viernes, 29 de febrero de 2008

Bi-siesto (que trata sobre el calendario, entre otras cosas)

Hoy es 29 de febrero, para muchos un día fantasma. Algunos datos curiosos que vale la pena tener en cuenta (y que por lo menos el escribir - y leer - este blog resulte mínimamente útil).

En tiempos de la antigua Roma, el día se añadía antes del sexto de Calendas (Calendas era el primer día de cada mes, en este caso Marzo); es decir, se ponían 24 horas más justo antes del sexto día previo al primero de marzo. El sexto se repetía, vaya. Y de hacer un bis al sextus, nació bissextus. chúpate esa con los romanos. Otros datos:

- Todo el mundo sabe que cada cuatro años hay uno bisiesto, en el que se añade un día al final de febrero, pero...

- No todo el mundo sabe que esto lo estableció así Julio César, modificándolo luego Gregorio XIII. Sin embargo...

- Todo el mundo sabe que eso se debe a que el movimiento de traslación completo de la Tierra alrededor del Sol dura 365 días y casi seis horas, pero...

- No todo el mundo sabe que el "casi" es la palabra clave, y por lo tanto implica inexactitud. De hecho, solamente son bisiestos aquellos años que son divisibles por 4, como 2008. Los años que son divisibles por 100, como 1900 por contra, NO son bisiestos. ¿Y el año 2000?

- La excepción son aquellos años que son divisibles por 400, como el año 2000, por lo que éste sí que fue bisiesto. Es decir, en el espacio de 400 años habrá 97 que serán bisiestos.

En algunos países, el 29 de febrero era símbolo de superstición. Para otros, un día de jolgorio porque era un día "gratis". Yo no sé si es de buen augurio o de mal augurio, la verdad, pero estoy en una época en la que - por primera vez en mi vida y en según qué aspectos - que todo siga igual y que nada cambie, que gocemos de un día gratis, me mola. Me mola mucho.

jueves, 28 de febrero de 2008

Como volver al colegio... (que trata sobre el inicio de un nuevo ciclo en mi vida)

Dado que mi grado de aportación al campo femenino debe haber bajado algunos enteros, he podido liberar parte de mi tiempo para acometer nuevos retos.

Hoy empiezo un nuevo proyecto en mi vida, un nuevo curso, de manera más literal de lo que pudiera parecer la metáfora, en el que he depositado grandes esperanzas y que seguro me pondrá a prueba. Ignoro si es un gran momento, dadas las circunstacias personales que no favorecen la concentración y que precisamente requieren de mi persona que me distraiga. Pero poner este tipo de presión, y de paso comprobar hasta donde exactamente soy capaz de llegar, a la larga resultará beneficioso para mí. O me consumirá, claro.

Si Nietzsche hablaba de la "voluntad de poder", yo me muevo con la voluntad de saber, que no es lo mismo ni tiene nada que ver pero queda bien en la frase. Espero ver los resultados día a día, partida tras partida de Trivial.

No tengo ni idea de cómo empezar. Ya veremos si soy capaz de arreglármelas :-)

miércoles, 27 de febrero de 2008

Detalles y adornos absurdos (que trata sobre aquellos complementos pensados para afear algo)

Igual que hay bebidas con alcohol y bebidas sin alcohol, existen días "con" y días "sin". Este "sin" - que nada tiene que ver con el pecado inglés (o sí, quién sabe)- es muy general, pero creo que sirve para resumirme el estado general de mi nación. Menos mal que pude desfogarme un par de horas en la pista de tenis y que casa es más casa desde hace un par de días.

Además, ayer empezamos radioterapia, con lo que las próximas 5 semanas toca ir al hospital todas las mañanas.

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Ayer estaba visitando un cliente por la tarde y al dejar el coche de los dibujos animados aparcado, reparé en un Mercedes SL 500 (creo) que estaba una fila más allá. Estamos hablando de un coche caro y, con la inquietud que caracterizaría a los chavales de 13 años, siempre tienes la tentación de acercarte un poco. Mientras pasaba por al lado y dejaba de observar aquellas llantas tan gordas... ñaca! Echo un vistazo al interior de piel y madera y ¿qué encuentro? Un AMBIPUR colocado en la salida de aire acondicionado del salpicadero.

Joder, qué gatillazo. Es como desnudar a una tía que está buenísima y que al final tenga rabo.

Pero es que el Ambipur es feo de cojones. Pienso que el tío que se encargó del diseño tuvo precisamente en cuenta este aspecto; es decir, se esforzó en diseñar un producto que fuera desagradable a la vista, arisco a los ojos de la gente. En definitiva, horroroso.

No es el único, sin embargo. Otros abalorios rozan el mismo nivel de fealdad, ya por sí mismos o por lo desfasados que están. Hace una semana ví un Audi A3 con un Elvis colgado del salpicadero moviendo las caderas. En fin. ¿Y el ventilador colocado en esa posición haciendo las veces de aire acondicionado? Bien es cierto que es mejor que nada y que éste último es un recurso hasta gracioso, pero bonito no es. Además que mi padre, antaño, se lo regaló a mi padre cuando le prometió que le pondría climatizador al coche... que hay que tener cojones.

También la gente solía llenarlos de pegatinas, tipo "Un poquito de por favor", que hacían gracia al principio, ahora ya no tanta. Es como la gente que llevaba las maletas llenas de pegatinas de los sitios en los que había estado: al principio era por necesidad, las ponían en el propio aeropuerto, al final la gente solamente las ponía para vacilar en la cola de recogidas. Qué triste.

No es el único ejemplo el de los coches, pero sí uno de los más notorios por su popularidad. Iré actualizando a medida que se me ocurran.

martes, 26 de febrero de 2008

Si es que son como niños... (que trata sobre el debate de ayer Zapatero vs Rajoy)

Bueno, ayer fue el primer cara a cara entre dos candidatos a la presidencia del gobierno y, dice la historia, que no había uno desde 1993. ¡1993! DIOS MIO! ¿Han pasado ya 15 años? Joer, pero si lo recuerdo perfectamente. Debe ser que la historia se equivoca.

El caso es que ayer se dieron de bofetadas en vivo y en directo tanto el presidente del gobierno J.L. Rodríguez como al cabeza de lista de la oposición, M. Rajoy. Aunque se auspiciaba bastante más divertido, lo cierto es que me aburrí bastante. De hecho, menos mal de una discusión paralela que mantuve al tiempo y, a pesar de que me sacan de quicio, fue mejor que el debate en sí mismo.

Mi análisis del supuesto debate es el siguiente:

1. Debate no hubo. Fue una sucesión de monólogos de 2 minutos.
2. Rajoy empezó mejor, leyendo la cartilla a Rodríguez que ni veía de dónde le venían los golpes.
3. La defensa socialista se centró mucho en el pasado, en hace 4 años, en el 11-M... Cosas que no deberían utilizarse en la actualidad. Pareció como si a los de la izquierda les faltaran argumentos para defenderse del hoy y tuvieran que recurrir a los del ayer. Eso no me gusta.
4. Rodríguez acabó bastante mejor de lo que empezó, adueñándose del último tramo del combate, especialmente en lo que respectaba a política social.
5. La cámara no quiere a Rajoy y eso se nota. Estaba contínuamente mirando a izquierda y derecha, faltándole una sensación de seguridad.
6. Rodríguez interrumpe mucho, demasiado y desde el principio del debate. Lo suficiente como para resultar molesto. Lo considero una falta de respeto porque, al tiempo, no me entero de lo que dice el otro.
7. Rajoy perdió fuelle en la segunda parte, cuando ambos estuvieron más agresivos, y permitió a su contrincante adueñarse de los eslóganes.

En definitiva, yo considero que técnicamente y a los puntos Rajoy convenció un poco más, especialmente en los primeros dos tercios del programa. Es mucho mejor orador que Rodríguez Zapatero con diferencia; sin embargo, si unimos la previa que hubo Solbes vs Pizarro y lo metemos en plan tándem, Solbes + Rodríguez vs Pizarro + Rajoy, es mucho más difícil de juzgar. Lo que sí me gustó es que el PSOE me sonó menos extremado y el PP menos rancio, cosas que odio con fuerza en ambos partidos.

Hay que tener en cuenta que el PP juega con hándicap, que es la única palabra que creo que define a contar con Acebes y con Zaplana en la plana mayor del partido. El PSOE tiene un equipo mucho menos malo en ese aspecto. Claro que el hecho de que los socialistas y ERC vayan juntos de la mano me tira un poco para atrás, sinceramente.

Y pasando directamente a lo superfluo, de los populares me encanta que no traguen a la SGAE. De hecho, ayer dibujé en mi mente una realidad en la que ganaba el PP y enviaban a Ramoncín a tomar por el culo... y me gustó. Después hubiese eliminado a un... ummm... no sé... a unos cuantos de la derecha o incluso hubiese re-hecho las elecciones, solamente para aniquilar a los chupasangres de la sociedad general de autores españoles.

Ignoro cuales son las propuestas de una formación y de la otra porque ninguno tuvo a bien explicárnoslas en el debate de ayer. Esperemos que se lo guarden para el del próximo lunes, porque aparte de tirarse los platos a la cabeza también me gustaría saber qué tienen pensado hacer cuando se acaben esos platos.

En definitiva, el cursillo rápido de demagogia que ayer impartieron a partes iguales Rodríguez y Rajoy estuvo bien para aquellos a los que les haga falta. Un poco más de política de verdad tampoco estaría mal.

lunes, 25 de febrero de 2008

El placer de que te pidan cosas (que trata sobre peticiones de diversa índole, en general)

Ayer volvía de Barcelona de grabar un podcast a las once de la noche y, en el camino de regreso, le iba dando vueltas a la situación que me había llevado a perder 5 horas y media para grabar un programa de 45 minutos. Me habían pedido que por favor asistiera en persona al estudio y lo hice, simplemente. Hubiese preferido la comodidad de estar en casa durante los 90 minutos escasos que la mayoría del resto de contertulios invirtió en el proceso, pero bueno.

El caso es que no era la primera petición del día; antes, por la mañana, tuve visita sorpresa en el club y una chica joven - en palabras de su propio padre y tampoco TAN joven según mi parecer - me estaba esperando en el bar tras un par de horas de tenis. Es de esas visitas que nunca por inesperada es menos bienvenida, claro.

I got lectured, yesterday. O en castellano, que suena igual de bien y viene a ser lo mismo, fuí sermoneado durante los 90 segundos más largos de mi vida. Y porque no acostumbra a pasar, es digno de mención aquí.

Dar una charla a alguien, que no es lo mismo que charlar con alguien, implica necesariamente que ocupas una posición mayor con respecto al sujeto de la charla y a su objeto directo. Y como "sermonear" casi siempre se usa en términos de moralidad, no deja de ser gracioso que la sartén le hable al cazo de cómo funcionan las cosas en la cocina. Y vive Dios, creo, que debo ser de las últimas personas a las que un discurso moral puede provocar algo más que un leve pestañeo, no porque desconozca o esté inmunizado ante los conceptos de bondad o maldad sino porque, aún conociéndolos, ponerlos en una argumentación ante mi persona no suele surtir ningún efecto. Ni a favor ni en contra, ojo. Es como oír llover estando en casa: incluso mola el sonido de la lluvia golpear contra techo y ventanas, pero mojarte no te mojas. Pues lo mismo.

En otras palabras: no soy difícil de convencer, pero no se conseguirá mediante un "está bien" o "está mal", "le haces bien" o "le haces mal". Eso no es una razón en sí misma. Por lo menos casi nunca.

Pero como soy hombre y por ende débil, basta con que me pidas una cosa con un razonamiento medianamente convincente o, por el contrario, con cara de gatito pidiendo mimos. Debo admitir, pero y con un testigo de excepción y excepcional presente, que ayer había más de lo segundo que de lo primero. Me hubiese enternecido más que el objeto de la petición hubiese sido un poco menos egoísta, un poco más desprendido pongamos, pero para el caso... patatas.

Así que siguiendo su propia estética literaria que tanto le gusta, no ho tornaré a fer, de verdad. Porque tú me lo pides ;-)

viernes, 22 de febrero de 2008

Coches, aeropuertos y párking (que trata sobre cómo se puede perder un coche en un aparcamiento)

Ayer regresé de Madrid(t,z) a las 19:00. Inmediatamente salí por la terminal B de llegadas, pasando por la miríada de gente que te mira cuando sales por la puerta bien por simple curiosidad, bien esperando que fueras aquella persona a la que realmente querrían que apareciera por la puerta.

Me dirigí a las cajas automáticas a validar el tícket y salí en busca del coche de los dibujos animados, el Beetle de mi madre, en el lugar que yo creía haberlo dejado... pero no. Busqué arriba y abajo... pero no. No estaba allí.

No era la primera vez que perdía el coche en un párking y por supuesto que no era la primera que lo hacía en el aeropuerto. Recuerdo aquella vez que estaba tan seguro de que lo había dejado en un sitio y que no estaba (y tras buscar durante una hora y media), así que me dirigí a información del aeropuerto a montarles un pollo porque me habían robado el coche. Después de cuestionarles las medidas de seguridad - de mierda - del aparcamiento, un señor me llevó con su motorcilla a dar una vuelta y finalmente lo ví allí, colocadito, bien puesto. Pensé en no decir nada y memorizar su ubicación para volver más tarde, pero decidí bajar los cuernos y decirle la verdad. Que yo era un gilipollas, vamos.

Ayer estuve alrededor de 40 minutos buscando y ante la perspectiva de pasarme 2 horas más, decidí tomar un atajo. Así que abordé a un coche que salía y le dije al conductor que había perdido el mío, que si me acompañaba en el suyo a dar una vuelta por el párking. El hombre accedió, admitiendo - por cortesía - que era normal y que a él también le había pasado (supongo que para no decirme que era gilipollas, vamos) y estuvimos un rato buscando sin éxito. Pero por lo menos acotamos mucho el radio de búsqueda y no quería abusar más de mi taxista improvisado.

Lejos de desistir, pero, levanté la mano para abordar a un segundo vehículo para continuar la hasta entonces infructuosa busca mientras, al tiempo, Mònica se descojonaba al otro lado del teléfono. Y en aquel preciso momento, mientras el conductor ya bajaba la ventanilla, lo ví. Estaba en la parte más alejada del párking, tras un todoterreno gigantesco que me bloqueaba su visión (ya, claro, la culpa es del todoterreno, no? Claaaaro, claaaaro). Tenía la clásica postura de coche de cómic, que te da la impresión de que si le silbaras acudiría al instante guiñándote un ojo.

No será la última vez que me pase, estoy seguro, pero ésta ha sido la ocasión en la que he tenido más morro :-)

jueves, 21 de febrero de 2008

Por un bocata de calamares (que trata sobre los platos típicos de los lugares)

Durante la jornada de ayer y la de hoy he estado en Madrid, que los catalanes pronunciamos Madrit y los de allí lo hacen Madriz. Probablemente sea la segunda ciudad de España en la que paso más tiempo e incluso ya uso las nomenclaturas clásicas de los habitantes de allí cuando circulo: bajo "por la de Andalucía", para irme siempre cojo "la de Barcelona" y suelo visitar clientes que están "en la de Toledo".

Es bien cierto que España es grande, mucho más grande de lo que la gente se piensa. Medio millón de quilómetros cuadrados dan para mucho y desde la ciudad condal, hay 1200 desde punta a punta. Como prácticamente me la he recorrido ya entera, y eso es menos de la mitad de lo que me gustaría y a su vez la mitad de lo que merece, últimamente intento integrarme más.

Un ejemplo claro de eso es en la comida, cosa que en el extranjero suelo hacer bastante más habitualmente, tal vez porque suelo ir menos y me dejo aconsejar por los lugareños. Es decir, no pido de la carta sino que a menos que ya haya estado allí la cierro y dejo que pidan por mí lo típico del lugar. En ocasiones me he llevado más de un chasco (a alguien que no le gusta la carne cruda comerse un platazo de carpaccio de ciervo es casi un suplicio), en otras me lo he pasado bien.

Como ayer llegué al mediodía y no había tiempo para mesa y mantel, pedimos un par de montaditos - algo semidesconocido en Catalunya - y listos. Por la noche, mientras cenaba acompañado de un italiano de Milán no pude más que quedarme en el hotel y comer, atención, una escalopa milanesa mientras el Barça ganaba al Celtic, que me jode porque lleva los colores del Betis. Uauh.

Pero hoy me dado el gustazo de comer un cocido madrileño como Dios manda. Y porque el cochinillo no lo encuentro casi moralmente aceptable, sino también hubiera caído. Y me ha sentado de maravilla, la verdad. Después he ido a propulsión trasera toda la tarde pero bueno, gajes del oficio.

Ahora solamente me falta el bocata de calamares, históricamente una asignatura pendiente madrileña que, lo prometo, arreglaré a la próxima ocasión :-)

miércoles, 20 de febrero de 2008

Educación y adolescentes (que trata sobre la adolescencia hoy día)

El domingo, mientras acababa de entender los mecanismos que hacen funcionar una lavadora (sigo en ese proceso, lo admito), echaban un programa por televisión de esos de periodismo de investigación. Bueno, no exactamente, pero sacan unos documentales interesantes con cámara oculta aunque estoy seguro de que manipulan bastante la información.

El programa era doble: por un lado hablaba de los matrimonios de conveniencia y de los mecanismos mediante los cuales una mujer extranjera puede venir aquí y casarse - pagando - con un ciudadano español. Por otro, ahondaba en el submundo adolescente, aquel al que todos hemos pertenecido (y algunos todavía pertenecen) adaptado a los tiempos de hoy. Atacaba desde varios frentes: desde el comportamiento en clase, el acoso escolar, neomachismo, los teléfonos móviles, internet, violencia juvenil, sexualidad...

El que me dejó más seco fue este último, aunque al de la violencia juvenil no es precisamente para ignorarlo. Por lo visto mucha gente se dedica a grabar con el móvil sus peleas o ataques a gente indefensa para despues distribuirlos entre sus amiguetes. A veces organizadamente y todo. Es decir: vamos a pegarle a X. Pues vamos. Oye, ¿y por qué le pegáis? Ah, no sé, porque mola. Alucinante.

Cierto es que cuando tienes 15 años te crees el rey del mundo... pero es que en estos casos esto deja de ser metáfora y se lo creen de verdad.

Pero el tema sexual es especialmente relevante. No ya porque la gente simplemente folle antes o no se tomen las medidas oportunas, allá ellos con sus ETS. Es porque un tío se hace pasar por una niña de 14 años en un chat y le empiezan a llover privados de gente pidiéndole webcam, que le envíe fotos desnuda, ofreciéndose para masturbarse, etc. De acuerdo que detrás de esta supuesta niña de 14 años había un reportero y que detrás de "madurito_40" podía esconderse en realidad un niñato de 13, pero no deja de ser estadísticamente significativo que nada más entrar reciba 500 privados de gente que es mayor de edad.

Puede ser que todo se deba a un problema educacional y lo que sea necesario sea un mayor control, no lo sé. Pero lo de los institutos hoy en día y de cómo suben los chavales de ahora merece más que una breve reflexión.

martes, 19 de febrero de 2008

Time is of the essence (que trata sobre médicos y sobre cómo decir las cosas a los pacientes)

Día raro el de ayer, por lo estraño y por lo malo. De hecho, pocas cosas se salvan de la hoguera o dicho de otro modo, menos mal de esas cosas por salvar la hoguera.

Siempre he pensado que ser médico tiene que ser un trabajo complicado pero altamente reconfortante. Al fin y al cabo yo curro para enriquecerme y el fruto de ese trabajo probablemente enriquecerá a otros a la vez que a mí. Fin de la historia. El mundo funciona así, guste o no, y formo parte de esa rueda que implica que tenemos que dedicarnos a algo que desde luego no es nuestra verdadera pasión para poder subsistir. Suena melodramático esto de ir a trabajar, puesto así.

En cambio, cuando uno decide hacerse médico, reconoce que el fruto de su trabajo consiste en salvar a otras personas. En definitiva, salvas vidas. Tu misión consiste en intervenir sobre lo hasta hace poco considerado divino: la muerte. La engañas para que te deje vivir algunos años más o por lo menos, los que te toquen, los vivas mejor. Da igual que seas niño o anciano, mejoras tu calidad de vida. Mejoran tu calidad de vida.

Entiendo que, siendo ese el objetivo que deben tener la mayoría de los estudiantes de medicina, tiene que ser difícil dar una mala noticia a un paciente. Por eso, creo, son gente especial los neurocirujanos o similares, acostumbrados a una tasa de mortalidad relativamente alta entre la gente a la que tratan y que parecen hasta insensibles ante el hecho de tener que comunicar malas nuevas a familiares.

Pero eso no es excusa. La verdad ante todo. Ayer tuve que acorralar a la médico que lleva el caso de mi padre para saber exactamente el pronóstico y el plan de acción que va a acometer el equipo que lo lleva y que, en mi humilde opinión, es demasiado conservador. Una cirugía total podría ser más agresiva incluso que la de la cabeza y sin excesivas garantías, pero la combinación quimio - radio sin el objetivo de abrir más adelante no es sino un intento de frenar algo imparable en vistas de que - eventualmente - el paciente muera. Y no hablamos en términos de dentro de 10 años.

Mi padre lo especificó bien claro: si le quedaran 3 días de vida querría saberlo, antes que no decirte nada y tener que dar esta noticia 3 horas antes de morir. Coñe, yo también. Quiero saber. Esto no es un juego de ilusionismo cuya clave es quedarse con la "emoción" de no saber el truco, sino que realmente debes obtener la mayor cantidad de datos para obrar con mejor porcentaje de acierto. Y aquí, en una expresión muy americana y usando terminología legal, time is of the essence now.

lunes, 18 de febrero de 2008

San Luxilon y otros males (que trata sobre dolores en partes extrañas, tenis y demás)

No quería terminar el día de hoy sin entrada, a pesar de que es casi mañana. Pero como en la medida de lo posible me obligo a escribir - y así no paso nada por alto - por lo menos entre semana, aquí estoy.

Hoy ha habido una serie de acontecimientos que no me apetece relatar ahora y que haré en las primeras horas de este día que está a punto de empezar. El que termina me encuentra cansado, porque verdaderamente a modo laboral no me ha cundido casi nada pero termino ahora de algunos menesteres locales - lavadora inclusive (thanks Gemma!!) - que me han llevado más tiempo del previsto.

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Desde hace algunas semanas que me venía quejando sistemáticamente de un dolor en el brazo derecho que casi me impedía jugar a tenis y que, mayormente, fue el causante de la derrota del partido de tenis de hace casi 15 días. Mi peregrinaje a través de diversos cordajes, tras mi estrepitoso fracaso con el babolat Hurricane, iba cada vez a peor.

Sin embargo y tras una cena a raíz del cumpleaños de Mònica, llegué gracias a F.C. a Luxilon Big Banger ALU Power 1,25. Cogí esta raqueta un jueves y el viernes la probé, después de 2 días de descanso en los que, sin embargo, el brazo me seguía doliendo un poco. Pero cogí la raqueta, jugué y apenas una pequeña molestia. El problema era al día siguiente, un partido durísimo contra un tío que en la ida me había ganado. Pero al final jugué contra otro todavía mejor... y gané. 6-4 / 1-6 / 7-5. He ganado algo de velocidad de saque, con lo que consistentemente puedo alcanzar los 200 Km/h con mi primer servicio (y con una Radical, tiene mérito) pero, sobretodo y tras dos horas y pico de partido, sin dolor. Uauh.

Solamente aquellos que han sufrido dolor al jugar tu deporte favorito saben la liberación que supone no tenerlo más y respirar tranquilos.

Sin embargo, he descubierto nuevas zonas y puntos de daño y atención al dato: mi abdominal izquierdo - lo cual es normal por haber sacado mucho, mi pierna izquierda y... mi nalga izquierda. Me duele el culo. Me duele mucho el culo.

Qué putada.

viernes, 15 de febrero de 2008

Un primer amor (que trata sobre la primera vez que regalé algo a alguien por San Valentín)

Bueno, no sé si fue la primera vez que regalé algo a alguien - pudiera ser que no - pero sí creo que fue la primera vez que envié flores por el 14 de Febrero.

Aunque hay algunas mujeres, especialmente catalanas, que consideran "cañí" la fiesta de San Valentín por existir en nuestro país también Sant Jordi, creo que cualquier ocasión es buena para regalar flores. Además, el hecho de que exista un patrón propio en Catalunya no significa que debamos renunciar a celebrar otro más internacional, especialmente cuando el sentido de la festividad es auténtico, mucho más universal - y antiguo - y porque, qué coño, mola llegar a una casa y verla llena de corazoncitos recortados de cartulina.

Como decía, la primera vez que envié flores para el día de ayer debió ser en tercero de bachillerato (uff!), a Magda Serradell. Ah... lo recuerdo como si fuera ayer. Mi colega de entonces y compañero de fatigas Xavier Clanchet, en aquellos tiempos secretamente enamorado de Cristina Fuentes, tenía pensado hacer algo al respecto aprovechando el día D... pero no quería hacerlo sólo. Mi caso era distinto: no era un problema de enviarle flores a alguien, sino de cómo ese alguien se lo iba a tomar. Sí, claro, se había hecho una prospección de mercado y si creía haber jugado mis cartas como debía - y de aquellas sí que sabía jugarlas bien - no me tiraba a una piscina sin saber si había agua dentro.

Al final nos decidimos y nos gastamos casi 3000 pesetas cada uno. Oye, tres mil pelas del año 94 para alguien de 16 años que NO tiene paga y gastarlas en flores está de puta madre, qué coño. Organizamos el envío directamente a casa de las chicas, que no entiendo como llegamos a saber ni sus direcciones.

Total, por la noche me llamó Magda a casa, y estoy convencido de que era la primera vez que llamaba a un chico por algo que no fueran cuestiones de colegio. Que muy bonitas las flores, que qué menos, que muchas gracias, que las que tu tienes... pero al lío: Nada... que había pensado... que tú y yo... que yo y tú... que nosotros... (buff)... nada, que si querrías salir conmigo. Y en catalán, oye. Atención a la respuesta:

- Bueno, me lo tengo que pensar.

(Queééééé´´eé´´eééééééééé?)

Como que "que te lo tienes que pensar"? Hoy día esto no pasaría seguro, porque antes de enviarle flores seguramente ya habríamos estado follando en el lavabo del cole como hacen los adolescentes de hoy, pero aquellos (solamente 15 años atrás) eran otros tiempos. EN fin, "que te lo tienes que pensar?". Ay, madre.

- Bueno, y cuanto tiempo necesitas?

- Una semana.

(Queééééé´´eéééééééééééééééééé´´eé´´eéeeeeeeeeeeeeé´´eé????)

Pero bueno! Una semana? Pero si en este tiempo un tío de 16 años de hoy ha tenido 4 relaciones distintas! No fastidies! Una semana entera?

- No, coñe, no me tengas en ascuas una semana. Mañana me dices algo.

- Mañana?

- Sí, mañana hablamos.

Y al día siguiente cuando llegué a las 8 y media de la mañana, ella entró poco después. Me dió los buenos días como si nada, con un semblante medianamente serio (ay ay). Tate, pensé, no ha ido bien. Coñe, qué puta rabia, a Clanchet le había salido bien la jugada y había tenido respuesta al instante.

A la hora del "patio" (xD) seguía igual. Así que me senté en su mesa y le pregunté que qué, que a ver, que cómo iba evolucionando el tema. Y eso que sacrifiqué el momento de mi yogur que me tomaba siempre a esa hora, eh?

Al final, Magda había decidido - supongo tras varias consultas a la almohada - dar una oportunidad al casi más gualtrapa de la clase. Evidentemente, más allá de dos meses no duramos, pero aquella sensación de aquellas flores de San Valentín, aquella conversación telefónica y aquella noche que pasé casi sin poder dormir no la olvidaré nunca.

jueves, 14 de febrero de 2008

Adelantamientos a medio gas (que trata sobre eso, en serio, no es una metáfora)

Gemma pasa de mi. No tiene nada que ver con la entrada, pero si no lo digo reviento.

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Mientras volvía hoy de mi periplo Barcelona - Madrid - Valencia - Barcelona y tras 1400 kilómetros de autopista, uno se da cuenta de dos cosas: a) conducir y hacer millas solo es una puta mierda y b) que un camión se ponga a adelantar a otro camión y tarde media hora debería estar prohibido.

Quiero profundizar en la b) diciendo que cumple una evolución de la ley de Murphy. Uno va por el carril derecho con la autopista completamente vacía hasta que, en lontananza, aparece un camión que va - por supuesto - tan despacio que parece ir marcha atrás. Justo en el momento en el que lo vas a adelantar, en ESE momento y no en otro, aparece un coche en el carril izquierdo que impide el adelantamiento, obligándote a frenar y después a acelerar de nuevo. No dos segundos antes ni dos segundos después: en ESE momento. Esto es más cierto si llevas el cruise control automático para mantener la velocidad del coche, porque al frenar se te apaga y tienes que volverlo a poner.

Pero lo mejor de todo es cuando un camión comienza a adelantar a otro, cosa que sucede NATURALMENTE cuando tú ibas a adelantar a ambos. Uno va a 80 Km/h y el otro, como mucho, a 81 Km/h. Si coincide que el adelantado además va por el carril interno al coger la curva, rápidamente el adelantador pierde su ventaja. ¿Qué sucede? Que el proceso de rebasar un vehículo al otro puede alargarse, como en el caso de hoy, a más de 1 minuto y 45 segundos. ¡1 minuto y 45 segundos! Yo he terminado muchas cosas en menos tiempo... [...] ... En fin.

El manual de la conducción, creo que incluso el que Gemma lleva estudiando desde antes de que existieran los motores diesel, dice que si al momento de adelantar a otro vehículo notas falta de potencia al hacerlo, debes desistir de inmediato. Coño, desiste, melón. Es que hay para coger al conductor y hacerle comer 14 kilos de caracoles por lento, joder.

En fin, se me ocurrían estas cosas. Mañana continuaré.

miércoles, 13 de febrero de 2008

Blog-aniversario (que trata sobre el primer cumpleaños de este blog)

El 8 de este mes, Gemma celebró 12 meses de su blog (probablemente sin enterarse). Hoy le toca al mío cumplir su añito, desde el 13 de febrero de 2007 que fue cuando lo creé, a pesar de que ya tenía otro mucho más antiguo, y a instancia de la propia Gemma.

Echando la vista atrás a partir de las entradas que he venido posteando en todos estos meses (234 en total) puedo encontrar un recopilatorio bastante claro de todo lo que me ha ido sucediendo en múltiples aspectos. Casi nunca había guardado un detalle tan específico de acontecimientos y pensamientos durante un período de tiempo tan largo y oye, la verdad es que estoy satisfecho.

En 365 días de actividad blogil he recibido alrededor de 18000 visitas (aunque inicié el contador 1 mes más tarde que el propio blog), muchas más de las que en un principio podía esperar - e incluso desear. La gente de mi alrededor ha sido testigo de la multitud de cosas que han pasado en este tiempo, inclusive mi periplo por la oficina de objetos perdidos emocional, el paso de mi pareja a mi ex-pareja, mi regreso al tenis, retomar viejas y nuevas relaciones, el devenir de la enfermedad de mi padre, tantísimos desvaríos arriba y abajo...

Da un poco de vértigo pensar que ya ha pasado un año entero - que rápido pasa el tiempo... Pero aquí seguimos y, al ritmo de 5 entradas a la semana, seguiré al pie del cañón continuando este registro lo mejor que pueda o hasta que me canse.

A todos aquellos a los que este blog les ha servido para algo, pues mira, eso que se llevan. Pero lo cierto es que cumplo el objetivo de que a quién más le ha servido es a mí. Y eso se debe, en parte, a la presencia - virtual - de vosotros, mis amigos. Así que... gracias.

Y me voy a Madrid, así que ya escribiré mañana :-)

martes, 12 de febrero de 2008

Kamelo punto semos y el morro universal (que trata sobre los concursos de talento, entre otros)

Puede que haya más de uno que no lo conozca, pero por favor, que alguien le eche un ojo a este video. Pertenece al programa "Tu sí que vales" de Telecinco, en copia al programa buscatalentos tipo X-Factor o Tienes Talento de la cadena Cuatro.

Total, se presentan estos frikis llamados "Kamelo punto Semos", aunque en este caso y viendo los videos que rondan en youtube, en su versión más light. Y salen con esta canción que deja estupefacto a público y jurado por igual, llamada "Jonathan".

Me parece increíble que esta gente acabaran segundos en la final, por delante de gente que objetivamente tenía mucho más talento que ellos con diferencia. Había un chaval gimnasta, poco masculino pero con bastante sensibilidad en una especie de baile a una pelota de gimnasia rítimica, o incluso un adolescente que era mago y cuyo espectáculo me encantó.

Pero menos mal que antes eliminaron a un esperpento que había tomado demasiadas drogas (o que tal vez no había tomado las suficientes) que se hacía llamar "Jaito", un pseudo-humorista que hizo el ridículo más escandaloso y que acabó cayéndose en el escenario y fracturándose la muñeca. Sin palabras.

Este tipo de espectáculos, como todo, han degenerado hasta el punto de que ya duele verlos. Lo admito, en los zappings había visto multitud de veces varios sketches de todos los programas habidos y por haber, pero nunca una gala completa como la del sábado. Y sinceramente, me dejó sin ganas de ver nada nunca más. Pero bueno, vale la pena disfrutar del nuevo éxito invernal, que seguramente llevará a esta gente a la fama y no nos extrañe verlos en algunos bolos a lo largo del verano. Su segundo single "Guaperas total" tampoco tiene desperdicio. Señoras y señores, con todos ustedes.... "Jonathan (no te metas pa lo hondoooooooo)"

lunes, 11 de febrero de 2008

Fines de semana, coches, leones, vampiros y darwinismo social (que trata sobre la teoría de la evolución aplicada al factor personal, entre otros)

Hablo hoy de memoria, o sea que tal vez omita datos o me equivoque en algunos.

Más o menos hasta finales del siglo XIX y principios del XX, el mundo era "fabuloso". Los pensadores se permitían los lujos de pararse a pensar sobre la pureza de las cosas, de las ideas, de la realidad... Sin embargo, llegaron los denominados maestros de la sospecha (Nietzsche, Marx, Freud o incluso Darwin...) que revolucionaron la concepción que antes se tenía de la realidad y, más que enseñarnos algo en lo que pensar a través de dogmas o axiomas, intentaron mostrarnos que todo era criticable desde cierto punto de vista. Todo era susceptible de ponerse en tela de juicio y nada era verdad a priori.

De todos ellos, hoy me apetece más Darwin porque, aunque a menudo no se le incluya dentro de la clasificación de maestro de la sospecha, pocos filósofos han tenido un alcance tan vasto entre público especializado y general por igual. ¿Quién no conoce la teoría de la evolución de Darwin? A partir de él, el mundo dejó de ser un lugar estable y bonito y pasó a ser un lugar despiadado, en el que solamente sobrevivía la especie más fuerte. La naturaleza iba sabiamente eliminando aquello que era más débil comparativamente, incluso entre miembros de una misma especie, para que el remanente fuera alguien más fuerte, más resistente... mejor.

Darwin no tardó en observar cómo el león que hacía suya una manada, aniquilaba los cachorros que no eran suyos para que no compitieran con los futuros hijos de las ahora sus hembras, pero nunca entendió como algunas especies de vampiros - que necesitaban comer la mitad de su peso en sangre y si no comían dos días seguidos morían - eran capaces de regurgitar parte de su propia comida para compartirla con sus congéneres menos afortunados incluso sin esperar que, de darse la situación inversa, también ellos compartieran el botín. Este acto ha recibido muchos nombres a lo largo de la historia.

Sus teorías aplicadas a la antropología tuvieron más éxito, sin embargo, que cuando se llevaron a campos menos científicos. El darwinismo social, aquel en el que las ideas más fuertes perduran sobre aquellas más flojas, se vio claramente superado cuando se demostró que algunas especies - como el ser humano, por ejemplo - son capaces de tomar decisiones que van en contra de sus propios intereses. El hombre es, muchas veces, un animal incomprendido incluso por él mismo capaz de dar infinitos tumbos para acabar en el mismo lugar.

Este fin de semana he tenido tiempo para reflexionar en éstas y otras ideas, incluso hasta el punto de darme cuenta de que banalidades peliculeras o comentarios en un blog sí que son efectivamente el menor de mis problemas y que, independientemente de lo que pueda llegar a dar, siempre acabo siendo aquel animal incomprendido por los de mi misma especie para terminar, en lo que respecta a algunas cosas y tras muchos tumbos, exactamente en el mismo lugar.

Aunque falsada en montones de ocasiones, una muy real teoría del darwinismo (social o no) trata de echar a la cuneta mis ideas como si fueran del rival más débil, aprovechando cualquier pequeño resquicio en mi ego de león más fuerte de la manada, redundantemente egocéntrico, y retroalimentándolo a la menor ocasión. Sin embargo, tampoco el pequeño vampiro que anida en mi interior tiene mejor suerte y se realiza, quitándole el sentido a la comida en este caso también desinteresadamente regurgitada.

Y de este modo, león y vampiro (una suerte de grifo, pero más feo) esperan agazapados a la espera de un momento, de un lugar o de una situación en el que puedan dar sentido y excusa para una mejor existencia. Si cabe.

viernes, 8 de febrero de 2008

Oda a Mònica (que trata sobre mi muy mejor amiga)

Hoy es 8 de febrero. Tal día como hoy, pero de hace casi 30 inviernos, se produjo un acontecimiento que años más tarde vendría a marcar mi vida para siempre. Y para bien.

Recuerdo perfectamente la primera vez que ví a Mònica, con un pantalón corto blanco y la parte de arriba de un chándal, entrando en la pista 4 del SEC. Era la hija de mi entrenador de tenis. Es menester decir que si me acerqué a ella en primera instancia (aunque no fuera en aquel preciso momento) fue por el simple hecho de que estaba muy buena. Y punto. Pero aunque entró por los ojos, se metió pronto en la cabeza.

Fue seguramente gracias a un tren que regresaba de Alicante, parado a mitad de camino como por arte de magia gracias a los deseos de todos los chavales que viajábamos en él, que nos puso uno al lado del otro durante más de 6 horas. 360 minutos de conversación adolescente casi ininterrumpida, que bastó para darnos cuenta de que allí cabía algo más que ser meros conocidos.

Y así, Mònica sobrevino mi mejor amiga, estatus que nunca ha abandonado hasta el día de hoy. Hay muchas razones por las que es lo que es: inteligente más allá de lo que la mayoría se imagina, lista - y listilla - como el hambre, sólida como una roca, confiable hasta el punto de que le daría un billete de lotería premiado con 10 millones de euros para que me lo guardara y generosa... incluso a veces hasta emocionalmente, oigan.

La indisimulada admiración que le profeso queda patente en muchos detalles y también en muchas personas, sin que eso sirva para amedrentarme. El sólo hecho de tenerla al lado, sencillamente habla bien de mi.

No es excepcionalmente simpática cuando te tiene mucha confianza, tiene mucho genio y su pronto es agresivo verbalmente. Pero es capaz de ganarme al Trivial, siente tanta pasión por la música como yo y le brillan los ojos - de verdad - cuando acaba de escuchar en directo un bis de Brahms y, resumiendo, es muy guay.

Mientras que si yo fuera mujer escogería ser Gemma, no es ofensa cuando digo que es lógico que sin embargo agradezca ser un hombre y haber gozado del lujo de vivir 15 años al lado de Mònica como tal. No sé si es la mejor persona que he conocido nunca pero si tuviera que salvar a solamente una de todo el planeta, incluyendome a mí mismo, la escogería a ella sin dudarlo.

Porque hoy es su cumpleaños, porque es una tía muy molona, porque me gusta y porque es mi ser humano favorito, merece esta Oda.

Y Dios bajó de los cielos y le dijo a Sergi: "La encontrarás y le dedicarás una Oda". Y Sergi la encontró y le dedicó una Oda. Y todos se regocijaron.

jueves, 7 de febrero de 2008

Tarde de música y espíritu (que trata sobre la tarde de hoy, entre otras cosas)

Hoy voy al Liceo, a un concierto de Stravinsky y Brahms. Evidentemente no voy solo, y voy con la única persona de mi alrededor que me podría acompañar a un lugar así a DISFRUTAR del concierto y no solamente por ir, a excepción tal vez de mi padre.

Hace mucho tiempo que tengo ganas de volver allí y muchas ganas de vivir una experiencia más de este estilo. Porque aunque no vaya a ser la última - por lo menos eso espero - sí que cada una es inolvidable.

Además, mañana me llevaré una bronca monumental, así que hoy toca aguantar el tipo todo lo posible e intentar estar muuuuuuy simpático. Es que a veces soy majo, pero otras veces no ;-)

miércoles, 6 de febrero de 2008

A falta de pan, buena es la tortilla (que trata sobre la competitividad intrínseca de las personas, entre otras cosas)

El ser humano es competitivo por naturaleza. Yo mismo me considero un personaje muy competitivo, pero no solamente por el hecho de que cuando juego a algo intento ganar siempre; lo que ocurre es que procuro saber por qué he perdido e intentar mejorar para la próxima ocasión.

Generalmente parece que nos limitamos a lo deportivo cuando hablamos de estas cosas, pero nada más lejos de la realidad. Bien sea por un puesto de trabajo, por el mejor asiento en una obra de teatro, por un hombre o por una mujer... y en ocasiones se torna todo bastante violento, bastante incómodo.

Pero a veces, en esa infinita capacidad que tiene el hombre por parodiarse a sí mismo, crea competiciones de cualquier cosa. Por ejemplo, un campeonato de lanzamiento de huesos de aceituna, del cual un español - cómo no - es el campeón mundial. Cuando trasladamos eso a nivel local y con ese indiscutible aroma español, pero en parte importado de la herencia estadounidense, encontramos torneos de... tortilla de patatas.

La pasada semana, Meri me comentaba sus esfuerzos por presentar la mejor tortilla para el concurso que habían realizado en el colegio de su hijo; los niños van al cole para labrar su futuro poniéndose en brazos del maravilloso e intensísimo sistema educativo que tenemos en nuestro país pero, paralelamente, las madres montan su competición paralela. Cuando éramos críos, "mi padre era más fuerte que el tuyo". Ahora, tal y como está el ambiente, seguramente se usará más un "mi madre está más buena que la tuya" (y viendo los esfuerzos de alguna mamá que va a recoger los niños a clase, parece casi que busquen ese comentario).

No obstante, será difícil encontrar un "la tortilla de mi madre está más buena y es más grande que la de la tuya" en la boca de los niños aunque, siguiendo el ejemplo de antes y por lo que me contaba Meri después de presentar la suya, por las gigantescas muestras presentadas y por lo currados de los trabajos (tortillas con formas de campos de fútbol, castillos de tortilla, etc.) parece que cada uno a su nivel y desde donde está, intenta competir - y ganar.

En este caso, por la mejor tortilla de patatas. Y gracias a los tres maravillosos puntos que Meri recibió por la suya, la han acreditado con el correspondiente diploma. Porque oye, tres puntos son tres puntos y, por supuesto, el año se viene se van a cagar con la tortilla que va a preparar.

martes, 5 de febrero de 2008

Bichos, luces y demás (que trata sobre aquellas manías o detalles que hacen a uno reirse de sí mismo)

Bueno, ayer por la noche parece que recuperé la virtud que me había faltado estos últimos días y hoy, aunque estoy sueñil, ya me encuentro mucho mejor :-)

Mientras llegaba a casa por la tarde y caminaba por mi "jardín" observaba el leve brillo de las luces solares que compré en un centro comercial, que en teoría tenían que servir para iluminar el camino de piedrecitas hasta la entrada. La realidad es que las luces solamente tienen la potencia suficiente para iluminarse a ellas mismas, lo cual crea un efecto bastante bonito pero inútil. Y de hecho, por la noche hay que tener poderes Jedi para poder bajar los escalones sin matarse, y si no que se lo pregunten a mi colega Van-a-clocha, que me ayudó este fin de semana a bajar la lavadora y acabó metiéndose un tortazo contra los dientes de león.

Mientras refelxionaba acerca de mis maravillosas luces auto-iluminadas me salió una carcajada, pensando en cómo pude ser tan idiota de creer que por 36 euros el pack de 2 me iba a solucionar el problema. Pero oye, en lugar de focos tengo una especie de champiñones fosforescentes que dan un toque 'mágico' al jardín. Molaría más ver algo, pero...

Como estas cosas, hay mil. Me río de mi propia ingenuidad e inutilidad. Tras esto entré en casa y vi la lavadora en mitad de la entrada. Lavadora que no puedo instalar porque el grifo es estrecho y el lampista, que está en el grupo de trabajadores-élite (lampista, fontanero, pintor, carpintero, paleta, aluminista, etc.) no sabe cuando tendrá un hueco. Cuando ayer lo llamé a las 10 de la mañana todavía estaba en casa, eso sí, buscando huecos. Total, que entré y vi la todavía-no-funcional lavadora y me acordé de la canción de Manolo Tena que decía algo así como "tengo una radio estropeada, y tres relojes que se atrasan. Tengo un pez que no sabe nadar..." xD

Recogí aquello un poco y mientras pasaba la mopa descubrí en un rincón de una pata de la mesa de trabajo, sita en el ala sur de mi hacienda, una telaraña. Era incipiente - conste - y en lugar de mi instinto incitarme a quitarla, me encontré apartando la mano. Coñe, una puta telaraña de mierda y yo apartando la mano. Como si de allí fuera a salir Ella-Laraña (Shelob) de El Señor de los Anillos. Además, todo el mundo sabe que si las arañas han estado cerca de un microondas y te pican, te conviertes en Spider-Man.

Mientras obligaba a mi cuerpo a obedecer las órdenes de mi cerebro venciendo sus reticencias, se me escapaba una sonrisa al darme cuenta de cómo se puede ser tan bobo. Porque no es que tenga bichofobia, sino que simplemente me da un reparo terrible... cuando debería ser el eventual bicho el que debería estar muerto de miedo al ver que algo 2 millones de veces más grande que él se le acerca... pero bueno, también se asustan los caballos de las abejas, y pesan 700 Kg... (los caballos, claro).

En fin, de estas cosas tengo a montones y no me da vergüenza admitirlas. Imagino que cada uno tendrá las suyas.

lunes, 4 de febrero de 2008

Tengo... (que trata sobre lo bien que lo he pasado este fin de semana)

Si hay algo que remarcar de este fin de semana es precisamente que no será para recordar. El viernes por la noche ya parecía no apuntar demasiadas formas, confirmado durante la jornada del sábado en la que perdí mi partido de tenis y conseguí que el nuevo cordaje me provocara un dolor en el brazo que no había tenido en muchos años.

Sabes que tu finde ha sido una mierda cuando lo más interesante de todo ha sido el hecho de comprar una lavadora (por cierto, cómo pesa una lavadora); el sábado noche me cancelaron los planes que tenía y de repente me encontré en casa sin nada que hacer, con dolor físico y atormentado por no haber ganado mi partido (que hizo que el equipo perdiera la eliminatoria 3-2) y con muy pocos ánimos.

Afortunadamente un pR0 acudió al rescate y, aunque fuera de forma virtual, aniquilamos a montones de bestias en las despiadadas tierras de Kalimdor. Bueno, yo aniquilar no aniquilé mucho, pero paseé por la alfombra roja que Vander le iba poniendo a mi sacerdotisa de las sombras como si yo fuera una estrella de cine a la entrega de un premio. Conste que si que te paseen es aburrido, pasear a otro lo es bastante más... así que kudos al otro integrante de la pR0 f4Cti0N por el favor.

EL domingo cometí el error de tratar de jugar un poco para tratar de despejarme, solamente para darme cuenta de que mi derrota del día anterior no fue casual. Me equivoqué, entre otras cosas, en la elección del equipo y lo pagué caro. Y se repitió la tónica del día anterior, en la que todo lo que me apetecía hacer, ver u oír quedaba a muchos kilómetros de distancia. Está claro que siempre se juntan el hambre con las ganas de comer, coñe.

Hoy estoy destrozado porque ayer no tenía sueño y me fuí a la cama un poco después de las 4:45 de la madrugada y claro, no he dormido mucho. Tengo ganas de que sea la noche. Tengo 800 euros menos por culpa de la lavadora, Tengo dolor en el hombro, brazo y antebrazo derecho. Tengo que hacer mil cosas. Tengo que renovarme el DNI. Tengo...

viernes, 1 de febrero de 2008

Beta man (que trata sobre el contraste de la alpha woman con el beta man)

Soy un beta man. Beta es la segunda letra del abecedario griego y tiene hasta su propio carácter especial y muy molón, la β. En alemán se lee como una doble S.

Muy al contrario que Anabel, que empieza a contar las letras como si fueran números del primero al último, yo utilizo el lenguaje informático para definirlo. Un programa en fase alpha es cuando ya incorpora todas las funcionalidades que se requieren; mientras, el estadio beta es aquel en el que se trata de pulir todos aquellos errores que tengo para conseguir que el producto sea mejor.

Cuando consiga pasar este punto - si consigo pasar este punto, claro - podría llegar a las fases gamma y delta, versiones casi casi terminadas que pronto estarán listas para su lanzamiento al gran público. La letra Omega se reserva para aquel producto en teoría libre de errores y solamente se ve superada por las denominadas "release candidate" o "gold", que son las versiones que casi inalteradas llegan al usuario final.

Hay programas y productos, ampliamente conocidos por todos, que nunca salen de su fase beta. Es el caso de Gmail, por decir uno, y eso no significa que no sean ampliamente funcionales. Creo firmemente que este podría llegar a ser mi caso: puedo pasarme la vida intentando corregir todos mis errores pero nunca saldré de la fase beta. Pero bueno, tampoco estoy seguro que nadie pueda llegar a una versión 100 % Gold.

Espero que sea suficiente :-)