viernes, 30 de noviembre de 2007

No sin mi (futuro) hijo! (que trata sobre una breve reflexión acerca de la descendencia)

Esta es probablemente la última parte de mi serie de entradas acerca de la familia que no tengo. Recuerdo la primera sobre los cuñados que no tengo, la segunda sobre los hermanos que no tengo y la tercera es la de hoy y versa sobre los hijos que no tengo.

Tarde o temprano, esperemos que más tarde que temprano, seré el último de mi estirpe. No es que me preocupe el tema de que se pueda perder el apellido - podría tener hermanas y listos - sino el hecho de que si mis padres no están y me muero yo, mi árbol genealógico acaba conmigo. El escudo de la familia desaparece. Las leyendas que hablarán de mi se referirán a alguien del pasado, pero nadie podrá referirse a ellas como "de sus antepasados", porque sencillamente yo no seré pasado de nadie.

Es jodido esto. Me genera un poco de ansiedad, como si tuviera que ir con cuidado porque si yo no cumplo con mi santo deber de procrear, se acaba la historia. Mi historia. Mi herencia.

Y claro, cumpliré 30 años en nada. Si existe un reloj biológico en los hombres, el mío me está apuñalando el pecho de mala manera. Y me pilla en unas magníficas condiciones para hacerle caso.

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Anestesista el día 5, con lo que seguramente a la semana siguiente operaremos.

jueves, 29 de noviembre de 2007

Cuando malo es mejor que peor (que trata sobre resultados, entre otras cosas)

Antes que nada, el chiste que mejor refleja a mi padre y que me olvidé de poner el otro día:

- Por favor, camarero, sírvame un Martini pero sin guinda, por favor.
- Pues mire usted, tendré que servírselo sin aceituna, porque guindas no tengo.

xD

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Ayer tuvimos la visita con el neurocirujano, un tío de apenas 30 años recién cumplidos (hay que ver, la misma edad que yo y el mamón ya es neurocirujano :-O), justo después de haber recogido los resultados de la RM. Como el TC que le hicieron en la clínica Platón no estaba listo, el médico llamó por teléfono a la clínica para que le leyeran el informe. De forma sorprendente - y eso es una buena noticia - el TC de tórax y abdomen sale limpio. Nada en pulmones, hígado, estómago, páncreas... los intestinos y demás no se aprecian muy bien mediante rayos X, pero si hay algo tiene que ser muy pequeño para que aún así no se vea en la tomografía.

Pero en la resonancia sí se aprecia una bola de alrededor de 3 cm de diámetro en la parte frontal derecha de la cabeza. Una bola que tiene pinta de ser metastásica y que hay que extirpar; de hecho operarán antes de estas navidades, porque ya tiene el preoperatorio hecho (en urgencias se lo hicieron) y solo está pendiente de la visita del anestesista la semana que viene. Yo calculo que lo operarán la semana 51, igual para que pueda pasar la Navidad en casa.

La intervención durará 4 horas por lo menos y, si todo va bien, en principio no debería dejar ninguna secuela. Hay que biopsiar y ver qué tipo de glioma tiene pero no ha crecido en los últimos 10 días, lo que también es una "buena" noticia. Obviamente no es para tirar cohetes: estamos hablando de una cirugía muy seria y aunque su estado de salud general es bueno no podemos olvidar que estamos abriendo una cabeza y aspirando un pedazo de cerebro y que además tiene 71 años.

De todos modos, ya había practicado la reacción, los chistes y todo y la verdad es que se lo tomó muy bien. Él mismo ya había interiorizado esa posibilidad (de hecho estaba convencido de que tendría algo que habría que extirpar) y estuvo más que receptivo al respecto. Le dijimos al médico que no se estuviera con chiquitas, que cortara por lo sano porque total, tampoco era para tanto lo que se iba a llevar y mi padre entendió que, siendo un deportista de élite, ahora iría con menos lastre a las carreras.

Ayer fuimos al cine - Michael Clayton 6/10 - pero no volví del todo satisfecho. Además, he dormido muy mal y tengo la sensación de no haber dormido en absoluto. Necesito descansar.

miércoles, 28 de noviembre de 2007

En algunas horas... (que trata sobre lo que ocurrirá dentro de algunas horas en el médico)

Me hago pesado con el tema, pero no lo puedo evitar. Hoy a las 11:45 tenemos hora para colarnos entre dos visitas del neurólogo. La última hora es que las pruebas que le hicieron el lunes (tomografía computada de tórax y abdomen) no estarán disponibles para que las vea el médico hasta la semana que viene, aunque es posible que el informe sí que esté listo.

Ayer por la noche estaba barajando de nuevo todas las posibilidades, desde las que hablan de un simple edema o un pequeño infarto hasta las más desalentadoras. Creo que he hecho bien los deberes y durante todo el viaje de ida y vuelta a Girona estuve practicando las reacciones que tenía que tener fuera cual fuera el resultado delante de mi padre y de mi madre. Espero tener el coraje para ponerlas en práctica cuando llegue el momento.

Por lo pronto, y pase lo que pase, esta tarde nos vamos al cine. Mi madre me tiene en cuenta el tostón de Stardust que vimos el otro día y nos castigará a comedias románticas hasta el fin de los días, así que hoy temo que me acechará la nueva de Scarlett Johanson (si es que la han estrenado) o el Juego del Amor... o algo parecido. Por lo menos voy de gratis :-)

martes, 27 de noviembre de 2007

Humor y cosas (que trata sobre el sentido del humor y las formas de hacer de mi padre)

Mi padre tiene un sentido del humor que es prácticamente el mismo que he heredado yo. A veces sutil, muchas veces banal y en ocasiones muy inglés. Pero en muy pocas veces grueso. A mi me encanta su forma de entender el chiste y que sea capaz de reirse igual con las tonterías de Mars Attacks, la Pantera Rosa o Agárralo como puedas.

Personalmente adoro el humor absurdo y aunque me descojono con los clásicos que gustan a todo el mundo, mi situación tipo es la de aquella película en la que el policía está registrando todos los armarios y cajones de un despacho sin éxito hasta que al final del todo exclama "Bingo!"... y saca un cartón de bingo. Espectacular.

Ayer, como apuntaba al final de la última entrada, recibí un mail - atención - con el siguiente asunto: "Compra del día" y la frase en la que la lista que estaba a continuación (3 columnas de Word perfectamente detalladas con producto, unidades y comentario) era la lista de la compra que debía proceder a efectuar. Al acabar este mail, el preceptivo "un saludo" y la firma: Josep Blanch. No me hubiese extrañado nada que hubiera empezado con un "Apreciado hijo, me digno turbar la paz de tus quehaceres laborales para...". De estas me ha hecho unas cuantas. Antes, para demostrar que sabía enviar SMS, me enviaba uno que ponía "Hola". Y listos.

Tiene un humor extraño, en ocasiones. Hace poesías sobre la marcha pero solo las revela en ocasiones - ya que, según dice, es de la "poesía secreta" - y siempre contienen versiones con las mismas rimas: amor - calor - color - furor / fin - rintintín - jolín / lastre - desastre, etc. Es la clásica persona que no sabe estar enfadado, no le sale. Le dura poco, porque siempre tiene la broma en la boca y eso no debería salirle a alguien que está cabreado.

La primera vez que ganó un premio en metálico corriendo (30 euros y ha sido la única vez en la vida, creo) me dijo que evidentemente ya podía dedicarse a esto profesionalmente y que, con 70 años, era un atleta con proyección de futuro. Que se iba a poner en el mercado para que lo ficharan.

Quiero dejar esta entrada abierta para ir actualizando a medida que se me ocurran. Tengo miles.

lunes, 26 de noviembre de 2007

En una semana (que trata sobre los acontecimientos que sucederán en la próxima semana y alguna que otra reflexión personal)

Llega la semana de la verdad. Estoy a la expectactiva de lo que pueda suceder y aunque he anticipado todas las posibilidades - aferrándome a las mejores pero interiorizando las peores - no creo que se pueda decir que se está completamente listo. Me siento extrañamente preparado, no obstante, ante una eventualidad que no depende de mis acciones... lo cual es muy inusual.

Es cierto que en los últimos meses he ganado un montón de estabilidad; puede parecer paradójico a la vista de todo lo que ha acontecido en mi vida personal, que tampoco ha sido nada que no le pase al hijo del vecino pero que cada uno lo vive a su manera. Pero sí es cierto que aunque he estado más irascible que de costumbre y con algo menos de paciencia, no tengo la sensación de que las situaciones en las que realmente interactúo escapan a mi control.

Una de las cosas de las que me dí cuenta en mi matrimonio y que me hacían volver loco es que era incapaz de provocar los buenos o los malos momentos: simplemente sucedían casi de forma aleatoria (en los tiempos recientes más de los malos y menos de los buenos) y tenía la impresión de que poco podía hacer al respecto. Hoy el mensaje que me llega es muy distinto: tengo la sensación de saber exactamente el porqué de que algo no funcione y, muy distinto y muy importante, creo tener la capacidad de encontrarle un motivo racional y obrar en consecuencia. Esto me es increíblemente útil porque me genera mucha tranquilidad y seguridad, atributos que voy seguro a necesitar en un futuro de corto y medio plazo. Es decir, pueden haber muchas cosas que no funcionen pero por lo menos no parecen reflejo de la aleatoriedad - y me permito el lujo de llamarla así aunque efectivamente en ella se escondan explicaciones absolutamente desconocidas para mí.

He tenido tiempo para darle muchas vueltas a la cabeza en estos últimos días. A menudo con muchas gilipolleces, idas y venidas de mi mente que intenta evadirse de una realidad a medio camino entre lo fantástico y lo pésimo, aunque en otros casos con detalles más trascendentes para mi vida. Tengo claro lo que quiero hacer y lo que quiero conseguir en mi vida en casi todos los aspectos, solamente me falta que acierte con el detalle de mis decisiones. En algunas cosas el destino se pondrá de mi lado (porque hay veces que no se puede escapar a lo que es natural) y con otras tendré que pelear contra él.

Round one. Fight!

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Importante anexo: he recibido la lista de la compra de mis padres via e-mail, con una tabla hecha con el word con unidades / referencia / comentario. Unidades 2 de referencia zanahoria y comentario manojo.

Brutal.

viernes, 23 de noviembre de 2007

Gatillazo RM (que trata sobre la incertidumbre que provoca el no saber)

Casi siempre es mejor saber. Muchos defienden el "ojos que no ven, corazón que no siente" pero no hay peor sensación en el mundo que la duda, la incertidumbre. Puestos a crear confusión en tus enemigos, a dañarles donde más puede doler, siempre es creando incertidumbre entre ellos.

Hoy hemos ido a la resonancia magnética al hospital: después de 1 hora esperando fuera, la hora llamada "de la verdad", no ha habido resultados. Es decir, sí que los ha habido, pero no nos los han dado sino que tenemos que esperar al mismo miércoles en la reunión con el neurólogo. Ni comentarios, ni informes extraoficiales... nada. No sé si es buena señal o si es una malísima señal, la verdad.

Es cierto que esta semana está siendo un poco rara; de todos modos, me están sorprendiendo tanto las reacciones de mi padre al respecto como la mía propia. No sé, es todo bastante extraño. Ayuda, claro está, el hecho de que no estoy solo.

Este fin de semana es la quedada CCA a la que, por cuestiones obvias, no asistiré. Debo admitir que me apetecía ir, a pesar de que mi bR0 se había rajado como un kasual cualquiera, así que les mando saludos afectuosos desde aquí. Aprovecharé para descansar y para estar donde tengo que estar.

jueves, 22 de noviembre de 2007

Stardust (que trata sobre las estrellas hechas polvo)

Ayer castigué a mis padres a ver la peli Stardust. Argh.

Hacía tiempo que no veía una película tan mala; lo curioso es que debe haber costado una pasta hacerla entre los efectos especiales y el reparto (Michelle Pfeiffer, Rupert Everett, Robert De Niro, etc.) y ni aún así se salva de la quema. Aunque está propuesta para mayores de 7 años, lo justo debería haber sido limitarla a de entre 7 y 11 años como mucho.

Cuenta una historia fantástica sobre una estrella que cae y un pavo enamorado de un zorrón que quiere traerle la estrella como prueba de amor, todo esto en una suerte de Inglaterra del siglo XVIII pero con un mundo dividido entre la parte mágica y la parte normal. Total, que la estrella es, evidentemente y como ya se aprecia en el cartel de la peli, una pava que no está lo suficientemente buena y se narran las peripecias de cómo surge el amor entre el payaso del protagonista y la sosa celestial que es de esas a las que les pegas un polvo y ni se despeinan.

Supongo que mi madre no me perdonará tamaña afrenta y las siguientes 3 películas serán del estilo Antena 3 al mediodía: una mujer recién separada de su marido que le acecha por las noches, con un hijo en común que tiene algún tipo de deficiencia y huyen a la cabaña del bosque para esconderse pero les acaba encontrando y el muere ahogado en el lago después de 80 minutos de persecución. O tal vez la vecina secuestra al bebé y lo hace pasar por hijo suyo hasta que años después de descubre la verdad y la madre falsa hace lo posible por evitarlo.

Curiosamente hay muy pocas comedias románticas que me gusten. Tal vez 4 bodas y un funeral, Hitch o Love Actually, estas dos últimas recién re-adquiridas. No pongo El Diario de Bridget Jones porque me genera vergüenza ajena, un poco como Algo Pasa con Mary. Tal vez Love Actually sea mi favorita de entre todas ellas porque refleja lo agridulce de las relaciones y aunque la sensación general al final es muy buena, te da que pensar.

Mañana hacen el resto de pruebas a mi padre, confiemos en los milagrosos 5%.

miércoles, 21 de noviembre de 2007

Atención! Múltiples contactos! (que trata sobre...boh... contactos en general)

Hoy lo estaba pensando: últimamente hablo con mucha gente. Mi número de slots sigue invariable aunque claro, he abierto uno importante que antes no lo estaba. No obstante, en el transcurso de los últimos días, he tenido relación de algún tipo con mucha más gente de la que me es habitual (y eso que he hecho muchas menos cosas de las que me son habituales).

Esta mañana me he encontrado un mail sorprendente que me ha gustado mucho, tal vez por lo inesperado, de uno de mis personajes favoritos de la blogsfera. Además, siempre me he declarado fan suyo y no pongo su nombre porque ya no está. O sea, que mola. Raulillo sigue sin enviarme el Famitel, a la espera de que le dé el OK para aceptar el del Real Madrid, y Vander me ha metido en su clan del WoW que está repleto de adolescentes flipadillos que se piensan que después de Warcraft está... Warcraft. Tendré que enseñarles quién es Leroy Jenkins xD. Ayer también tuve una conversación con Cris durante el trayecto Diagonal - Fontpineda, y solamente la mala cobertura impidió que siguiéramos arreglando el mundo. !Hasta me llamó Anabel por teléfono el otro día! Y eso fue un gran detalle por su parte, dado que solamente nos hemos visto una vez... aunque claro, nos causamos una gran impresión mutua, sea lo que sea que eso signifique xD Y formaremos pareja en el próximo partido de pádel dado que, ehem, la otra pareja - y me he mordido los dedos para no linkar la última palabra "pareja" - está ya cogida. Sin comentarios.

Ayer incluso me vi con Marta - ok, para firmar el convenio de divorcio - y hace un rato he hablado con su madre o, para no citar nombres y abreviar, mi FES. Comeré con Gemma al mediodía, tengo a mis niñas Meri y Rosa aquí trabajando a pleno rendimiento - si es que lo se dice trabajar lo hayan hecho alguna vez a pleno rendimiento, pero bueno - y estoy intentando cerrar una comida/copa/cena? con Steffi por mail. Por si una Serra no fuera suficiente, la mayor de ellas se deja ver los fines de semana (bueno, y los menores, claro) y Mònica estará en su* casa estudiando. Esta tarde no iré a jugar a tenis con Manel pero me llevaré a mis padres al cine, siempre y cuando se porten bien.

Creo que jamás había mantenido tantos contactos simultáneamente. ¿Me estaré volviendo mujer?

martes, 20 de noviembre de 2007

El Señor es mi Pastor, nada me falta (que trata sobre ciertas labores sociales de la Iglesia)

No soy católico. Lo fuí, es cierto, hasta que empezó mi adolescencia. No sé si dejé de serlo por rebeldía o porque verdaderamente tuve otras influencias que me apartaron de la "senda" cristiana. También es la época en la que empiezas a descubrir y conocer las verdades más oscuras de la Santa Iglesia y las barbaridades que históricamente se han hecho - y se siguen haciendo - en nombre de Dios o similares.

Sin embargo, aunque no confío en la Iglesia como institución, sí creo en muchos de los hombres que la integran. Esas personas cuya misión, en su origen, es transmitir y hacer llegar al pueblo llano la palabra del Todopoderoso. Insisto, me gustaría no tener en cuenta hoy ni la corrupción de todos los estamentos de la institución ni aquellas personas que han abusado de su posición dominante. Aquellas cuyo corazón es puro y creen firmemente en su labor como pastores del rebaño.

Ocurre un poco como en la política, creo. Puedes no votar al partido popular pero caerte bien Josep Piqué, por ejemplo. Con los curas siempre he imaginado al personaje como un hombre bueno, lleno de buena fe. Aquellas personas que necesitan transmitir su buen mensaje, lleno de esperanza e ilusión, a los demás. Ok, tal vez el mensaje último católico no es demasiado inspirador - pórtate bien porque si no te castigan y te vas al infierno - pero la labor social a nivel de proporcionar un destino final a los hombres, una suerte de fin de trayecto, con todo lo que ello supone me gusta.

Está el caso de la extremaunción, que parece algo estupendo. A ver, no es estupendo porque siempre hay alguien que se va a morir pero la muerte nos llega a todos igualmente; me gusta el concepto de que alguien viene a tu casa para el simple hecho de ayudarte a cruzar el camino. A su modo, y con pura buena fe, te da la mano y te "guía". Por las buenas. Sin más. Nadie es capaz de mirar mal a alguien que hace esto, porque nunca hay maldad en sus actos.

Una de las putadas de que la Iglesia vaya a desaparecer, y lo hará eventualmente porque no podrá financiarse sola en un futuro, es que se perderán estas cosas. Y eso me da rabia.

lunes, 19 de noviembre de 2007

Sumas y restas (que trata sobre las actitudes que aportan algo en los momentos determinados y las que no)

- [...] No tendremos tanto tiempo como me habría gustado para prepararnos, gracias a ciertas personas.
Bruno asintió y se alejó, cabizbajo, consciente de que "ciertas personas" era una expresión que utilizaban los adultos y que significaba otro alguien, y que él no debía emplearla.

El niño del pijama de rayas - John Boyne

En la vida hay dos tipos de actitudes para con una persona que tienden a afectar más o menos dependiendo del momento particular en el que se produzcan, pero básicamente se resumen en dos: las que aportan energía positiva al interlocutor - las que suman - y, por contra, las que aportan energía negativa, las que restan. Y hay situaciones X y situaciones que son las de verdad. De éstas últimas voy a hablar hoy.

Después de uno de los peores fines de semana de mi vida, empezando el viernes por la tarde y culminado esta misma madrugada de lunes a domingo, he tenido la suerte de encontrarme con las personas de mi vida que han intentado que pensara en otra cosa en lugar de en los dos días enteros que estuve en el hospital de Bellvitge, que conluyeron con unas pruebas que le hicieron a mi padre de pronóstico nada alentador. Quiero anotar brevemente aunque de forma muy clara lo que estoy sintiendo en estos momentos, porque estoy seguro que su relectura futura me será de mucha utilidad.

Lo primero es lo primero: los tests realizados hasta ahora sugieren que mi padre tiene un tumor en el cerebro (mala noticia), que es superficial (buena noticia), que está situado en la parte frontal derecha (en principio buena noticia) que es menos problemática para los diestros (mala noticia porque mi padre es zurdo). Todo lo demás meridianamente malo: seguramente es metastásico, con lo que el tumor primario está en otra parte, mi padre tiene buena forma física - qué coño, mejor que la mía - pero tiene 71 años, y hasta el día 28 no conoceremos el alcance de las lesiones y su posterior tratamiento. Pero, por ponerlo de forma clara y contundente, las cosas pintan fatal. Hay posibilidades de que no sea así, de que haya un edema producido por otra cosa, pero todo indica lo contrario y los médicos no suelen dar información de la que se suelan equivocar.

Este chorro de energía negativa se ha visto paliado de muchas formas y debo agradecerlas todas ellas. A los constantes mensajes y llamadas de apoyo, y esas personas que me hablan y me escuchan ya saben quiénes son, por supuesto a Meri y a Rosa por estar muy pendientes constantemente del tema, a Gemma por sus sabios consejos en un pequeño momento de bajón que tuve mientras hablaba con ella, a Manel por dame dosis de evasión física cuando lo necesitaba y por dar pie a poder tener una charla de media hora con un neurocirujano - hay que ver cómo la frivolidad de tener que colgar una llamada por un simple "partido de tenis" se convierte de repente en alguna de las informaciones más relevantes de mi vida, aunque no estoy seguro de que ciertas personas lo entiendan - y muchas cosas más.

Estaba poco acostumbrado a permanecer en un centro hospitalario y que fuera debido a mi familia. En otras ocasiones no estoy seguro de a qué altura estuve (si a la de las circunstancias o a otra), pero por lo menos intenté sumar energía positiva y no restarla. No sé si conseguí sumar la suficiente, pero esty convencido de que por lo menos no la resté. Era un momento importante. Han cambiado algunas cosas desde entonces, pero principalmente sólo una: era MI padre el que estaba en el box el otro día.

Y en el afán de intentar que yo no estuviera pensando en los resultados que me estaban dando, en las noticias nada agradables que vienen de los neurólogos, siempre va bien que ciertas personas te animen a dar un ultimátum para la recogida de las útimas cosas del piso o cuando llegara a la puerta me las iba a encontrar en cajas, o que te insistan en lo inútil que es el abogado que gestiona tus asuntos o que te insten - 7 horas después de estas perlas - a la comodidad de tener que bajar a la Diagonal un martes a las 19 horas para acabar de finiquitar los asuntos que sí, lo admito, esta vez - la primera - se han demorado por culpa mía. Psché, mira mi padre que cabrón que ha tenido que tener esto justo el día que tenía que ir a firmar. Ya se lo reprocharé otro día, sin embargo.

Por todo esto, porque realmente se consiguió el objetivo desviar mi atención de lo que era menester, gracias. De verdad.

Hay ciertas personas que no entienden que las disculpas no son la tirita que cura una puñalada trapera. Y que se hacen para que LA OTRA PERSONA - la "ofendida" - se sienta mejor, no para sentirse mejor con uno mismo. Pongamos que, durante esos 20 minutos que precedieron a ese "frivolísimo" partido de tenis del fin de semana, no conseguí hacer entender este detalle.

No deja de ser curioso a la par que macabramente coincidente que yo, que fuí acusado de ser un "tumor" en la vida de ciertas personas, esté sintiendo un alivio al poner punto final a mi propia extirpación.

No es coincidencia que no haya nombrado a Mònica en todo el relato. A pesar de que ignoro las increíbles circunstancias - mucho peores que las mías, a priori - que padecen ciertas personas, las de ella las conozco lo suficiente como para entender que hoy merece mi total atención, más de lo que yo le merezco a ella. Y no olvidaré el hecho de que, siendo la persona que conozco que menos tiempo tiene, estuviera conmigo en el hospital y en casa cuando la necesité. Porque es la clase de persona que no necesita decirte "para lo que necesites", porque sabes que eso es y ha sido así siempre. Por ser pura energía positiva, por intentar sumar siempre - en caliente y en frío- y por hacer de mi vida un "bastante" mejor, gracias. De verdad.

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Ah! Y no quiero dejar escapar la oportunidad de añadir una cosa: estoy lleno de rabia. Llenísimo. No rabia por si mi padre se va a morir o va a vivir, sino porque necesitaría 3 vidas para compensarle todos los sacrificios que ha hecho por mi y aún me quedaría corto. Rabia porque el tiempo, y la salud, es la esencia de todas las cosas y eso se me está robando sin que pueda hacer nada para evitarlo. Y me da rabia, mucha rabia. ESO es lo que me da rabia, y no saber quién gana o deja de ganar más dinero o si alguien está o no en casa cuando llego de trabajar. Las frivolidades que se las queden otros. Pero conste que hoy sí, hoy estoy lleno de esa repochosa "rabia interior".

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No estoy seguro de que tenga algo que ver pero como creo en ello, y por si acaso, quiero tener cubiertos todos los frentes ya sean naturales o sobrenaturales. Por si acaso, deseo a todo el mundo y muy fervientemente, exactamente el DOBLE de lo que me desean a mí. Pongo mi entera voluntad en ello. Por vuestro bien, y con sinceridad lo digo, espero que me deseéis algo bueno.

viernes, 16 de noviembre de 2007

Más sobre vergüenza (que trata sobre lo mismo que la entrada anterior)

Por mucho que lo intento, no consigo meterme en la piel de médicos y enfermeras como me recomendaba leoncio en los comentarios de ayer.

Hoy hemos ido al CAP tal y como nos indicaron ayer en el hospital de Bellvitge después de 5 horas y media en urgencias. Al llegar al CAP nos han atendido en 1 horita y tras una breve charla con el médico de cabecera, nos ha hecho un volante urgente para el especialista.

Pero ahora viene lo bueno: el especialista está de vacaciones desde hoy y hasta el día 30 y, atención, no hay nadie que lo sustituya. La cara con que me he quedado mirando a la enfermera creo que ha sido suficiente y le he preguntado simplemente que cuál era la respuesta de la sanidad pública ante este problema. Al final he dejado mi número de teléfono y me ha dicho que me llamarían por la mañana, que el médico intentaría hablar con un colega suyo para ver qué se podía hacer.

La solución? Nos han dado un volante para visitar al médico de guardia... en Bellvitge. Urgente. Increíble, pero cierto.

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Y a pesar de todo, mis mejores pensamientos van hoy para Mònica. Tú sabes el por qué.

jueves, 15 de noviembre de 2007

La gran Vergüenza (que trata sobre los hospitales de la Seguridad Social)

El martes pasado viajé a Sevilla de urgencia porque mi padre había sido trasladado al hospital más cercano; llegué a la capital andaluza en el avión de las 3 de la tarde, no había ninguno antes, y me comentaron que estaba en la "sala de evolución". Al preguntar por su estado, por su diagnóstico empiezan los problemas ya que nadie es capaz de decirme nada: no sé el motivo por el que ha ingresado, no sé el estado en el que se encuentra, no son capaces de decirme si está bien o se está muriendo, no pueden saber si se ha roto un pie o le han pegado un balazo en el pecho.

Lo mejor de todo es que la siguiente hora de visita no era hasta las 20:30, con lo que pretendían que me estuviera tocando los cojones sin saber nada durante casi 5 horas. Y además, la visita programada del médico no es hasta las 14:00 del día siguiente, por si quería hablar con él. Tócate los cojones.

Conseguí sacarle a la enfermera el número de camilla de dónde se encontraba mi padre así como la localización de la "sala de evolución". La "sala de evolución" son 50 camillas dispuestas en un cuadrado con 5 ó 6 enfermeras dando vueltas, cerca de la entrada de urgencias del hospital del Valle de Sevilla. Cuando comprobé que no había ninguna enfermera en la entrada de la puerta me colé (una me dijo que si nadie me veía nadie podría decirme nada) y parecí entrar en una especie de purgatorio donde 4 docenas de almas en pena esperaban su destino celestial o infernal. Aprovechando que pronto era la hora de la merienda, nadie tuvo a bien reparar en mi persona y pronto empezó a entrar el resto de la gente.

El alta provisional que recibimos fue, aunque mi padre tenía reservada cama para su ingreso allí mismo y que le hicieran las pruebas que debían, porque su residencia es Barcelona y allí podrían tratarlo mejor sin necesidad de desplazar a nadie más de 1000 kilómetros. Al anochecer localicé el coche, que amablemente un conductor de la ambulancia había aparcado en una calle cercana, y empezamos el trayecto de vuelta a casa. Apenas 100 kilómetros más tarde paramos a cenar y dormir y ayer nos hicimos el resto del trayecto, para descansar en casa y hacer lo que nos había dicho el médico de Sevilla: llevarlo a su hospital de referencia - Bellvitge o Valle Hebrón - para que allí lo atendieran en urgencias y se procediera a su ingreso.

Lamentablemente, y mientras aparcaba el coche, el hijo de puta del doctor que estaba en preselección de pacientes - donde se les clasifica por orden de urgencia - ha decidido que no había tal prioridad y 4 horas después todavía sigue sin ser atendido por ningún personaje que se haga llamar médico. Menos mal que no estaba yo presente en ese momento (he pedido su nombre pero no me lo han querido dar y ya no está) porque si no hubiese agradecido tener un hospital tan cerca.

Mi padre, que ha cotizado durante más de 50 años a la seguridad social, sin jamás haber hecho nunca uso de ella, tiene que sufrir ahora los sinsabores de un servicio que da verdadera pena realizado por profesionales que no merecen esa distinción.

Hoy, o a mi padre le realizan las pruebas que necesita o yo duermo en comisaría.

miércoles, 14 de noviembre de 2007

La llamada de la Vida (que trata sobre ciertos momentos en tu vida que te parecen una revelación)

Martes y trece. Teóricamente tenía que ser un día medianamente difícil porque se firmaba definitivamente el convenio con M antes de presentarlo al juez; efectivamente el día no fue fácil, aunque nada de lo previsto sucedió y tuve que viajar a Sevilla con carácter de urgencia.

Hay múltiples formas con las que puedo explicar el motivo que me llevó a la capital andaluza pero el que mejor lo resume se sintetiza de este modo: imagina que vas caminando por la calle de tu vida, tranquilamente (tal vez demasiado tranquilamente), dando por sentadas tantas cosas que pareces hasta haberte acomodado un poco en ellas, hasta que notas como te dan unos toquecitos por la espalda instándote a que te gires. Lo haces y la figura que encuentras es absolutamente impersonal; no es ni angelical ni siniestra, ni dulce ni áspera. Es la propia Vida, el mismo Destino, que pone su mano en tu hombro y cuando vuelves la vista, simplemente alza su dedo índice y con un tono que nada tiene de amenazador pero sí mucho de advertencia te dice: "Eh."

Mucha gente se queja de que, para con ciertas cosas o con ciertas personas, no ha tenido muchas oportunidades. Casi siempre es mentira, estoy convencido de que seguro que las han tenido y han sido demasiado obtusos para identificarlas. Yo espero gozar de la suficiente valentía para reconocer estar bendecido por disponer de una de ellas, y tener el suficiente coraje para no desaprovecharla.

Hoy, por lo pronto, he seguido las reglas que dictaban mi curiosidad atreviéndome a hacer preguntas que, aún sin incumbirme, había guardado durante 2 décadas enteras. Así que, Mònica, gracias por ese empujoncito al respecto. Te debo otra y espero que sigamos en la misma onda por mucho tiempo.

Quiero destacar el apoyo de los habituales hoy: aparte de la propia Mònica, Marta, Rosa y Meri. Mención especial merece ésta última, a la que hoy concedo la Medalla de Honor del Congreso por demostrar su valentía e intrepidez, aún habiéndose tenido que oir ciertas cosas desagradables y desagradecidas, más allá de la llamada del deber. Quiero dejar constancia de mi agradecimiento a Meri hoy por entender que lo que se necesitaba eran mensajes que sumaran, y que no cabía ni tan siquiera un pequeño comentario que sonara a reproche. Conseguir eso aumenta en gran medida su categoría humana y habla muy bien de ella.

Desde luego que este martes fue un día extraño. Espero que lo valioso de la lección de hoy sea capaz de retenerlo por mucho tiempo.

martes, 13 de noviembre de 2007

Please hold on (que trata sobre como NO deberían ser las cosas)

Hoy no puedo escribir, me lo impide... la realidad. Me lo impide el pensar que el mundo que hasta ahora he conocido, puede venirse abajo.

Aguanta, por favor, llego enseguida.

Estaré en Sevilla un par de días. Y no creo que, por esta vez, pase por mi Hostería del Laurel.

lunes, 12 de noviembre de 2007

Un disparo, una oportunidad (que trata sobre qué hacer cuando se presenta ESE momento)

Look, if you had... one shot,
one opportunity,
to seize everything you ever wanted
in one moment...
would you capture it
or just let it slip?

En la banda sonora original de la película "8 Mile", el protagonista Eminem se hace esta pregunta. En realidad viene a ser algo que ya he tratado alguna vez aquí (nota: tengo que evitar ser redundante en ciertos temas) y se resume en: si realmente vieras pasar por delante tuyo la oportunidad de tu vida, ¿te lo jugarías todo a una carta o la dejarías escapar?

Muchas veces he sido inoperante en mi vida, excepto en aquellas en las que he tenido las cosas claras; tras los últimos 5 años no puedo decir que conozca mejor el mundo o a las personas, pero sí hay una que empiezo a conocer bien: yo. Suelo utilizar la misma analogía siempre, pero realmente la vida es como un partido de tenis: la clave para ganar encuentros no solamente consiste en conocer los puntos fuertes y débiles de tus contrincantes, sino - y muy importante - en conocer tus propios puntos fuertes y débiles. Saber lo que haces bien y lo que haces mal es vital para que, en los momentos clave, puedas forzar situaciones en la pista que convengan a tu estilo de juego. Esto, trasladado al mundo real, funciona exactamente igual.

Conocerme a mí mismo, saber cómo actúo y de qué forma pienso en momentos fundamentales, me ha ayudado mucho para intentar saber aprovechar (tres verbos juntos?) las buenas rachas y poner una marcha más a una situación especial; evidentemente no hay ninguna garantía de que las cosas te puedan salir bien - tal vez ahí reside la emoción de la vida - pero vale la pena correr el riesgo.

Cada persona reacciona de forma distinta ante estos casos y además nos vemos influidos por las eventualidades de nuestra vida cotidiana. Mi consejo es que nada de esto importa. Si lo ves, a por ello. Por eso, ante la oportunidad de tu vida y después de darle muchas vueltas, es mejor disparar. Porque el primer premio siempre es grande, muy grande.

Quiero empezar a poner algo de música que tenga que ver con mis entradas así que hoy, por supuesto, toca escuchar: Eminem - Lose yourself.

viernes, 9 de noviembre de 2007

De toda la vida (que trata sobre viejos barrios)

El martes estuve con mi abuela, que la acompañé al banco (la Caixa, claro) y así de paso me luce un poco. No es ya que le guste que vaya a verla sino que le gusta pasearme un poquito y hacer de "abuela", con las clásicas preguntas a todo el mundo que se encuentra, inclusive cuando se topa con sus amigas - las 'chicas' - que tienen todas de 75 años para arriba: "¿Habéis visto que novio más joven y guapo que me he echado?". Todas son muy corteses al respecto: "Mírala la Palmira qué bien acompañada que va!" - "¿A que es guapo mi nieto?". Y similares. Eso sí, siempre en catalán, claro. Eso sucede una media de 7 veces por trayecto, y recuerdo que antes se me quedaba una cara de circunstancias cuando la persona interpelada o bien era un hombre ("¿A que es guapo mi nieto?" genera una situación tensa entre dos hombres, y si la pregunta no genera una situación tensa a AMBOS automáticamente me genera una situación tensa A MI) o bien era una chica joven de 30 o menos que coloca a ambos en un punto comprometido.

Ayer fuí al cine con mi madre (sin intención cómica) a ver "Cassandra's Dream" de Woody Allen - nostamal, muy típica de este periodo de Allen - y me di cuenta de que hizo esta misma pregunta a la mujer de las palomitas. Será que, ulteriormente, madre e hija se empiezan a parecer en ciertos aspectos.

El caso es que fuí a comprar con mi abuela la "catalana" de Ca l'Elvira, la tocinería de la esquina. Elvira hace mucho que no lleva la tienda, pero será su tocinería para siempre, claro. Solamente me gusta la catalana que se hace allí, no entiendo bien por qué, pero desde pequeño ha sido así. Soy un esnobista de la catalana, qué cosas. Sant Andreu del Palomar es un barrio viejo de Barcelona, aunque para mi abuela no es Barcelona Barcelona. Para ella cuando va al médico, hacia el Eixample, eso sí es ir a Barcelona. Todavía tiene ese concepto de barrio de las afueras de la gran ciudad.

Pero lo cierto es que el mismo barrio tiene una vida espectacular en todos los sentidos y un ligero vistazo a las tiendas ya dan fe de ello. Al dejar a mi abuela a casa volví a comprar una cosa en Ca l'Elvira, pasé por al lado de la colchonería (no una tienda Pikolín gorda, que también la hay, no. Una colchonería de toda la vida), una tienda donde se hacen arreglos de la ropa, la floristería y una tienda de libros de una multinacional que, curiosamente, liquidan por cierre.

Entre también en una tienda en la que venden cosas de cama y pijamas para comprar uno y se produce la siguiente situación: había dos mujeres, una de 25 años y otra de unos 50 (¿madre e hija tal vez?). Escogí un pijama y le dije que mientras me lo preparaban iba a la tocinería; cuando volví lo tenían preparado y la mujer mayor vino a decirle a la otra que le gustaban los hombres que iban a hacer recados, que es como debería ser. El problema, añadió, es que "los hombres así de buenos buenos o bien no existen o bien están cogidos". Ante esta afirmación, yo solté un "bueno, no sé, la realidad es que yo..." - "Nada, nada, y si no están cogidos es que será por algo..." - "Hombre, yo no diría que..." - "Que sí, que sí, lo que yo te diga". Ante mi cara de circunstancias la mujer se quedó así un poco de la ponzoña, así que tuve que decirle que actualmente y lo que se dice cogido, yo no mucho pero podía ser tranquilamente que o no fuera bueno bueno o que evidentemente sería por algo, no? Se lo dije con humor y riéndonos todos. La que se puso como un tomate de roja fue la más joven, a todo que la más mayor se fue diciendo "me voy, que tengo la sensación de que si continúo hablando meteré más la pata, si cabe".

Estas cosas solo pasan en un barrio así. Sería impensable que esto sucediera en un pueblo como La Palma, lleno de suspicacias por todos los lados cuchicheando a tus espaldas y que todo el mundo te mira o con cara de envidia o que espera a que suceda algo para tener tema de conversación en la panadería.

Barcelona ciudad no me gusta por muchos motivos y nunca viviría allí - yo soy de casa con jardín - pero hay que reconocer que, de vez en cuando, tiene sus momentos. Este sábado volveré para acompañar a mi abuela al cementerio, no tengo perdón por haber olvidado el día de Todos los Santos. Dado que este fin de semana no hay partido, tras mi nueva derrota del último día, aprovecharé para jugar un poco a tenis y ya veremos.

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Acabo de recibir un comentario en una de mis entradas, concretamente en la "amaneceres con recuerdo" de septiembre, de una excompañera mía de clase que seguramente me ha encontrado googleándose a sí misma y me ha hecho una ilusión tremenda. Al final este blog va a acabar siendo más útil de lo que pensaba. Hoy, pues, un saludo muy especial para Steffi :-)

jueves, 8 de noviembre de 2007

Asesinos, aplausos y sexo (que trata sobre 4 detalles de la actualidad de hoy)

Es curioso como en La Vanguardia de hoy, ya sea en menor o mayor medida, se habla de temas que he ido recogiendo en mis pensamientos registrados en este blog. Por un lado, recuerdo haber realizado una reflexión acerca de la juventud y el sexo - que curiosamente recibió un extraño comentario por parte de una chica semanas después de la publicación de la entrada - que se ve complementada con un reciente artículo del periódico catalán en el que titula, de forma bastante reveladora, que "Los menores alardean de haberse iniciado en el sexo para destacar ante sus compañeros" citando una reciente encuesta Schering que sitúa en torno a los 16,5 años de media la edad a la que los jóvenes pierden la virginidad. Alerta, sin embargo, que está bajando y hoy en día tanto varones como hembras de 12-13-14 años son un público susceptible de ser "desvirgado".

También recordamos el drama humano de talla mundial que supuso la muerte de un jugador de fútbol en un estadio (sic), tan importante que hasta yo lo repercutí aquí. Las palabras de Ramón Solsona en su texto de opinión del noticiario del grupo Godó, que puede leerse parcialmente aquí, parecen tener cierto eco cuando narra los hechos del partido entre Alavés y Eibar en el que se desplomó una valla del estadio dejando heridas a 12 personas - de escasa gravedad - que salieron ovacionadas del campo: "Quién les iba a decir que cayendo al foso alcanzarían la gloria [...]. Todo el mundo aspira a un minuto de oro y hay que estar preparado para disfrutarlo cuando se presente, aunque sea a lomos de una camilla y camino del hospital. Pero si algún espectador hubiera muerto en el absurdo accidente, habría gozado en su entierro de una ovación más atronadora."

Pero el caso que hoy asola la actualidad internacional es el de la masacre de 8 personas por parte de un ex-alumno en Finlandia, abatiendo a disparos a 6 compañeros suyos de clase, una enfermera y a la directora del centro e hiriendo a 12 personas más. De esta forma, el chaval de 18 años imita a los carniceros de Columbine o del tecnológico de Virgina de años atrás. Finlandia entera está conmocionada, lógicamente, pero sobretodo está sorprendida porque estas situaciones son más propias de un país como Estados Unidos antes que de una avanzada y educada Escandinavia.

Pero aunque detrás de esto siempre hay multitud de datos macabros (los clásicos comentarios de ex-colegas, vecinos y profesores, del estilo "era un chico retraído, tímido, nunca imaginamos que..."), en esta ocasión todo tiene cierto morbo porque el psicópata lo había anunciado algunas horas antes en YouTube, con los tags "Jokela escuela secundaria matanza antes del tiroteo". En otros videos colgados en la famosa página y desde su nick Sturmgeist89 (alma de tormenta, en alemán) ya salía practicando con su pistola recién adquirida y con discursos antisociales propios del más perturbado sentimiento de grandeza.

Cuando Pekka Erik Auvinnen vio aparecer a la policía personada para deterle, y como suele suceder a estos que se creen supramortales, fue incapaz de digerir su propia caída y se pegó un tiro. Con tanta mala fortuna que fue incapaz de morir al instante y tuvo que gastar dinero de los contribuyentes en asistencia sanitaria hasta que falleció pocas horas después.

Ante estos hechos siempre cabe una clásica reflexión a voz en grito, argumentando que los jóvenes de hoy en día están locos, echando las culpas a la sociedad, a la globalización, etc. Claro que esto siempre precede a la tertulia del fútbol, porque si bien hay tíos que matan por doquier es más importante que el Madrid pierda fuelle empatando con el Lyon o que Ronaldinho vuelva a estar en forma. El asesinato masivo vende, pero no tanto.

Desconozco los motivos que pueden llevar a alguien a coger una pistola y matar indiscriminadamente a la gente. Comprendo, aunque no comparto, que en ocasiones alguien tenga ganas de eliminar a otra persona por llevar motivos personales más allá de su capacidad de raciocinio; incluso entiendo que haya dirigentes que no tengan reparos en apretar un botón y mandar a miles - o millones - de personas al infierno. Es decir, lo entiendo porque es más fácil hacerlo si no tienes sus caras delante, no significa que esté de acuerdo ni mucho menos. Pero llegar a un sitio con una pistola y empezar a matar ex-compañeros porque sí es algo que se escapa completamente a mi comprensión.

miércoles, 7 de noviembre de 2007

Malvado, aunque sólo a veces (que trata sobre cómo la manipulación, en ocasiones, puede ser... extraña)

Lo primero es lo primero. EST y basta. MUY EST, con técnicas milenarias que por lo visto son capaces de traspasar pueblos y paredes y que hacen que dos personas completamente distintas se asemejen en ciertos aspectos. ¡Quién lo diría!

El otro día pedí que se adivinaran estas siglas - y además con razonamiento a ser posible - y nadie fue capaz de averiguarlo. El bote está a 100 euros, y yo siempre cumplo mis apuestas.

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Como nunca fuí muy listo ni tuve una grandísima inteligencia práctica, tuve siempre que imaginar sistemas con los cuales poder salirme con la mía. Todo el mundo lo hace, yo también. La mentira es un recurso fácil que no me gusta, así que siempre evito tener que usarla incluso cuando al hacerlo ello me coloque en una situación desfavorable para mis intereses. Y también procuro cumplir con lo que digo en la medida que me es posible, porque retractarme me da una grima terrible.

Al no poder utilizar las técnicas más elementales, he tenido que recurrir a otras artes para flexibilizar el mundo a mi alrededor; tergiversar ligeramente me gusta, aunque no es el santo al que presto mayor devoción. Pero cuando uno está entonado, entra en feeling con la Fuerza (xD), los hilos no tangibles de la realidad se vuelven más densos hasta llegar a un punto en el que parece que puedas moldearlos con los dedos. Un poquito solamente. No mucho, de verdad. Pero cual prestidigitador, manipular conceptos, pensamientos y líneas de actuación se convierten en un malabar básico que se ejecuta de forma muy fluida. Ta-taaa-pum-pum. Malabar con tres pelotas.

Es algo que todos hemos experimentado alguna vez; Hannibal Smith decía que "me encanta que los planes salgan bien" (I love it when all plans come together), y quién más y quién menos - especialmente las mujeres - han jugado a ser Celestina con algún amigo o amiga, buscando cosas donde inicialmente no lashabía. Y tras verlos enrollados en alguna discoteca o saliendo, seguro que un escalofrío de gusto recorre sus espaldas.

A veces tienes esta sensación. Yo la tengo hoy. Y no, no he liado a nadie con nadie ni no, tampoco tiene que ver con M (nota mental: por mucho que parezca lo contrario, yo soy el más fácil de manipular. La diferencia es que me doy cuenta... y a veces me dejo y todo :-) )

martes, 6 de noviembre de 2007

Wassup, bR0? (que trata sobre los familiares, aunque brevemente y de forma incompleta)

La última entrada de Gemma, que hace relación a su sobrina, me sacude ligeramente esa máquina de bombear sangre que algunos llaman corazoncito. Aunque generalmente soy inmune a este tipo de situaciones, tengo épocas en las que me pasa. Además, creo que ya he reflexionado sobre ello en este mismo diario - en mi entrada sobre los cuñados - mas no puedo evitar reiterarme en mis pensamientos, aún a costa de saber sobradamente que de nada sirve que lo haga.

Gemma decía que el día en el que nació su sobrina lloró de alegría y que ese fue, tal vez, la única ocasión en lo que eso haya ocurrido. No he estado con Gem la mitad del tiempo que me hubiera gustado y la mitad de ese tiempo no es ni la mitad de la mitad de lo que merece, pero me creo que lo que dice es así porque para una persona que no es nada llorica le encaja perfectamente que le sucediera en esa ocasión.

Hay personas que creen que los lazos de sangre no tienen por qué ser más fuertes que otro tipo de lazos. "Més val un veí a la porta que un cosí a Mallorca", que dicen. Pero siempre es más fácil soltar este tipo de frases cuando puedes renunciar a esos vínculos familiares por elección y no por imposición o, sencillamente, por omisión.

Como veo que ya expliqué en mi anterior entrada, tener poca familia hace que el árbol navideño sea pequeño y la mesa de la comida de Navidad bastante corta. En la otra ocasión, sin embargo, escogí centrarme en la figura de un personaje secundario que aparece gracias al hecho de tener hermanos en tu pareja, sin pararme demasiado a reflexionar sobre el hecho de lo que sucede en el otro lado. Yo no ofrezco hermanos*, no ofrezco cuñados. Pero más importante que eso, me quedo sin poder tener la experiencia de Gemma, sin poder llorar de alegría al ver nacer a mi sobrin@.

Como advertí, he pasado por varias fases al respecto. Durante mucho tiempo he agradecido estar solo, porque siempre me he encontrado bastante a gusto conmigo mismo (encantado de conocerme). En otros momentos, he echado de menos tener un hermano o incluso una hermana, tíos y tías, personajes que me he tenido que inventar o que han tenido la bondad de adoptarme. Un ejemplo clarísimo es mi tío Manel, con quién juego a tenis 3 ó 4 veces a la semana y que él mismo me llama su sobrino adoptivo. Vander no es mi brother, pero es mi bR0 y pecaminosamente durante bastante tiempo se intentó que Mònica fuera mi hermana. Bien está lo que bien acaba.

La estampa de dos hermanos juntos que se lleven bien, debo admitirlo, me corroe de envidia sana. Cierto es que me mata la estampa de dos hermanos que se lleven mal, pero tengo tendencia a pensar en lo bueno antes que en lo malo. No es que lamente no haber tenido a nadie en casa con quién jugar de pequeño (o con quien pelearme), lamento no haber tenido esa posibilidad de escoger.

Ahora, por ejemplo, llamaría a mi herman@ y le diría: "Yo, wassup?"

lunes, 5 de noviembre de 2007

Estableciendo MI espacio (que trata de como se consigue hacerme la vida imposible, o por lo menos intentarlo)

Tenía algunas ideas interesantes, pensamientos que me han venido a la cabeza durante el fin de semana de los que quería dejar constancia por escrito en el blog. Sin embargo, aún a costa de que me hago repetitivo incluso para mí mismo, necesito hacer hincapié en el hecho de establecer MI espacio, algo que ya he dejado claro en numerosas ocasiones que es fundamental para un servidor.

Generalmente, no me gusta hacer la vida difícil a nadie. Es cierto que en ocasiones no me he esforzado para hacer la vida más agradable a otras personas, pero tampoco me he esforzado para complicársela; o he pasado por completo o he trabajado para intentar generar un poquito de felicidad, teniendo como objetivo - en muchos casos - encontrar la mia propia en la de ell@s. Otra cosa es que lo haya conseguido, claro.

Desde hace ya algunas semanas que estoy viviendo en la que antes fue mi casa de soltero, un pequeño apartamento de poco más de 50 metros cuadrados. Esas cuatro paredes se han ido poco a poco acostumbrando a la presencia humana largamente olvidada y, aunque quedan un trillón de cosas por hacer, ha ganado en calor (aunque últimamente pega un frío que pela) conforme se le han ido añadiendo cosas.

Realmente hacen falta pocas cosas para convertir un lugar en tu espacio, especialmente si existe buena voluntad por todas las partes implicadas en ello. En mi caso, vivo en un anexo a la casa principal en el terreno de mis padres. Tiene entrada propia, línea de teléfono propia, gas natural, dirección propia, etc. A todos los efectos es independiente. ¿A todos los efectos? Bueno, a todos menos uno: mi madre.

Cuando yo "volví" a casa de mis padres lo hice con las siguientes condiciones impuestas por mi parte, condiciones que en ningún momento obligué a aceptar. Es decir, que si se estaba de acuerdo era OK por mi parte y si no simplemente me buscaba otro sitio al que ir. De hecho a mi me daba igual, sinceramente, aunque por una cuestión de velocidad y flexibilidad me iba mejor lo primero. Las condiciones eran sencillas y en realidad se resumen en la siguiente: si yo no podía hacer exactamente lo mismo allí que lo que hubiera hecho viviendo en otra parte, no me interesaba.

No tengo 15 años. De hecho voy para los 30 y lo que no hubiese podido soportar son preguntas del estilo: "¿A qué hora vendrás a cenar?", "¿Con quién has dormido esta noche?" o "¿A qué hora volviste ayer?". Si este tipo de preguntas no caben viviendo en otra parte, tampoco las quiero viviendo allí. Básicamente porque hago del respeto y la no-injerencia en la vida privada de los demás una máxima vital. Lo que cada uno hace con su vida es su problema.

Que mi madre se inmiscuya de forma flagrante en mi círculo espacial - que será más grande o más pequeño, pero es mío - no es tanto un tema de curiosidad o de tomatismo (término que acuño en honor al programa del Tomate, más corto que "jorgejaviervazquismo" pero de igual significado) sino de la necesidad de dar por culo. Le jode la gente que no es infeliz. Creo que piensa que si no eres feliz entonces ella es más necesaria, con lo que intentará con sus comentarios joderte la vida lo máximo que pueda. Eso sí, procurando sin éxito que no se note. Esto ha sido el motivo de discusión, segunda y última vez al respecto, por el que nos hemos peleado este fin de semana.

Y este ha sido el motivo por el que, después de todo lo que he sufrido para llegar al punto al que he llegado hasta hoy, estoy buscando nuevo piso.

viernes, 2 de noviembre de 2007

Llegadas (que trata sobre las emociones que se viven en un aeropuerto)

Hay algunas cosas que aprendí con la película "Love Actually". Primero, que una película que no necesariamente acabe bien (o por lo menos que acabe bien al 100%) puede gustarme; segundo, que una comedia dramática (o un drama cómico) se puede convertir en una de mis películas favoritas.

En un punto de la trama, casi al principio, uno de los protagonistas argumenta lo reconfortante que le parece la terminal de llegadas del aeropuerto de Heathrow. Dice que siempre va allí cuando necesita que le suban la moral porque es una sucesión constante de abrazos, besos, cálidas bienvenidas y emocionantes reencuentros.

Lo cierto es que desde que vi por primera vez la peli no puedo dejar de fijarme en esta circunstancia. Si llego con tiempo al aeropuerto y salgo desde la terminal B en Barcelona, suelo pasar unos minutos en la parte izquierda donde están las llegadas y me quedo mirando lo que sucede. En ocasiones hay gentes con pancartas, que esperan al hijo que se fue a estudiar al extranjero; hay aquellos que reciben la visita de ese amor a distancia que hace tiempo que no ven; maridos y mujeres que esperan a su pareja después de una semana separados, con los niños jugueteando por el mármol y gritando "papá!" y "mamá!" al verlos aparecer por la puerta. Hay recibimientos de negocios, más fríos, que se establecen con un encaje de manos; hay pancartas que reciben a humanos anónimos, que señalan el cartel antes de señalarse a ellos mismos; hay familias que se reajuntan después de meses sin verse...

En cualquier caso, es siempre reconfortante y esa es la verdad. Anteayer, al llegar de Madrid, hice lo que hago normalmente: escudriñar la multitud en búsqueda de una cara familiar. Muy pocas veces son las que me ha sucedido encontrarla, pero nunca dejo de buscarla; al tiempo, la gente que se agolpa frente a la barandilla también me observa, deseando probablemente de que yo fuera otra persona y no ese personaje trajeado anónimo que se desliza hacia la salida. Veo en ellos los ojos de deseo, los ojos de abrazar, los ojos de besar, la impaciencia y las ganas de que salga ya esa maleta maldita porque hace 20 minutos que el vuelo está marcado como "en tierra" en los paneles.

Y no puedo evitar sonreir.

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Volví a perder el coche en el párquing, aunque tuve suerte porque lo dejé relativamente cerca de uno vestido con lazos que anunciaba que una pareja se acababa de casar y había marchado de viaje. El tíquet me caducó, pero en la salida había un personaje que se portó bien.

Este fin de semana tengo partido; está difícil, porque me va a tocar a su mejor jugador y aún no he recuperado la forma. Ayer jugué un par de horitas y dentro de un rato volveré a la pista, después de 3 días de inactividad en Madrid.