Los hombres no hablamos de sexo. No lo entiendo. ¿Por qué? Las mujeres sí hablan de sexo, y además lo hacen de forma explícita, sin tapujos, comparando, indagando, aprendiendo y riendo. Bueno, supongo que no todas las mujeres son así ni todos los hombres tampoco, pero se me permite la generalización. Ellas incluso han desarrollado un vocabulario específico.
Creo que los hombres, siempre en general, tenemos un concepto arcaicamente masculino al respecto. O tal vez porque digamos que hablar de ciertas cosas con respecto a las mujeres "no es de caballeros". Con respecto a las mujeres importantes, claro. Porque a veces no se escatima en comentar "Es una bomba (en la cama, claro)", "Me la cepillé de toda las formas posibles" o "Tiene unas tetas que lo flipas". Que lástima que después de esto necesariamente debas escupir en el suelo y seguir comiendo con las manos o, en la opción número dos, chocar los vasos repletos de ron con el resto de filibusteros para acabar durmiendo la mona en la mesa de cualquier bar de mala muerte.
El problema es que históricamente somos mucho menos comunicativos. Es la razón por la cual los hombres vamos de pesca y las mujeres no pueden; pescar no solamente requiere un ejercicio de paciencia sino que permite a dos hombres pasar una agradable tarde juntos... sin tener que decirse nada! Esto es IMPOSIBLE con dos mujeres. Y claro, como hablar asusta a los peces, pues no van de pesca.
Esto también se nota en la cantidad y calidad de información que sacan de una quedada. Por ejemplo, Marta quedó hace un par de días con su amiga Blanca y estoy convencidísimo de que el flujo de información bilateral que hubo en aquellas tres horas supera con creces mi ancho de banda. Dos hombres seríamos capaces de compartir una inmejorable velada jugando a los videojuegos o hacer una acampada en el bosque y salir solamente con una buena sensación, sin la necesidad (y ojo, no es casual que use esta palabra) de conocer vida y milagros de la otra persona. No es que no me importe... es que estamos hechos de otra forma.
En cierto sentido envidio la capacidad comunicativa y empática de las féminas. Yo tengo empatía mecánica: las máquinas hacen lo que yo quiero y funcionan cuando estoy al lado. Las mujeres... bueno, no siempre xD Pero sí me asombra esta energía mágica que fluye entre ellas cuando se juntan, que les nutre por dentro y se nota por fuera.
En muchos casos, ser mujer tiene que molar. A mi me gustaría probar a serlo durante algún tiempo.
viernes, 22 de junio de 2007
Demasiado hombre (que trata un poco sobre la visión de los hombres con el sexo)
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9 comentarios:
"me asombra esta energía mágica que fluye entre ellas cuando se juntan, que les nutre por dentro y se nota por fuera."
Nunca lo había visto así.
Respecto al otro día, veo demasiado poco a Blanca y a pesar de que hablamos a diario, la echo de menos, así que claro, cuando estamos juntas disfrutamos hasta el último de los momentos en que miramos el reloj pensando que son las 8 y salimos corriendo al ver que son las 9 y media...
By the way, yo carezco de empatía mecánica, estamos perfectamente compensados.
Bueno, es así.
Ser tía debe molar.
No lo dudes. Es fantástico
Qué rabia me dais a veces, la verdad.
Ser hombre también tiene que tener sus cosas, no?
La verdad es que yo lo probaría solamente durante un día, just to know que se siente, pero luego regresaría sin dudar a mis dolores menstruales.
Sí, tiene sus cosas.
Pero a los que nos gusta hacer venir las cosas como queremos, simplemente contamos con un gran handicap.
Es como si al escoger un personaje para un JDR equivocas la clase. No es un drama, pero sencillamente la mujer tiene todos los atributos específicos para conseguir lo que quiere.
Y punto.
Pues yo no lo probaria.. :)
Hombre, Mote, tú eres bastante femenino... XD
De hecho creo que el 27 te regalaré un bolso ;-)
Si me sigues llamando Mote, nunca entraré en la órbita de Glòria.
Hombre, para ciertas cosas sí. Y además, os debo mucho por ello :-)
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