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jueves, 12 de febrero de 2009

Marcela, modelo y estrella (que trata sobre Marcela, la crack de las fotos)

Ayer lo publiqué en la entrada y al final no pude contarlo, y eso que me moría de ganas de hacerlo. Por cierto Vander, las fotos ahora te las mando. Avísame cuando te lleguen y dame un toque si por un casual no las recibes.

Total, en el vaporetto nos encontramos con Marcela. La utilizo como ejemplo pero estoy convencido que habrá muchas/os más de este subtipo. El caso es que Marcela y su pareja, un chico elegantemente vestido con traje (es el primer turista que me encuentro que visita una ciudad con traje y americana, debo decir, aunque se me antoja ciertamente inapropiado) iban acompañados de una amiga - imagino de ella - y, como todo el mundo, hacían fotos a la ciudad. Pero esto no es exactamente así: se hacían fotos con la ciudad. Y no una pequeña cantidad de fotos: una tras otra, a cada 5 segundos. En el año 2007 se hicieron, en tan sólo 12 meses, más fotografías que en toda la historia de la fotografia desde su creación. Vivan las cámaras digitales, claro. Pero para gente como Marcela, deberían estar prohibidas.

- Hazme una con el puente!

- Ahora con esa casa!

- Ahora los dos!

- Ahora con la otra casa!

- Ahora con el mar de fondo!

- Ahora así!

- Ahora asá!

...

BASTA! Por favor. En serio. Basta. Además, Marcela - de origen sudamericano, pero no consigo ubicarla mejor - tenía la impresión de ser una modelo estrella. Con verle la cara, las posturas, los gestos... Ahora estirando la mano, ahora con una expresión... em... ridícula, cuando menos, ahora con un gesto absurdo... En fin, un cachondeo. Pero es que además seguro que se pensaba que era una star. OMFG. Es que además, si lo juntas con el chico con el que iba que parecía sacado de... de... no sé, de... ostras, no sé cómo explicarlo. Ese traje verde oscuro, esa semi-barba... Y si encima le metemos a la amiga, también cortada del mismo patrón, que era del palo: "No, no, esta no me acaba de gustar, otra vez!" "No, es que se ve un poco de marrón y no queda bien" "Ahora Marcela, qué guapa estás" "Oh, Marcela, qué linda sales en esta otra" "Marcela, qué bien quedas en las fotos". Insoportable.

Oh, y a cada foto, cuenta atrás: "3, 2, 1... flash". Aaargh. Aburrí la cuenta atrás en cuestión de minutos. Seguramente vinieron equipados a Venecia con 10 tarjetas de memoria de chorrocientos gigas, por lo menos. Y 7 baterías, claro.

Por lo menos queda el "efecto Marcela" que, en cualquier caso, nos ha dejado unas cuantas risas. Y unas pocas fotos con unas poses que no me atrevo a publicar xD

miércoles, 11 de febrero de 2009

Los roba-fotos y Marcela (que trata sobre dos anécdotas con cámara de fotos)

Lo cuento ahora porque el fin de semana pasado volvió a suceder. Se trata de un par de anécdotas alrededor de la cámara de fotos y que vale la pena reseñar. Empiezo por el origen, este verano estando en una playa perdida de Almería.

Resulta que en julio y agosto, como ya conté, tuve la suerte de estar en Turre durante unos días a solas con LMG y, después, con dos amigas suyas más. Es decir, que nos encontrábamos allí tres niñas y un servidor. Aparte de la susodicha LMG, las llamaré C1 y C2 por cuestiones de copyright.

Bueno, para hacer de una historia larga una historieta breve, me centraré en C2 sin entrar a considerar ninguna de las otras dos, y que en ningún caso se entienda en detrimento del resto (casi al contrario, yo diría, pero bueno). Es simplemente una cuestión pragmática. Al caso: podríamos decir que C2 también está bastante agraciada enlo que a configuración corporal se refiere. O dicho de otra forma, que muchos considerarían que está de bastante buen ver. Si a eso le ponemos el calorcito del verano, la ligereza de ropa en la playa, un bronceado uniforme y el posicionamiento propio de revista tipo Sports Illustrated en el saliente de unas rocas diez metros adentro en el agua... lo cierto es que generaba una estampa que, sacando el lado más estrictamente masculino posible, era difícil de obviar.

Pero admitir lo obvio no tiene mucho mérito: tías buenas y tíos buenos los hay en todas partes y reconocer unos y otros de ambos sexos es algo bastante normal. Lo que no es tan normal es lo que sucede a continuación. Mientras la imagen en la playa era la contada, yo me encontraba a refugio de los rayos solares que, a la vista está, no suelen calar en mi blanquecina piel. Dado que era una cala semi-desconocida, no había demasiada gente y espacio para sentarse quedaba. También hay que decir que el paisaje, con las rocas configurando un refugio natural muy bonito y el color del agua, junto con un cielo azul de justicia, era digno de fotografía.

En esto que un personaje se sienta a mi lado, a la sombra, cargado con mochila y con considerable atrezzo. Un chico italiano. Saca una cámara de fotos y se pone a escudriñar el horizonte que, insisto, era digno de tal cosa. En esto que me giro un momento y... zas! En un movimiento furtivo, gira la cámara hacia la posición de C2 y ñaca! Foto al canto! Coincidió que me volví en ese preciso instante para "pillarle" en toda regla, a lo que torpemente respondió con un nuevo giro de cámara hacia el horizonte, sin mucha credibilidad. Sonreí, porque hay que tener morro, el italiano murmuró cualquier cosa y, una vez obtenida su presa y viendo que las gacelitas tenían guardián (que tampoco necesitaban, merece añadirse), poco después marchó. No me extrañaría que esta foto estuviera en cualquier álbum de fotos del facebook etiquetado como "Best of Spagna Luglio - Agosto 2008". Un "pirla" como dirían allí. Pero mira, foto pa la saca xD Qué crack xDD

Es que hay que joderse con el italiano, qué morro xD Mirar yo diría que puedes, disimuladamente mejor que a destajo, pero hacerle una foto es algo que solamente se me antoja propio del país de la pasta. Si es que son la polla xD

Total que este fin de semana volvió a pasar algo parecido en el puente de Rialto. Con mucha más ropa, eso sí, pero con una situación parecida. Las vistas desde el puente hacia el gran canal son indiscutiblemente de las mejores de Venecia, con lo que proliferan las cámaras a cualquier hora del día. Fotografiar otras personas que no son coocidas tuyas aposta debería obedecer a pocas razones, aunque en determinados lugares se conceden ciertas licencias; por ejemplo, cuando paseas en góndola es habitual que desde un puente se te fotografie a modo turístico o, como fue el caso, puedes posar para que chinos y coreanos se diviertan cuando te cruzas con otra góndola. Eso es aceptable. Pero no es aceptable que le hagan fotos a tu pareja cuando posa para tí... en tu cara. Menudo pillote que le pegué al amigo que tuvo que hasta sonreirme xD

Lo de Marcela lo dejo para mañana, que no tengo tiempo de escribir más :-)

viernes, 6 de febrero de 2009

Venecia para 2 (que trata sobre este próximo fin de semana)

Se dice, se cuenta, que hay algunos lugares que están pensados para ser vividos en pareja. Que se pueden ver de muchas formas pero que, idealmente, se pensaron para las parejas. Uno de esos lugares, a mi humilde entender, es Venecia.

Por ese motivo, desaparezco este fin de semana aprovechando un gran acontecimiento que se producirá domingo, y allí estaremos hasta la noche del lunes, pues vamos a visitar la capital del Veneto de la única forma en la que debe hacerse: a dúo.

Tengo grandes espectativas depositadas en este viaje y me siento muy emocionado, la verdad. El reportaje, a la vuelta :-)

martes, 3 de julio de 2007

Con niños no, por favor (que trata sobre los aviones y los críos)

Estoy en Mallorca, fase 2. La fase 1 fue un desastre; la fase 2 pinta igual.

Y tal y como pasó en el viaje de ida, y que lamento no haber puntualizado entonces, ha empezado igual. En el vuelo de Air Europa de esta mañana viajaban en el avión alrededor de 20 niños. Y digo niños a las criaturas que se encuentran en edad de no poder razonar con ellos pero que ellos creen poder razonar contigo. NO son monos ya. Ya no tienen el encanto de los bebés. Tienen 3, 4, 5, 6 años. Hasta 8 ó 9, creo. Son porculeros. Los bebés o bien lloran (sic) o bien se comportan infinitamente mejor, pero bueno. En fin, razones por las que los billetes de los niños deberían costar 10 veces el precio del de un adulto al contrario que en un parque de atracciones. Y en forma de lista, al estilo juegologuil:

1- No controlan el volumen de su voz. Gritan. Siempre.
2- Esa necesidad imperiosa de llamar la atención. Y cómo no, gritando.
3- No duermen, coño. Ostias, podrían quedarse dormidos de una puta vez y callar, joder.
4- Pegan patadas al asiento. A MI asiento.
5- Los putos padres no les dicen nada. Al final, cuando te giras (inaudito en mí, pero hay que imaginar hasta qué punto me estaban tocando los cojones), el padrecito o la madrecita de turno les aconseja dejar de patear el asiento porque "podrían" molestar a ese señor. Whereas "ese señor" = yo.
6- TODO les impresiona. UAAAAAAAAAAAAAAAAALLLAAAAAAAA!! Es el motor. MIRAAAAAAAAAAAAAAA!! Sí, vamos deprisa. PAPAAAAAAAAAAAAAA!!! Las nubes, sí.
7- Las mesas. ¿Qué coño les pasa con las putas mesas? Abrir - cerrar. Abrir - cerrar. Abrir -cerrar - abrir - cerrar - abrir - cerrar - abrir - cerrar. ¿Cuántas veces tiene que repetir el puto movimiento hasta que su padre le diga que deje la puta mesa en paz, joder?

Dios Nintendo inventó la Gameboy para algo, coño. Después llegan los tontos de seguridad aérea y dicen que tener enchufada la gameboy es peligroso para la aviónica y puede causar interferencias. Evidentemente el tío que lo dijo no vuela con niños en el asiento de atrás. La Gameboy, cloroformo, Herodes resucitado... daría cualquier cosa para que mañana, en el viaje de vuelta, no vuelva a tocarme por cuarta vez consecutiva, viajar con niños en el asiento de atrás. O eso o pido última fila.

martes, 15 de mayo de 2007

Ibis powah (que trata sobre enamorarse de un hotel de 2 estrellas)

Hoy, tras unas pocas horas de coche, he llegado a mi hotel en Madrid, en el que me alojaré por lo menos hasta el miércoles de la semana próxima. El hotel es de la cadena Accor y es un Ibis; nunca había estado en este Ibis, pero la particularidad de la marca es que si has estado en uno ya has estado en todos. Este está cerquísima del aeropuerto (tengo vistas a la torre de control desde aquí) pero han tenido el detalle de insonorizarlo completamente y se puede decir que lo estreno yo porque apenas hace un mes que lo han abierto.


Soy súper-fan de los Ibis. La cadena Accor tiene 6 líneas de hoteles, de menor a mayor categoría: los Formula 1 (en francés "Foggmulá ôhn"), los Etap, los Ibis (en español Íbis, en francés Ibís), los Mercure (en francés "Meggkiugg"), los Novotel y los Sofitel, que son de 5 estrellas. Los ibis, a los que suelo ir, son de dos estrellas pero son muy correctos. Este del Madrid-Aeropuerto es probablemente el más nuevo y se nota, porque lo están haciendo parecer mucho a los Express by Holiday Inn: ya tienen tele TFT, parquet, etc.

Sobretodo los Ibis destacan por su corrección y lo que yo más les aprecio es la localización, ya que en Madrid casi nunca están en el centro y se sitúan cerca de mis clientes: en Fuenlabrada, en Coslada, en Getafe, en Leganés, etc. Cuestan todos alrededor de 60 euros y son tecnología WYSIWYG: What you see is what you get. Como además poseo la tarjeta de fidelidad de la cadena, me ahorro un 10% en la factura que pago y además me dan noches gratis en forma de vales que puedo canjear en cualquier hotel. Y además, muy importante para mí, me garantizan habitación aunque el hotel esté lleno siempre y cuando la pida con 3 días de antelación.

Obviamente prefiero los hoteles de más categoría, como todo el mundo. También me apetecería dormir siempre en el Hesperia de la Castellana, pero podría ser que depende de dónde tuviera que ir ni tan siquiera me compensara el hecho del 5 estrellas GL. Mañana tengo que coger un avión a las 7:55 de la mañana y anda que no va bien este hotelito funcional con el que casi puedo ir a pie al aeropuerto.

Para mí, que paso alrededor de 50 noches al año en hoteles Accor, la buena disposición de los Ibis es fundamental. Tienen el compromiso de satisfacción de 15 minutos (hoy les he pedido una silla extra, por ejemplo) y se comprometen a arreglarte cualquier cosa o te pagan la noche. Te invitan a algo en el bar por ser cliente habitual o te hacen algún regalito-chorrada (hoy una calculadora con boli xD) y sinceramente, me siento a gusto.

Seré un tío cutre pq me gusten estos hotelitos de 2 estrellas, pero hoy he llegado tarde, he aparcado en el párquing subterráneo del hotel (6 euros la noche), puedo cenar en el restaurante del que casi me conozco la carta de memoria, he montado mi chiringo con el portátil, la X360 también está conectada, estoy escribiendo esto conectado al wi-fi (de pago, pero he encontrado una tarjeta de una semana de telefónica en mi cartera lol) y me meteré en la camita prontito, que mañana toca madrugar para ir al aeropuerto. Tardaré 3 minutos en llegar; bueno, si hay tráfico igual son 5.

jueves, 10 de mayo de 2007

Alguna vez has...? Episodio I (que trata sobre aquellas cosas raras que podrías hacer)

En línea a la popular campaña de una marca de automóviles, que pregunta al espectador acerca de si ha hecho cosas imposibles o ha estado en lugares extraños, he decidido poco a poco ir respondiendo a las preguntas que hacen e ir añadiendo a su vez otras.

Pero no sería demasiado original si además no incluyera el modo en que, en caso de contestar negativamente, poder hacerlas realidad. Va, aquí hay algunos ejemplos: ¿Has bailado el lago de los cisnes... en el lago de los cisnes? ¿Has inventado tu propia palabra? ¿Has ido en caballo por la playa?

El caso de hoy y con el que inauguro este apartado es este: ¿Has ido alguna vez a Teletubbielandia?

Respuesta: No, no he ido nunca a Teletubbielandia.

Peeeeero si quisiera ir alguna vez allí (o si alguno se muriera de ganas de ir alguna vez allí) debería hacer lo siguiente que expongo, espero que esté suficientemente detallado.

Para empezar, un secreto: Teletubbielandia, a pesar de tener ese aspecto de estar en otro planeta, en realidad es un set de televisión situado en la Sweet Knowle Farm, en Warwickshire (Inglaterra), cerca de Stratford upon Avon.

La mejor forma de ir a Teletubbielandia y conocer a los simpáticos Tinky Winky, Laa-Laa, Dipsy y Po, es coger un avión e ir a Londres. Desde Ryanair los vuelos salen bastante baratos, especialmente desde Gerona o también desde Madrid y con Easyjet están a 60 euros por trayecto. Una vez en la capital inglesa, desde allí se puede coger cualquiera de las líneas de tren (la central, la Virgin o la Chiltern) y bajarse en la parada de Warwick o de Stratford upon Avon. Está a aproximadamente 1 hora y media de camino, y el billete no llega a las 15 libras. Stratford es bien conocido por sus pubs, con lo que una paradita para hacer unas pintas puede estar bien, para aquellos a los que os guste la cerveza. Por cierto, para aquellos amigos de Argentina que ocasionalmente leen este blog, hay vuelos desde Buenos Aires, por ejemplo, pero son bastante caros, con lo que no os lo recomiendo si no sois MUY fans de los Teletubbies xD

Los Teletubbies: un éxito británico sin precedentes

El problema es que la Sweet Knowle Farm es un lugar al que no dejan fácil acceso y la mejor forma de fotografiarla es en helicóptero. En cualquier caso, desde el pueblo de Wimpstone, lo mejor es seguir las indicaciones de Avon Aquatics. En el cruce hay que girar a la izquierda y seguir durante un ratito más la carretera hasta que haces un giro bastante pronunciado y coges la pista de la izquierda de nuevo. No se tarda mucho en ver el "mundo" de los Teletubbies, pero el acceso está cerrado por los guardias de seguridad. Eventualmente, si pedimos permiso, pueden dejarnos pasar a hacer unas fotos.

A todos aquellos a los que los Teletubbies no les hagan mucha gracia, Warwickshire es también la tierra de Shakespeare (que se pronuncia sheikspir porque es un verbo irregular).

Espero haber sido de utilidad. En breve, más. También estoy abierto a sugerencias, por si a alguien se le ocurre alguna.

viernes, 13 de abril de 2007

No soy Marco Polo (que trata sobre lo bien que se está en casa)

Estoy un poco hasta la polla de viajar. Ahora mismo estoy en Córdoba, ciudad que contrariamente a la creencia popular, lo mejor que tiene no es la Mezquita sino las cordobesas. Y serán guapas, pero muy "desaborías", la verdad.

Marco Polo, s. XVI

La semana pasada estuve en Paguí, sin pasaporte, y la anterior en Bilbao. La que viene me iré a Valencia (aunque no tengo previsto pasar noches fuera), la próxima seguramente haré la ruta del norte (Barcelona - Vigo e ir volviendo) y en 3 semanas me iré a Madrid. Poco más tarde toca Asturias - patria queridaaaa - y si todo va bien otra vez Madrid. Y aún no hemos salido de Mayo. En Junio, seguro, toca Mallorca también una semanita y vuelta a Madrid para otros 3 ó 4 días. Y todo eso sin contar lo esporádico que pueda salir, claro.

Es una mierda pasar tantas noches fuera de casa; no viene mal salir de vez en cuando, pero echo de menos poder tener una vida medianamente asentada. Dormir solo no es lo mismo que en casa con mi mujer, no puedo tener planes fijos ("Gemma, te va bien el lunes para comer? Es que tengo toda la semana ocupada..."), no puedes apuntarte a clases de nada porque faltarías más veces de las que irías... y sobretodo porque viajar, en lugar de romper la rutina de estar siempre en el mismo sitio, se convierte en una rutina en sí misma.

Se me plantea el dilema de que, eventualmente, tendremos descendencia y entonces... qué? Yo recuerdo de pequeño la sensación de tener a mi padre viajando contínuamente y no me gustaría para mi hijo, quiero algo mejor para él.

Y sinceramente, ese pensamiento ahora mismo me incomoda.

lunes, 9 de abril de 2007

Yo no (me) cago en París (que trata sobre un dato curioso y escatológico)

Mientras a toda ciencia mi mujer en estos momentos estará haciendo uno de esas maravillosas entradas sobre lo bonito del viaje a París (en adelante, Paguí), he pensado que para no repetir las cosas y/o ponerlas de un modo menos agradable estaría bien compartir con este blog un detalle que me sucede desde hace mucho tiempo y que, confieso, no es apto para personas que sufran al leer de cosas guarras o desagradables.

Pero lo primero es lo primero: Paguí ha estado genial, me lo he pasado en grande paseando por las calles y disfrutando de, oh increíble, un tiempo inmejorable visitando el Paguí clásico: Tour Eiffel, Montmartre, Louvre, Campos Elíseos, Tumba de Napoleón, el Arco del triunfo, Nôtre Damme, la Ópera y etc. etc. Fantástico. Estamos agotados, muchos kilómetros andando pero la verdad es que ha valido la pena. Lo teníamos pendiente y volveremos porque el recuerdo que queda es simplemente estupendo. Incluso he comido mi primera crêpe (eso sí, en donde hacen "las mejores crêpes de Paguí") y me ha gustado.

Sin embargo no quería hablar de la Ciudad de la Luz. Hoy hablo de cierto problemilla que tengo cuando viajo a sitios ajenos a mi casa y que no conozco: no puedo cagar.

Simplemente, no sale.

Si, si. No cago. No me sale. Como, como y como... pero no expulso los ineludibles desechos que mi cuerpo produce tras la ingestión de los alimentos. Se acumulan en mi interminable intestino grueso hasta que me familiarizo con el lugar (puede llegar a pasar una semana) o hasta que vuelva a casa, lo que suceda antes. En el caso de este viaje, al volver a casa. Ha sido entrar por la puerta y reanudarse el tránsito rectal, relajarse el esfínter y correr al baño de arriba para soltar la gran andanada, dejando huella radioactiva que a buen seguro durará varias horas. Ha sido maravilloso, claro. Porque cagar, diga lo que diga la gente, sigue siendo uno de los grandes placeres de la vida (para los que no sufren estreñimiento, claro) y una de las pocas cosas que iguala a todos los hombres. Ya me lo decía mi abuela: "Caga el Rei i caga el Papa, i de cagar ningún se n'escapa!".

Es raro esto. Debe ser psicológico, claro. Recuerdo que en la anterior DRUPA estuve una semana que no conseguía ir al baño. Cuando al final aquello decidió que más apretado dentro ya no se podía estar, "el niño" fue espectacular. Mientras que Marta adornará seguramente su texto con unas ricas fotos, yo prefiero no hacer lo mismo. Sin embargo, creo que no soy el único en el mundo al que le pasa... y sinceramente es tarde ahora para buscar en internet si es un problema real o soy el único que tiene retortijones de efectos retardados.

Qué cosas, no?

jueves, 5 de abril de 2007

París, city of light (que trata sobre París)

Hoy marchamos a París, en coche, y ya tengo ganas de llegar a la capital francesa. Lo cual es verdaderamente extraño con lo mal que me caen los franceses, que ni se les entiende hablar, ni son simpáticos, ponen un montón de salsas extrañas en todos los platos y nos vuelcan los camiones de la fruta.

Cada vez que voy a Francia, no obstante, siempre me viene el pasaje del Tenorio en el que Don Luís explica su visita en territorio galo y el cartel que colgó en su puerta:

"Aquí vive un Don Luís
que vale lo menos dos;
parará aquí algunos meses
y no trae más intereses
ni se aviene a más empresas
que a adorar a las francesas
y a reñir con los franceses"

Toma ya. Bravo por Don Luís Mejía.

lunes, 26 de marzo de 2007

Fallo en la estadística (que trata sobre la mujer española en general y la vasca en particular)

Esta semana pasada la he pasado enteramente en el País Vasco, instalando una de mis máquinas con un montador italiano. Las sesiones eran de 8:30 a 20:00 (dos turnos), por lo que he terminado bastante cansado.

Empezó mal el viaje, pues me pilló un temporal de viento, lluvia y nieve que me causó bastantes dolores de cabeza ya en la ida (carretera nevada, etc.), y después vi granizar como no había visto en mi vida durante lunes, martes y miércoles. Afortunadamente Marta llegó el viernes por la noche y se hizo la luz.

Ha sido un viaje extraño porque me he dado cuenta de una cosa, que ya sabía en realidad pero sobre la que he podido reflexionar. Sobra decir que el País Vasco es una zona increíble, con un paisaje acojonante y que cuenta con alguna de las ciudades y pueblos más bellos de toda España con diferencia. No es el caso de Bilbao o Barakaldo, donde estuve y que son feos de cojones, pero sí el caso de Donosti o Zarautz.

Lo que realmente me llevó a profundas cavilaciones fue el hecho de que mujeres bonitas, lo que se dice la mujer bonita española, en el País Vasco no hay. No existe. Existe otro tipo de mujer, por norma general, que no es que sea fea... es que simplemente no encaja en mis cánones de belleza. Coñe, yo voy caminando por Córdoba, Sevilla, Madrid, Barcelona, Alicante, Murcia... coñe, hasta Fabero.... y me encuentro con mujeres que me hacen girarme y bendecir la madre que las parió (en Fabero hay unA médico que cura las enfermedades solamente con su presencia, doy fe). Pues en Bilbao o Barakaldo, esta mujer no existe. Y si existe, se esconde muy bien.

La prueba de ello es que, caminando con Marta, no vimos ninguna de estas mujeres durante todo el rato que estuvimos en Bilbao. Miento, es cierto, pues había 3 que se salvaban de la quema y que Marta me señaló. "Son extranjeras", dije y no sin cierta ironía. El problema es que DE VERDAD que eran extranjeras xD Yo creo que cuando Anne Igartiburu se fue del País Vasco, la media local bajó un montón de enteros.

No atino a encontrar las razones de esta diferencia tan abismal de nivel entre un lugar y otro (o por lo menos, no atino a encontrar razones por la no existencia de mujeres que se ajusten a mis cánones de belleza), probablemente sea debido a que históricamente la zona ha estado apartada y encerrada sobre sí misma durante demasiado tiempo (¿cómo se explica sino la existencia del euskera como idioma?) favorecida con total seguridad por la cantidad y variedad de la orografía que rodea el País y que, por otro lado, con tanta bondad incide sobre el paisaje.

En fin, insto a cualquiera que pueda deconstruir esta teoría que POR FAVOR me lo haga ver así. A ti, mujer vasca que estás buena de los pies a la cabeza, te pido disculpas. Y de paso, mándame tu foto :-)