y para poner fin a la historia, me gustaría dejar un par de cosas claras, para que quede "on the record" (para Carmina, diríamos "registrado"):

- Soy malo. O no. No se sabe.
- No me impresionan las amenazas. Pero no me gustan. Vengan de quien vengan.
- No me gustan los reproches ni creo que los merezca. Aunque ya avisé una y mil veces que llegarían (y fuí avisado de tal cosa, ingenuo de mi al pensar - y creerme de verdad - lo contrario).
- No me gusta que se insulte a mi madre delante mío. "Hija de puta" no son palabras que, por mucho que mi relación con mi madre no sea estupenda, gusten de oir de ella. Dicho queda para futuras veces en las que se quiera presumir de verdadera elegancia.
- No soy un tumor ni un virus (y mi actitud tampoco lo es).
- No soy un violador.
- No soy un humillador.
- No soy un maltratador (ni físico ni psicológico).
- No soy y nunca he pretendido ser un vendedor de motos. Soy una bici y orgulloso de serlo.
- No soy un mentiroso. Fsh Fsh.
- No soy un aprovechado. Nunca lo he sido, ni hace 1, 4, 15 años ni ahora. Soy tonto, pero no un ladrón. Nunca he llevado antifaz.
- Puede que sea indigno de alguien, eso sí. Lo lamento. ¿Pero indigno de quién? Nunca indigno de quién me llame indigno.

Pensándolo lo bien, no soy malo. Aunque me esconda entre la maleza.

Siento haber dejado boquiabierto a más de uno con mi actitud, tal vez derrotista en los últimos tiempos; pero que levante la mano aquel que haya vivido mi vida. ¿Nadie? Pues eso.

Buenas noches y buena suerte.

P.S. Y a los - escasos - amigos que tengo: preparáos (para Carmina: "Buckle up").

lunes, 30 de julio de 2007

Ooops! (que trata sobre el olvido vacacional)

Hoy me olvidé de actualizar!! Pensaba que era domingo y resulta, chim pum, que es lunes :-)

Es lo que tiene estar de vacaciones. Mañana vuelvo al pie del cañón.

viernes, 27 de julio de 2007

Fuerza y honor (que trata sobre el coraje que se necesita para reconocer ciertas cosas)

Porque a veces, solo a veces, decir lo que piensas es lo más valiente que has hecho nunca.

Qué bueno saber que nunca debiste tener miedo.

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En ocasiones uno necesita soltar un peso que lleva dentro y, en lugar de cargarlo sobre otra persona, en realidad le haces un favor. Se siente importante. Se siente mejor.

He descansado como un canalla hoy. Me he despertado como una flecha, he marujeado la casa de mis padres para dejarla OK y me he sentido bien. Me he sentido capaz, con fuerzas, para afrontar lo que me echen. Y con energía suficiente como para echar un cable a los demás.

I'm back. To show you... that I can really shake it down.

jueves, 26 de julio de 2007

Los ciclos del sueño (que trata sobre la teoría de los ciclos y las fases)

Hoy apenas he dormido un ciclo de sueño. Como no recuerdo si he hablado de ello alguna vez, lo hago hoy (y si lo he hecho y me repito, lo siento).

Escribo esta entrada entre bocado y bocado a la ensaimada (me está quedando bonito el teclado) que estoy consumiendo en la salida de la T4 de Barajas, esperando a que mi representante aquí me venga a buscar, presumiblemente a las 9:00. Me hubiese gustado dormir un ciclo más en el avión, pero he tenido la puta mala suerte de tener a un puto niño detrás, aunque de unos 8 años esta vez.

Buscando documentación para ilustrar la entrada, he encontrado este estupendo artículo del blog-star desaparecido Javi Moya, que habla prescisamente del tema en esta entrada. Lectura recomendada (más que la mía).

La historia es sencilla: basta con saber que nuestra forma de dormir se divide en ciclos completos de una hora y media de duración. Cada aproximadamente 90 minutos pasamos por las fases de sueño ligero, profundo y REM. Esto se repite hasta que nos despertamos, bien de forma natural o artificial (como con un despertador).

Justo al acabar cada ciclo, pasamos por una fase de sueño ligero. Durante estas fases estamos mucho más susceptibles a estímulos externos y el cerebro requiere de poco tiempo para activarse. Por contra, si despertamos en las fases de sueño profundo, nos sentimos pesados y cansados y nuestro cerebro necesita de mucho más tiempo para activarse.

Como los ciclos se suceden cada aproximadamente una hora y media, es mucho mejor organizar nuestro sueño de forma que podamos ejecutar múltiplos de esa cantidad. Además, y ahí está la gracia, más vale dormir 5 ciclos (siete horas y media) que no 5 ciclos y medio; eso es porque nos levantaremos cuando nuestro cerebro está mayor predispuesto y tendremos muchas menos dificultades para que se nos peguen las sábanas. Esto puede afectar al rendimiento de todo el día, así que no es tontería.

Los que dormimos de un solo tirón (monofásicos) tenemos que controlar esto especialmente, porque nuestro descanso depende de lo que ocurra en un solo intervalo. La gente que es bifásica, por gusto o por necesidad, también debe controlarlo mucho. Por ejemplo, siempre que Marta se quedaba dormida en el sofá, yo miraba la hora para controlar cuando tenía que enviarla a la cama; si se quedaba dormida a las 10, pues a la 1 (2 ciclos completos). Si se quedaba dormida a las 11, pues a las 12 y media (1 ciclo)... y así sucesivamente. Siempre pensando también en que yo necesitaría por lo menos 4 ciclos de descanso entre semana y 5 durante los fines de semana. Y la clave es que esto ha funcionado estos 4 años porque, a pesar de que en la cama Marta pasaba poco rato (se levanta siempre más temprano que yo), nunca ha tenido transtornos del sueño.

Así que, importante, no solamente cuentan las horas totales que damos descanso a cuerpo y mente sino que los teeeeeempos (como en todo) tienen una influencia capital.

Espero no ser el único que aplica esta teoría a la práctica, verdad?

miércoles, 25 de julio de 2007

Desde Granada, con amor (que trata del recuerdo de lo vivido aquí, entre otros)

Ayer aterricé en el aeropuerto de Granada y hacía unos buenos años que no llegaba a la ciudad de la Alhambra en avión. La última vez fue para encontrarme con Lucía, la última chica que tuve antes de casarme con Marta. Desde entonces siempre había venido en coche.

El caso es que Lucia era una chica encantadora en casi todos los sentidos; el problema es que me pilló demasiado joven y con pocas ganas de comprometerme. Curioso que nuestra relación terminara en agosto y en noviembre empezara ya con Marta (a cenar, conocernos, etc.) para prometerme en julio del año siguiente. El caso es que estaba bastante a gusto con esa relación a distancia, aunque no las tenía todas después de mis escarceos alemanes con Nadine, una chica que conocí en mayo de 2000. Estaba a gusto hasta que Lucía dejó caer que podía pedir el traslado a Barcelona y así podríamos iniciar una relación formal con todas las letras. Y ñaca! Eso me mató.

Dado que me presenté en el aeropuerto de Granada sin conocerla (era una amiga de un amigo mío aquí, el rayajo), al atravesar ayer la mini-puerta de llegadas me sobrevino una sensación extraña, como si la fuera a encontrar otra vez. Qué raro.

Hace un calor horroroso, eso sí, y según tengo entendido en Almería están igual. Lo digo porque lo más probable es que venga a pasar unos días a casa de mis padres en la provincia los primeros días de agosto, aprovechando que ellos vuelven a Barcelona, a disfrutar de mi soledad y mis pensamientos. Por lo menos tendré internet. Si alguien de la zona se anima a visitarme, le atenderé gustosamente únicamente con la corrosividad de mi compañía y la dulce promesa de no hacer nada, como mínimo, que pueda molestarle. Dadas las circunstancias, es ya mucho, no?

Ayer mi padre me comentó que iban a dar algo más de prioridad al tema de acondicionar la parte de abajo de su casa (la ampli), cosa que siempre habían dicho de hacer - incluso me habían comentado la posibilidad de alquilarlo - pero que siempre lo retrasaban. Just in case, dijo. Sinceramente, la sola idea de volver a casa de mis padres me da una grima que no puedo con ella (yo no soy el juególogo), pero supongo que debería sentirme afortunado porque, de llegar el caso y tener que abandonar mi casa, no estaría en la calle. Y a pesar de todo, no sé por qué, no me siento tan afortunado.

En otro orden de cosas, ayer me olvidé de celebrar el cumpleaños de Dumas y de, importante, JLo. Hoy hace 29 años del nacimiento del primer niño probeta. Mañana no sé cuando escribiré (seguramente de 8 a 9 de la mañana), porque mi avión para Madrid sale a las 06:25 Zulú y me tendré que levantar a las cuatro y media de la madrugada. Que viendo a qué horas estoy durmiendo estos últimos días no sé si eso es pronto o tarde.

martes, 24 de julio de 2007

De antes de la guerra (que trata sobre las diferencias entre hace 70 años y hoy)

Como mañana estaré en Granada (tierra soñada por mí) durante todo el día y hasta miércoles por la tarde, escribo esto el lunes por la noche mientras mi memoria es fresca y además pienso que es interesante.

Hace unos pocos días hablaba de mi abuela (y que Dios me lo bendiga); este fin de semana fuí a visitarla, cosa que hago menos a menudo de lo que debiera dado que soy, a efectos prácticos, su único nieto y mi madre no suele ir mucho que digamos. Mi abuela me quiere con locura pero tiene sus buenos 90 años que aunque todavía le permiten vivir sola (y cuidado de quién se le ocurra decir otra cosa) pues empieza a repetir mucho las cosas ya que pasa demasiado tiempo encerrada en casa únicamente con sus pensamientos. Cada situación nueva es una anécdota y como la vida en el barcelonés barrio de Sant Andreu del Palomar - porque a pesar de que mi abuela sigue en ocasiones bajando a Barcelona, Sant Andreu hace muchos años que dejó de ser el barrio de las afueras - pues no da para mucho, siempre acaba contando lo mismo.

En lugar de dejarla decir, sin embargo, en esta ocasión planteé una nueva estrategia y la obligué a contarme como fue el día en que se casó. Y hace tanto que tuvimos que sacar lápiz y papel para echar cuentas. Además, la historia tiene interés no solamente por su anacronismo, de verdad.

Frank James Cooper, un hombre importante en la vida de mi abuela

Como mi abuela es de 1917, para encontrar los datos precisos hay que hacer cálculos. Mi abuelo hará 18 años que murió (eso nos pone en 1989) y ese mismo año hubieran hecho 50 años de casados (lo cual nos sitúa en 1939-1940). Como esperaron 5 años para tener a mi madre, eso significa que mi madre es del 45. Los números cuadran.

Bien. Era otra época aquella. Mis abuelos se casaron en sábado, pero tenían sus razones: a mi bisabuela (que se había quedado viuda cuando mi abuela tenía 8 años y un hermano, y desde entonces y hasta el día de su muerte no se separó de su hija) le iba mejor en sábado que en domingo. El sábado por la mañana, prontito, a eso de las 8 ya se estaban casando. Asistieron al enlace el padre de mi abuelo y su nueva mujer (un pionero de la época en esto de las dobles relaciones), mi bisabuela y una amiga de mi abuela. Y su santa madre, claro. Como acababa de terminar la guerra civil española, había escasez de todo. Por eso se hizo una chocolatada-desayuno, con 7 personas incluyendo novios (bueno, esposos) y amigos. La hermana del novio llegó tarde: trabajaba. A eso de las 11 y media de la mañana, todo listo y finiquitado, y cada uno en su casa.

No había mucho dinero para filigranas, así que para celebrar su matrimonio los dos recién casados se fueron al cine Odeón a las 7 de la tarde: Deseo (con Gary Cooper), que echaban. Como mi bisabuela cosía para un sastre y, por tanto, mi abuela también, la mañana del domingo se despertaron temprano: había que hacer el trabajo del día anterior, claro.

El viaje de rigor, un par de días en Montserrat, tuvo que esperar al fin de semana siguiente. Mi abuelo podría al fin disfrutar a solas de la compañía de su recién coronada esposa. Bueno, a solas pero con la suegra. Faltaría más.

lunes, 23 de julio de 2007

Por un minuto (que trata sobre una curiosidad que me sucede desde hace una semana)

Es raro. En la semana y pico que llevo en casa de mis padres (mis padres no están, otro gallo cantaría y a saber dónde dormiría yo si estuvieran) me sucede algo realmente curioso. De todos los días que he tenido que ponerme el despertador, SIEMPRE (menos una vez) me he despertado exactamente un minuto antes de que sonara, independientemente de la hora a la que lo haya puesto.

Además sucede que yo suelo ponerlo en dos fases, la primera siempre cuando en teoría acabo el ciclo de sueño (de verdad que nunca he hablado de esto?) y la otra cuando quiero levantarme. Entre las dos suelo dormitar, que es el mejor momento del mundo, hasta que vuelve a sonar la alarma. Pues en ese caso, siempre voy al reloj un minuto antes de que suene. Desde luego que no es un fenómeno único, pues he encontrado en internet (buscando la respuesta a esto) muchos ejemplos: algunos son este, este, este otro...

John Dillinger, gángster

Hoy, día en el que conmemoramos la muerte del gángster más famoso de todos los tiempos a manos del FBI, John Dillinger, y también del genial actor que encarnó al inolvidable inspector Closeau de la Pantera Rosa, Peter Sellers, no ha sido una excepción. Parece que viva en alerta constante, con todos los sentidos a tope por lo que pueda pasar.

Ayer por la noche eché de menos muchas cosas, aparte de las emocionales que por sobreentendidas no vienen ya al caso. Eché de menos mi vida.

viernes, 20 de julio de 2007

Kiss from a Rose (que trata de forma breve sobre las relaciones personales, entre otras)

Tal día como hoy se empezó a construir la catedral de Burgos, solo que hace 800 años casi (en 1221, vamos), se publicó la ley del divorcio en España (en el 81) y nació Carlos Santana, uno de los guitarristas con más feeling y buen gusto que ha dado la historia. Los tres acontecimientos guardan relación con el 20 de Julio de 2007, hoy.

Teniendo en cuenta que necesariamente vinculo la felicidad a la comunión - perfecta - entre dos personas (algunos no somos a-dependientes), supongo que a nadie debe extrañar el saber que mi relación con Marta, mi mujer, no va muy bien. No ir muy bien es un eufemismo, claro, cuando para un bien común hemos suspendido temporalmente la convivencia conyugal.

Por este motivo, y por todas las razones de ambas partes que han llevado a esta situación, atravieso un momento personal difícil que, por vez primera en mi vida y debo admitir que con no poca satisfacción, ha hecho necesario el acopio de todos los apoyos posibles.

Como me muevo por sensaciones más que por otra cosa, ayer expuse las vibraciones que tenía antes del encuentro de 2 horas y media que nos sirvió para, por lo menos, poder hablar abiertamente de todo como hacía tiempo que no sucedía. No vaciamos la mochila, pero enseñamos - creo - todas las piedras que llevamos dentro; y por supuesto que necesitamos un tiempo no solamente para considerar las opciones que existen sino también la factibilidad de las mismas. Que no es poco.

Lo importante, aunque algunos discreparían de esta apreciación, es que yo a Marta la quiero. Mucho. Puede que, siempre vibraciones mediante, eso sea lo mejor de 4 años de matrimonio y más de 5 de relación. Y puede ser que este amor, que además es recíproco de manera más que evidente, no baste para conseguir la felicidad mutua y completa, que es la única que se debe considerar. O por lo menos la única que quiero considerar.

Como decía al principio de la entrada, tres acontecimientos destacan en la historia del día de hoy: El aniversario de la ley del divorcio en España, por su carácter significativo de ruptura - temporal o definitiva - tiene un simbolismo autoexplicativo aquí. También el cumpleaños de Carlos Santana, porque suya es nuestra canción, rememora y genera sentimientos encontrados hoy.

Y por supuesto, el tema de la Catedral de Burgos, porque un día como hoy se empezaron a poner los cimientos de uno de los edificios más emblemáticos de España, como espero que se pongan hoy los cimientos de una de las relaciones - sea del tipo que sea - más bonitas del país. A eso aspiro por lo menos. Porque, como dije ayer, es posible que pudiera sobrevivir a la pérdida de mi matrimonio, pero dudo mucho que eso pudiera igualarse a la hecatombe que en mi vida supondría perder a la persona, a M.A.P. (P.S. - 310707 - suprimido nombre completo a petición de la propia persona).

Por eso, y por el beso que ayer no tuvimos, le dedico esta canción de Seal y que da título a la entrada de hoy. Kiss from a rose, en exclusiva, para ti.

jueves, 19 de julio de 2007

D-Day revisited (que trata un poco sobre actualidad personal y general)

El Día D, excepcionalmente utilizado por doquier pero cuyo origen reside en la terminología militar, se refiere al día concreto en el que un determinado evento de singular importancia va a llevarse a cabo. Aunque antaño se refería a un combate, hoy se puede referir a cualquier acción no necesariamente bélica. Eso sí, el Día D más conocido fue el 6 de Junio de 1944 cuando el ejército norteamericano invadió la costa de Normandía para empezar a recuperar Europa a los nazis.

Pero hoy es 19 de Julio, el aniversario de la despenalización del adulterio en España pero también, sin embargo, el de la ejecución - en el año 2005 - de 2 jóvenes en Irán acusados de homosexualidad. Ah, y Brian May (guitarrista de Queen) cumple 60 años, que no son pocos.

Para empezar el D-Day de hoy no me puedo quejar. He dormido 5 ciclos completos (no sé si alguna vez he hablado aquí de los ciclos de hora y media del sueño, no lo encuentro...), cosa que no me pasaba desde hace mil años. ¡5 ciclos, ni más ni menos! Sigo cansado, pero no está mal para ser la primera noche en una semana que duermo y descanso.

El problema son las vibraciones, no tengo el buen feeling del partido que vas a ganar. Es una sensación extraña de que lo que has previsto que vaya a suceder cambie desde el minuto 1, descolocándolo todo. Y aunque generalmente soy bueno anticipando situaciones (no tanto como una mujer, que es jugadora de ajedrez per se), las variables son tantas que he dejado de cavilar y pienso ir al encuentro con tan solo mi corazón en la mano. A ver qué pasa. No es la mejor de las técnicas, no cabe duda, y seguro que la más arriesgada peeeero...

Hoy el mundo está conmocionado por el accidente de aviación de Brasil, que ha costado la vida con toda seguridad a más de 200 personas, cuando apenas hace un año otro similar también en el país sudamericano mató a otro centenar. Envío mis pensamientos positivos hacia ese lugar también, y creo que todos deberíamos hacer lo mismo.

miércoles, 18 de julio de 2007

Día del valor (que trata sobre una conmemoración histórica al 18 de Julio, aunque solo de paso)

Hoy es 18 de Julio. Este día ha venido marcado en España por dos grandes acontecimientos: el primero, se produce el "Alzamiento Nacional" en el 36, protagonizado por el general Francisco Franco y que acabaría desembocando en el Guerra Civil española. En otro orden de cosas, el 18 de Julio de 1976 nace Elsa Pataky, responsable también de unos cuantos alzamientos y no solamente nacionales, aunque de otra índole.

El 18 de Julio es también nombrado, por algunos, el "día del valor". Utilizamos "valor" casi siempre en el sentido equivocado, como denostando "valentía" cuando, como mucho, es firmeza a la hora de acometer un acto.

No sé si hoy es el día del valor o del valiente, pero me da que voy a tener que hacer acopio de todas esas cosas si quiero enfrentarme con mínimas garantías al futuro más cercano. Estoy cargado de valor, basta saber si será suficiente.

Sinceramente, menos mal que Elsa Pataky alegra el día.

P.S. Hoy tampoco he dormido más de 3 ciclos completos. Y eso es demasiado poco... pero por lo menos cené, que ya es mucho, y momentáneamente pude evadirme de la realidad.

martes, 17 de julio de 2007

Mallorca, fase 3 - y otros - (que trata sobre una breve actualización del estado en el que estamos)

Hoy empieza Mallorca, fase 3. La fase 1 y la fase 2 concluyeron hace un par de semanas, veremos si el resultado de esta última es algo más satisfactorio. Como recibí noticia ayer de que empezaba hoy la fase 3 (y por pura casualidad, además) aún no tengo claro el curso de acción que voy a seguir en los próximos días.

Simultáneamente, la semana que viene podría producirse una instalación en Granada, si el cliente quiere. La verdad es que no me apetece mucho, pues tengo otros planes en mente y muchas historias que solucionar si quiero irme a la ciudad de la Alhambra con un mínimo de garantías.

Pero bueno, hoy he visto que mi viejo amigo de la infancia Roger Siñol ha respondido en mi entrada de Abril "Como en los viejos tiempos", lo cual me deja abiertas un par de dudas: ¿quién busca entre mis entradas de abril? o bien, ¿cómo se puede tardar tanto tiempo en responder?. La cosa viene al pelo, no obstante, porque ayer tuve en mis manos dos de los objetos que menciona en su comentario. Cosas de la vida, supongo. Quién me lo iba a decir. En fin, mis mejores pensamientos para tí, Roger. Me hizo ilusión leerte :-) Una abraçada, company!

Ayer también hablé con Nur, tras bastantes meses, y tras escuchar que lleva 10 días internada en el hospital (y lo bien que funcionan los hospitales en Galicia) la verdad es que dejó un poco de la ponzoña. Pero bueno, es alegre comprobar que se siguen acordando de ti después de tanto tiempo.

Hoy dormí perfecto - pero perfecto - hasta las 4:30 de la mañana. Estuve remoloneando hasta que a las 7:15 ya no pude dormir más. Pero me fue bien, porque por lo menos me despejé y no llegué con cara de perro a la oficina. Como no tengo coche, aprovecharé para arreglar cosas desde aquí. Lo único que rompe mi concentración son las llamadas que de vez en cuando recibo de mi madre (!!) que, aunque con buena fe, me plantean arrepentirme de haberla hecho partícipe de ciertos detalles recientes.

Esta es la clásica entrada que no gusta a nadie, menos a mi. Qué bien!

lunes, 16 de julio de 2007

With a little help from my friends (que trata sobre el soporte que recibes cuando lo necesitas)

Nota especial: hoy quiero hablar de los apoyos "externos". De aquellos que recibes desde fuera de tu familia (pareja, padres, suegros, etc.) ya que éstos últimos, por lo menos en mi caso, casi siempre se han visto cumplidos con un alto nivel de satisfacción. En los buenos y en los malos momentos. Para que no haya ningún vestigio de reproche en ese sentido, mi más sincero agradecimiento desde la misma introducción.

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No suelo recibir apoyo externo en mi vida. Por la sencilla razón de que a) no suelo necesitarlo y b) no suelo pedirlo. Además, siempre he creído que parte de la gente que está a mi alrededor, parte de la gente que lleva años a mi lado casi de forma incondicional, era partícipe de esta situación. Generalmente estoy al otro lado. Suelo escuchar más de lo que soy escuchado, esa es la realidad, aunque uno de mis principales defectos es que a quién más me gusta hacerlo es a mí mismo.

El problema principal de todas las cosas que uno se llega a oír en la vida es que, si vienen de voces autorizadas y que a priori no te pretenden ningún mal, te lo puedas llegar a creer demasiado. Dependiendo de tu interlocutor, uno no pone las barreras que son necesarias para que lo que se nos dice no nos afecte demasiado. Por mi forma de ser, además, procuro conceder el beneficio de que, por muy descabellada que me pueda parecer una afirmación sobre mí, por el simple hecho de estar dicha por alguien importante debe tener algo de razón.

Y últimamente, de un tiempo a esta parte y siempre de cara a adentro, he recibido un montón de feedback negativo desde múltiples frentes. Muy negativo. Tan negativo que he llegado a plantearme muchas cosas respecto a mí mismo, cosas que afectaban directamente incluso a mi plena estabilidad mental. Merecidamente o no (tal vez desarrollado en una entrada aparte otro día o probablemente nunca, no sé, en cualquier caso de análisis dificultoso), he hincado la rodilla en el suelo. Me he sentido como un tumor cancerígeno que se debía autoextirpar, culpable como es por haber crecido (o decrecido) incontrolablemente. Y en esta vorágine de culpabilidad, rodeado por una intensa nube de confusión, cuesta distinguir las tres "F", como dicen los ingleses: friend from foe.

A pesar de las múltiples recomendaciones en este sentido, no creo que sea un problema de ayuda profesional lo que necesite. Por lo pronto, me reconforta pensar en el frente común que algunos de mis amigos han hecho, apuntalando los cimientos de mi persona a base de intentar hacerme creer que no soy un superhombre (y que por tanto ni puedo ni debo tener la culpa de todo), que necesariamente no puedo ser una patología contagiosa para nadie, que quedan lejos los tiempos en los que dejé de ser un niño rabioso cargado de complejos y que hoy - que no ayer o anteayer - sigo teniendo un valor como persona digno de lo mejor, que se me quiere por lo que soy y no por lo que fuí.

A esas personas, cuya elegancia demuestran con el hecho de que no gastan sus esfuerzos en empujar hacia el otro lado sino que los concentran en sujetarme para que no caiga, y de las que nunca pensé que tuviera que echar mano - qué bueno y qué reconfortante que vinieran por si solas -, les quiero dedicar esta entrada. Para todas, y por todo en lo que ellas creen, gracias. De verdad.

S

viernes, 13 de julio de 2007

Explosión sónica (que trata sobre una curiosidad científica, pero en realidad es algo más)

Todo el mundo ha oído hablar de la "barrera del sonido". Pocos, tal vez excepto Vander ya que no son pocas las veces que ido en jet, conocen exactamente lo que es o lo que sucede al romperla.

Para no hacerlo muy complicado, cuando un objeto se mueve en el aire desplaza ese mismo aire que lo rodea. La forma o la eficiencia en la que lo hace dependen fundamentalmente del volumen del objeto y de su coeficiente aerodinámico. El sonido, que no es más que una variación de la presión del aire, no es una excepción al respecto. Llega un momento en que el objeto se mueve a tanta velocidad que las ondas se aglutinan en la parte delantera de, por ejemplo, un avión. Y la presión, que hasta no hace mucho se consideraba que crecía de forma exponencial, llega al tope. Esta resistencia máxima, de todo el aire desplazándose al máximo de su velocidad, se conoce como "barrera del sonido".

Avión de la Fuerza Aérea estadounidense atravesando la barrera del sonido

Cuando la velocidad del objeto supera Mach 1 (la velocidad del sonido, 1224 Km/h), se produce un estallido sónico, generalmente doble en los aviones (el morro y las alas, por ejemplo). Este efecto se conoce como la singularidad de Prandtl-Galuert. Doy muchos datos para aquellos que sean fans de buscar cosas en la wikipedia.


Caza de superioridad aérea F14B - Tomcat en pleno proceso


Este ascenso y descenso súbito de la presión, capaz incluso de condensar automáticamente el ambiente que lo rodea si la humedad es suficiente, refleja en mí algo más que una particularidad científica.

jueves, 12 de julio de 2007

Grita - Invasión! - y suelta a los perros de la guerra (que trata sobre una reflexión breve sobre la vida y el trabajo)

Sacrifice:

At what price glory? By sanctifying his weapon with some of his own blood, a Paladin of Zakarum is able to increase his efficiency in combat by forfeiting a portion of his own physical essence. This sacrifice is a symbol of faith that even the lowliest Paladin must submit before the Light, in order that he may prove himself worthy of victory.

Effect: Increased damage at the cost of health.

Hace poco, mi hermano pR0 llenaba una página en su blog con un título similar que me encantó. No es devastación la palabra justa que yo busco, así que la cambié por otra que creo que pega más.

Como siempre desde el primer momento que creé este blog, versión 2.0, he intentado mantenerme firme en la idea de escribir exactamente lo que creyera conveniente, sin importarme que el contenido pudiera ofender a un posible lector. Al contrario que otros, este blog se escribe de puertas hacia adentro; y por eso, a modo de "disclaimer", ya aviso que lo que en él está escrito puede resultar indigesto para el que entre. La solución, y ojalá fuera todo tan fácil en esta vida, consiste en pulsar la cruz de arriba a la derecha (arriba a la izquierda en Mac). Y como siempre, entre todas las paridas que digo y entradas raras que escribo, hablo de pensamientos que rondan mi mente al momento.

Hoy, pues, toca hablar del efecto que puede tener el trabajo en nuestras vidas. Para eso he escogido una frase sacada de (cómo no! mi vida no es un juego, es un videojuego!) una habilidad de los paladines de Diablo 2.

En una de las últimas comidas con Gemma, una de las mejores rutinas que he conseguido instaurar en los últimos tiempos y que, a la vez, nunca es una rutina, hablábamos precisamente de esto: de cómo las circunstancias laborales invaden nuestra vida privada, las formas en las que lo hace y de qué hacer para evitarlo (si se puede); sobra decir que la coyuntura de ambos es distinta, pero en ocasiones todos nos llevamos pensamientos del curro en el autobús de vuelta al hogar. Cualquier autónomo o cualquiera que tiene una empresa sabe positivamente lo que significa llevarse el trabajo a casa, aunque en realidad no estés trabajando en casa. Simplemente se genera una situación muy difícil de disociar que genera altibajos mentales en todas las personas (y conozco hoy muchos más autónomos y empresarios pequeños de los que probablemente conocerán todos los que leen este blog a lo largo de sus vidas).

Ante esta circunstancia, fuí aconsejado hace muchos años por mi padre que intentara por todos los medios dedicarle el mayor número de horas al trabajo pero que, una vez hubiera salido del mismo, intentara desconectar. Esta idea la defienden un ejército de psicólogos, libros, especialistas, empresarios y está permanentemente en la lista del "Must Do" de cualquiera que intente preservar su integridad y la de los suyos.

He intentado aplicar esta idea a mi vida cotidiana; intento no hablar de problemas del trabajo cuando no estoy dentro de él, y debido a que por su culpa me veo obligado a viajar a menudo, intento compensarlo no tomándome algunas libertades que podría - y tal vez debería - tomarme. No es una solución perfecta pero es la mía, qué coño. Lo hago lo mejor que puedo. Intento, en definitiva, que el trabajo invada lo menos posible mi vida personal propia, que es lo más importante que tiene cada uno independientemente de lo que se haga con ella.

Los propietarios de una empresa pequeña, que conocen mejor que nadie el concepto de "microeconomía", a menudo nos vemos en la tesitura de que son tan importantes los empleados como el jefe. En una empresa de 100 personas, si se va uno no es un desastre ni un drama. En una empresa de 5, si se va uno es el 20% de la plantilla. Con lo cual intentas combinar que tu gente esté contenta, aunque dicen por ahí que no existe empleado contento. En mi caso, en un alarde de poco mando que en ocasiones se me achaca, escucho a la gente sus preferencias para hacer vacaciones para yo hacer las mías. Tampoco he negado más que en una ocasión una fiesta a un empleado y no suelo tener el "no" por hábito. No me puedo quejar, tampoco: mi gente ha venido a trabajar incluso con la baja, tuve una embarazada que estuvo conmigo hasta 4 días antes de parir y que venía una vez por semana tras el parto durante los 4 meses de reposo que le tocan, por poner un par de ejemplos. Y nunca en la vida he pagado una hora extra.

El sistema funciona porque el deber del empresario pequeño, siempre según MI forma de entender las cosas, no solamente consiste en dirigir la empresa pensando en lo que es mejor para él. O tal vez sí, si piensa que lo mejor para él consiste en que su gente esté a gusto trabajando para otro. El jefe NO es el rey del mundo. Pensar en tus empleados consiste en conocer su coyuntura propia, que casi siempre incluye también la coyuntura de sus parejas, que obviamente tienen su opinión y deseos al respecto. Yo sé cuando las parejas de toda mi gente hacen vacaciones y como tratan todos de congeniarlas y, siempre que para mí no suponga un drama, haré lo posible para que estén juntos por lo menos durante esa época. Pero que nadie ponga en duda una cosa: para mí esto es importante porque PARA ELLOS es importante. Si a ellos les diera igual, por supuesto que no me tomaría ninguna molestia al respecto.

Yo soy así porque creo que el trabajo es un medio y no un fin en sí mismo. Se trabaja para estar mejor a nivel personal, que necesariamente repercute en tu vida fuera del trabajo. La gente que vive amargada es la que deja que su vida laboral trascienda demasiado hacia su vida personal y, muy importante, eso les importa. Si no les importa, pues no pasa nada.

Está claro que hoy en día es imposible concebir alcanzar ciertas metas sin tener muy claros los sacrificios que vas a realizar, y así cierro con la frase que abrí al principio. Cada uno, desde el lugar en que los desempeña. Y el éxito, al igual que en el Paladín de Diablo 2, viene de un sacrificio de sangre. Que lástima que dicho sacrificio se tenga que realizar no solo con la salud propia, que está claro que es así, sino también con
la salud y con la sangre de los demás. Porque la ayuda se da o se pide, no se impone.

Consultadas otras almas atormentadas al respecto, sabiendo lo mismo que yo sé ahora, celebro sentirme apoyado por lo menos coceptualmente (tal vez puede que no sea injusto, tal vez no sea un cortador de alas, tal vez no sea alguien que no comprenda nada, tal vez no sea el más egoista del mundo mundial).

Y tal vez, con esta manera de pensar tan arcaica, nunca llegaré a conducir los mejores coches. Pero mi forma de pensar se ajusta a la de los jefes que admiro y me gustaría imitar.

Estaré disponible para vosotros en Barcelona - para jugar a tenis, por ejemplo y bastante a mi pesar - hasta el 26 de este mes, o tal vez más. Definitivo.

miércoles, 11 de julio de 2007

Como Harry Potter y el Fénix (que habla sobre buenas vibraciones en una pista de tenis)

Concluyo así mi monográfico de tenis de esta semana, ya que ayer volví a jugar tras años de no coger una raqueta. Mi partner, Manel Van-a-Clocha, me regaló la Slazenger Pro Braided nueva de Henman como regalo de aniversario.

Mis sensaciones en la pista fueron las siguientes (recordemos, estilo juegologuil): no es tanto un problema de que falles más bolas por haber perdido técnica, fallas bolas porque pierdes casi todo tu movimiento de pies (y si además nunca ha sido tu punto fuerte...). No hay que olvidar que Federer tiene probablemente la mejor anticipación del circuito y eso es gracias a un impecable movimiento de pies que siempre le coloca en la mejor posición para efectuar el golpe.

Siguiente punto: hay una gran diferencia entre lo que creo que puedo hacer y lo que puedo hacer en realidad. Y eso se traduce en fallar muchas bolas porque de nuevo no tienes el toque de antaño. Es normal que ese revés paralelo se vaya si es el primer revés paralelo que pegas desde 2004.

Tercer punto: que bien que va la Pro Braided para la volea y el saque. Ayer pude volver a hacer mi primer Ace en un Tie-Break y ganar un punto con el clásico saque-volea. Cuando hace más de tres años que no lo haces, es reconfortante comprobar que la muñeca sigue firme para volear desde media pista.

Cuarto punto: el bajón de forma física general es brutal. No estoy gordo pero me siento como si pesara 583 Kg. Después de 1 hora y 20 minutos estaba literalmente para el arrastre. Noté algunos pinchazos en el brazo al intentar pegar el latigazo de derecha, menos mal que con los años fuí cambiando la empuñadura para pegar cada vez más plano, que beneficia la musculatura del antebrazo. Sorprendentemente, y aunque solo saqué 30 veces, mi hombro está relativamente bien, que es lo que más sufrió cuando hice un revival de tenis hace 3 años xD

Quinto punto: qué bien me sienta la ropa de Federer. Meter no meto una, pero qué guapo estaba xD En serio, no estoy acostumbrado a este tipo de prenda tan fina y con ese porcentaje de licra en lugar de algodón clásico (aunque sea Dri-Fit), no te sirve para "secarte" el sudor, pero es mucho más ligero y transpira de maravilla.

Sexto punto: qué bonito es el tenis, coño. Lástima de la puta arcilla de los cojones.

martes, 10 de julio de 2007

Hoy vuelvo a jugar (que trata sobre un paso importante en romper la tendencia involutiva)

Hoy volveré a jugar a tenis. En serio. Toca ponerse las pilas, toca empezar a preparar el campeonato de Catalunya de +35 que jugaré dentro de unos años. Se ha iniciado la cuenta atrás.

En la línea de grandes acontecimientos que deben sucederse en mi vida para cambiar la tendencia negativa y hacer surgir un punto de inflexión, creo que este deporte (que compaginaré con el golf, que me encanta y es el único que puedo jugar sólo y contra mí mismo) puede ser un factor clave en ello.

No solamente porque a todos los sentidos la práctica de un deporte es harto beneficiosa para cuerpo y mente, sino porque en una pista todo se ve diferente. Todo depende de ti. Todo lo haces tú. Cada servicio y cada volea, cada winner, cada remate. Dios, me muero de ganas de jugar.

Y por ello, tal y como hizo mi hermano en su blog, hay que empezar por la base. He decidido apalabrar (las iré a buscar a la tienda esta tarde), unas zapatillas deportivas para irlas a buscar por la tarde. Son las de la foto. Que sean el modelo de Roger Federer no tiene nada que ver. Están bien, tienen buenas referencias, son discretas (es el estilo del suizo) y me apetecen.

lunes, 9 de julio de 2007

The talented Mr. Federer (que trata sobre lo que ocurre cuando consigues enfocar tu talento natural en algo)

Ayer por la tarde, en 3 horas y 45 minutos, Roger Federer se proclamó vencedor de su quinto Wimbledon consecutivo al ganar la final contra Rafa Nadal en 5 sets: 7-6/4-6/7-6/2-6/6-2. De esta forma, el suizo consigue su quinto título del All England Club consecutivo, una gesta solamente alcanzada por Bjorn Borg entre los años 1976 y 1980, acercándose así a los siete títulos del mítico Pete Sampras a finales del siglo pasado.

Pero una vez finalizado el titular, llega el momento de hablar de lo que no se pudo ver por televisión. Para empezar, creo que sobra decir que el tenis en sí me obsesiona. Y ya sabemos lo que ocurre con mis obsesiones: me convierto en una base de datos esponjosa que intenta conseguir el máximo número de estadísticas y el mayor número, convitriéndome en un "teórico" de la materia. Y si realmente lo llevas en la sangre, te impide ver tenis desapasionadamente. Me ocurre con muchas cosas, desde la más tonta hasta la más importante, y esta no es una excepción.

Ayer pudimos ver la clásica lucha de la fuerza contra el talento. Evidentemente que el tenis ha cambiado mucho en sus más de 125 años de historia y hoy día es impensable encontrar un jugador entre los 25 mejores del mundo que aúnen necesariamente esas dos cualidades. Por eso, es obvio que Nadal es a la par fuerte que talentoso y Federer, un tenista de clase, tampoco se queda corto de facultades físicas. Es lógico, porque para ser campeón hoy en día no puedes serlo con una mesa de la que cojea una pata.

Pero si se tuviera que señalar el aspecto fundamental de cada jugador, un rasgo característico que lo etiquete para el gran público o un adjetivo que lo haga fácilmente reconocible por todos, en realidad es sencillo: Sampras era un net-rusher, Agassi un heavy-hitter, Hingis destacaba por su variedad de golpes, Muster por su físico, Rod Laver por su clase en la red (como Patrick Rafter, otro "gato")... y en los españoles, Bruguera por ese "latigazo", Emilio por ser una clase de tenis en vivo, Arantxa por su espíritu de lucha, Corretja por ser el mejor defensor que ha dado nuestro tenis, Moyà por ser un jugador tan redondo, etc.

Nadal aúna un sinfín de cualidades: pega muy duro, tiene una gran mentalidad que casi nunca se viene abajo... pero por encima de todo, es FUERTE. No me refiero solamente a fortaleza física (que es evidente) sino a que casi todo su tenis se basa en la fuerza y la resistencia: su potencia en los golpes, su forma de llegar a todas las bolas - y meterlas -, su invencibilidad mental, su capacidad para hipermotivarse a la mínima... es un gran jugador. No me gusta su estilo y debo decir que me aburre soberanamente ese tipo de juego del tenista que, como decía el propio Corretja, siempre pasan una bola más que tú. Pero es indudable que Nadal es, probablemente, el tenista más completo que ha dado España (coñññooo) con diferencia. Es un Michael Chang, un Washington, un Muster moderno y bueno. Bueno de verdad. Está un peldaño por encima del resto.

El problema de Nadal tiene nombre y apellido: Roger Federer. He tenido 2 jugadores favoritos en mi vida antes que Federer, dos súper-clase llamados Stefan Edberg y Pete Sampras. Yo crecí queriendo jugar como Edberg. Yo crecí queriendo tener la clase de Sampras. Ambos eran clásicos jugadores de servicio-volea, una tipología de jugador que tras la retirada de la última hornada (Sampras, Ivanisevic, Rafter, Krajichek) y de la penúltima (Becker, Stich, McEnroe, Edberg) se ha ido extinguiendo. Solamente el británico Tim Henman, un jugador al que vale la pena verle jugar solamente por la clase y la plasticidad de su tenis, sobrevive con un estilo de sacar y subir en todas las superficies.

Como decía, el problema de Nadal es mi jugador favorito, Federer, que con el de ayer acumula ya 11 Grand Slams. Sobra decir que Federer es bueno y que la característica fundamental que atesora es su talento. Federer es el ejemplo perfecto de lo que ocurre cuando pones a alguien que ha nacido para algo en concreto a hacerlo; su característica principal es... que lo hace todo bien. Sirve con la consistencia de Sampras, volea bien, tiene potencia en los golpes de fondo, tiene una infinidad de recursos a su disposición y no tiene puntos débiles. Sampras suele decir, y lo tomo como una voz autorizada, que Federer ganará alrededor de 18 ó 19 grandes. El americano Agassi, que protagonizó una bella rivalidad con Sampras la década pasada y que algo de tenis sabe también, admite que jamás se había enfrentado a un jugador tan completo. Que todo el mundo tiene sus puntos débiles... menos Federer. Bueno, tiene uno: Rafael Nadal.

No sé cuantas veces he visto la final de 2001 de Wimbledon (porque si hay que ganar en alguna parte y te gusta el tenis DE VERDAD, el mejor sitio es el All England Club, que no en vano es la Catedral) entre Rafter e Ivanisevic, ya que compré el partido en la web de Wimbledon - una de las pocas cintas en VHS que conservo - y estoy seguro que la final de ayer también será de las más recordadas.

Y digo esto porque ayer se demostraron muchas cosas: la primera, lo bueno que es Nadal, que tuvo contra las cuerdas a Federer en dos momentos clave del partido: el tercer y quinto juegos del último set, con 15-40 sobre el servicio del suizo. La segunda, lo bueno que es Roger Federer, levantando esas 4 bolas de break y encadenando su siguiente servicio tras el break con 3 ace y un punto de servicio, para ganar su quinto Wimbledon consecutivo.

Porque el suizo, que lleva disputadas ya 13 finales casi consecutivas de Grand Slam y no tiene entrenador, tuvo un partido difícil en la central del All England Club. Pero no olvidemos que jugaba en su jardín: el jardín de Roger Federer. Probablemente el mejor jugador de todos los tiempos.

viernes, 6 de julio de 2007

Transformers (que no trata exactamente de la película sino de las series de antaño)

Esta semana (anteayer, ayer, hoy, no sé) estrenaron Transformers, la película. Está en la línea de adaptación de comics y series de antaño que tanto está de moda: Spiderman, X-Men, Daredevil, 4 Fantásticos, etc.

Sin embargo, Transformers es algo distinta. No lleva el sello de Marvel o DC sino que la memoria que tenemos de ella es gracias a los dibujos animados que pudimos ver hace entre 15 y 20 años, mucho antes del monopolio anime japonés que copa las televisiones de hoy en día. Recordemos cuando los dibujos venían doblados en ese español "neutro", acento que necesariamente debemos utilizar si queremos imitar al Oso Yogui, a Scooby-Doo, a los Autos Locos o a cualquier dibujo animado de la Warner que se veía por la tele.

En aquella época no nos preocupaban estas pequeñeces y gracias a ellos aprendimos estilos distintos de decir las cosas. Nunca fueron los Autobots y los Decepticons, eran los "Desepticons". Y Yogui paseaba por sus "arrestes montañas". Los "Cops" (Comando Organisado de Polisias Superiores) contaba entre sus integrantes a Masa (no Maza) y Barricada.

Hoy se han perdido todas estas series: Dartacán y los tres Mosqueperros, La vuelta al mundo de Willie Fog, Sherlock Holmes, va de aquí p'allá Inspector Gadget (no decía eso, pero de pequeño yo lo decía así), He-Man y los Masters del Universo (yoooooo tengoooo el podeeeeer!!), Dragones y Mazmorras... vamos, de la época de cuando los dibujos se emitían en prime time, a las tres y media de la tarde después del telediario los fines de semana.

En España, la televisión autonómica de Catalunya tuvo mucho que ver en la forma en la que se entiende hoy la programación "infantil", y también hay que dar kudos a las privadas. TV3 empezó a emitir japonesas a saco: Bola de Drac, Muscleman, el Dr. Slump!... y pronto también llegaron Oliver y Benji, Caballeros del Zodiaco...

Pero hoy mi recuerdo está a las primeras de todo: hoy soy fan de Optimus Prime.

jueves, 5 de julio de 2007

Tiempo sin tiempo (que trata de una breve reflexión acerca de las limitaciones propias del día de 24 horas)

Nunca tenemos tiempo. No hay tiempo para nada. Hemos construido nuestra existencia de tal forma que apenas tenemos espacio para hacer lo que queremos, en la línea de lo que expliqué en su momento en esta entrada. Pero eso no es todo, a veces es incluso más enrevesado.

Eventualmente nos damos cuenta de esta situación, sin importar lo contentos que estemos en nuestro trabajo: hacemos propósitos de año nuevo (hay que ir al gimnasio, hay que apuntarse a inglés, hay que sacarse el carné, hay que retomar el contacto con ese amigo que hace tiempo que no ves...), pero la realidad es que apenas los acabamos cumpliendo. Nos vemos tragados por esa rueda que llamamos rutina.

El día tiene 24 horas y da para lo que da, sin más, y me gustaría de verdad que en lugar de 24 tuviera 30. Aunque eso supusiera vivir menos años. Viviría menos tiempo, pero ese tiempo sería más completo. Creo que la humanidad necesariamente tiene que plantearse el hecho de no solo cómo nos ganamos la vida, de nuevo como ya dije hace algunos meses, sino también ser conscientes del tiempo que empleamos para ello.

Es decir, no solamente somos la especie más enrevesada en cuanto a organizar nuestra supervivencia, sino que somos la que emplea más tiempo para ello. Hoy, de algún modo, me gustaría encontrar el momento para poder volver a coger la raqueta e ir a jugar a tenis, pero tengo que quedarme en la oficina necesariamente hasta no sé qué hora, aunque no haga nada. Y claro, no puedo traer el tenis hasta mi oficina.

La palabra "necesariamente" es la clave, claro. El mayor lujo de esta vida, mucho más allá que el dinero, es el poder usarlo para algo.

El problema es que a veces incluso cuando tenemos la posibilidad, parece que nos cueste hacer algo que se sale de lo "normal". Lo apartamos por cualquier banalidad, lo que es ciertamente una tristeza absoluta...

Sólo me pasa a mi?

miércoles, 4 de julio de 2007

¿Por qué no antes? (que trata sobre como las chicas de 15 años han cambiado... en 15 años)

Ayer fuimos a cenar a un restaurante italiano (y por hacer una excepción, este lo llevan italianos) de la playa de Palma de Mallorca, la ciudad -recordemos- que no la isla. Como la lasaña y la escalopa milanesa fueron decididamente demasiado para mi estómago, tuve que levantarme para dar una vuelta a bien de que la desmesurada ingesta de alimentos encontrara sitio hacia abajo y no hacia arriba.

Ya era oscuro, pero todavía había gente en la playa paseando con el perro (había una pareja con un cachorro de dálmata precioso), algún que otro kumbayá no-woman-no-cry y ciertos guiris que se pensaban que la marcha en España (coñññoooo) empieza a las 22:30. Por mucho que, eso sí, Mallorca sea una isla poco española en cuanto a ocupación durante el verano.

La cuestión es que mientras estaba sentado en el bordillo que separa el paseo de la arena, a un campo de baloncesto de distancia oí unas voces y vi que había un conjunto de 5 ó 6 niñas de 15 años en la arena recogiendo las toallas y jugando a no-se-qué. Total que me pareció oir que una de ellas decía que podrían bañarse y, ni cortas ni perezosas, se empezaron a quitar camisetas, pareos, pantalones y la parte superior del bikini. Coñe, era de noche pero había un huevo de gente en el paseo que las podía ver, y la mayoría iba en tetas. Pim pam.

Esto no pasaba hace 15 años, cuando mis amigas tenían 15 años. Aunque me consta de primera mano que, ehem, algunas de ellas se colaban de noche en la piscina del club para bañarse desnudas, esto era muy poco habitual. Esta frescura para con el cuerpo propio y el cero pudor a enseñarlo a los demás creo que es un invento moderno. Aleluya, o sea, qué bueno que puedan disfrutarlo los chicos que hoy tienen 15 años.

Pero para un verdusco como yo este invento llega tarde, joder.

martes, 3 de julio de 2007

Con niños no, por favor (que trata sobre los aviones y los críos)

Estoy en Mallorca, fase 2. La fase 1 fue un desastre; la fase 2 pinta igual.

Y tal y como pasó en el viaje de ida, y que lamento no haber puntualizado entonces, ha empezado igual. En el vuelo de Air Europa de esta mañana viajaban en el avión alrededor de 20 niños. Y digo niños a las criaturas que se encuentran en edad de no poder razonar con ellos pero que ellos creen poder razonar contigo. NO son monos ya. Ya no tienen el encanto de los bebés. Tienen 3, 4, 5, 6 años. Hasta 8 ó 9, creo. Son porculeros. Los bebés o bien lloran (sic) o bien se comportan infinitamente mejor, pero bueno. En fin, razones por las que los billetes de los niños deberían costar 10 veces el precio del de un adulto al contrario que en un parque de atracciones. Y en forma de lista, al estilo juegologuil:

1- No controlan el volumen de su voz. Gritan. Siempre.
2- Esa necesidad imperiosa de llamar la atención. Y cómo no, gritando.
3- No duermen, coño. Ostias, podrían quedarse dormidos de una puta vez y callar, joder.
4- Pegan patadas al asiento. A MI asiento.
5- Los putos padres no les dicen nada. Al final, cuando te giras (inaudito en mí, pero hay que imaginar hasta qué punto me estaban tocando los cojones), el padrecito o la madrecita de turno les aconseja dejar de patear el asiento porque "podrían" molestar a ese señor. Whereas "ese señor" = yo.
6- TODO les impresiona. UAAAAAAAAAAAAAAAAALLLAAAAAAAA!! Es el motor. MIRAAAAAAAAAAAAAAA!! Sí, vamos deprisa. PAPAAAAAAAAAAAAAA!!! Las nubes, sí.
7- Las mesas. ¿Qué coño les pasa con las putas mesas? Abrir - cerrar. Abrir - cerrar. Abrir -cerrar - abrir - cerrar - abrir - cerrar - abrir - cerrar. ¿Cuántas veces tiene que repetir el puto movimiento hasta que su padre le diga que deje la puta mesa en paz, joder?

Dios Nintendo inventó la Gameboy para algo, coño. Después llegan los tontos de seguridad aérea y dicen que tener enchufada la gameboy es peligroso para la aviónica y puede causar interferencias. Evidentemente el tío que lo dijo no vuela con niños en el asiento de atrás. La Gameboy, cloroformo, Herodes resucitado... daría cualquier cosa para que mañana, en el viaje de vuelta, no vuelva a tocarme por cuarta vez consecutiva, viajar con niños en el asiento de atrás. O eso o pido última fila.

lunes, 2 de julio de 2007

Mi abuela - y que Dios me lo bendiga (que trata sobre las abuelas en general)

Este domingo tuvimos una de esas comidas familiares que tanto me gustan, que en teoría sirven para celebrar algo pero que nunca tienes esa sensación de que estás celebrando nada. Comimos con mis padres, mis suegros, Marta y mi abuela.

Mi abuela es la madre de mi madre, y la única que queda viva. Nació en 1917, o sea que tiene unos hermosísimos 90 años. Tiene mérito eso de llegar a los 90 años, la verdad. Tiene mérito porque provienen de una generación que las pasó muy amargas. Sobrevivieron a la primeras post-guerra, a la guerra civil, a la segunda guerra mundial, a la represión franquista en Catalunya (mi abuelo estuvo encerrado un par de semanitas bajo pena de muerte), al hambre y a la miseria, etc etc.

Ondia, y aún así, 90 años. Pim pam. Honestamente yo no creo que dure 90 años cuando he tenido una vida mucho más llena de facilidades.


Ya no está "perfecta", no obstante. Aunque vive sola desde hace más de 15 años, en un piso con unos escalones que me cuesta a mí subirlos, y es bastante autosuficiente... la realidad es que evidentemente la edad se le empieza a notar. A ver, hace 4 años la operaron de la cadera para ponerle una prótesis y mira, tan pancha, pero empieza a repetir mucho las cosas. Supongo que eso se debe a que en su vida no hay tantas cosas que contar ni tanta gente a quién contarlas, con lo que cuenta siempre lo mismo a las mismas personas. Eso sí, la memoria a largo plazo la tiene intacta y aunque es super-cabezota (que imagino que es propio de la época también), todavía se puede razonar con ella.

Mi abuela es el claro ejemplo de amor incondicional, de que se conforma con poco y que no te da más porque no tiene más. Es mi mayor fan sin lugar a dudas y cuando a veces me tiro un farol y me dicen que si no tengo abuela... pues es mentira. La tengo y bien maja que es :-)