miércoles, 14 de enero de 2009

La famosa pizza andaluza (que trata de la globalización, supongo)

Ayer, en una visita relámpago a Sant Cugat - con su centro relativamente bonito y tranquilo, debo añadir - se descubrió un restaurante italiano no demasiado alejado de la zona en la que se había dejado el coche. Pequeño, abre solamente 3 horas al día y alguna más los sábados y se encuentra relativamente escondido pasado uno de esos lugares que realizan suflé de foie sobre emulsión de carpaccio de setas escocesas con topping de cebolla acaramelada en mil hojas de jamón y espuma de croquetas, a dos temperaturas, con detalles de oro puro.

Un restaurante podría decirse que "italiano" por dos razones: una, que la bandera que salía en el GPS indicando el lugar era la tricolor italiana. Dos, que ponia 'pizzeria' en las afueras del local, donde se presupone que la especialidad del lugar no es precisamente el marisco gallego.

Pero, sin embargo, el resultado es lo que importa. La pizza sí estaba muy buena, o eso parecía, la carne estaba bien cocinada y la pasta estaba más que excelente. De hecho hacía tiempo que no comía tan bien la pasta, si bien la cantidad - afortunadamente, que acabé llenísimo - no era para echar cohetes. Y cabía la posibilidad de tomar crepes de postre, para acabar de cumplir con una comida baja en calorías e hidratos de carbono.

Tomar tan buena pasta cuando los dueños del local, o por lo menos el dueño, tiene un acento sevillano que obliga a escuchar MUY atentamente lo que te está diciendo para no perderte un par de frases, tiene su miga. Es decir, dónde vamos a ir a parar. No puedo concebir que una de las mejores paellas pudiera comerse en Köln o en Manchester, que las mejores tapas se sirvieran en Lyon o que el mejor asado argentino se comiera en Finlandia. Esto es una vergüenza. Dónde vamos a ir a parar? Comprando el jamón por internet - en ebay, por ejemplo - a un austríaco? Nonono, esto hay que pararlo.

Entiendo que nuestros productos autóctonos tengan el reconocimiento que se merecen, pero deberían ser EXCLUSIVOS de nuestro país. Coñe. Las mongetes amb butifarra deberían prohibirse allende de nuestras fronteras excepto si las preparara un catalán, claro está. Y el cocido madrileño no podría llamarse así fuera de los límites de madriz. No es justo.

Eso sí. La pasta sería una excepción, que Sant Cugat me queda más cerca que Nápoles.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Sergi, te estas quedando anticuado, ya no hay fronteras ni limites, es todo cuestion de mercado y de oferta.

Opino lo mismo que tu en el tema de la exclusividad y casi siempre lo autoctono es lo mejor pero a veces hay excepciones.

Sldos. Jordi.

Vander dijo...

aunque yo no soy muy tiquismiquis con la comida, y no me considero un referente para dar opiniones de ésta (he comido cosas que harían vomitar a una cabra XD) sí puedo decir que una de las mejores pizzas que he comido fue en Jaén.

A lo mejor también influyó que tenía mucha hambre, no sé XD

Y el mejor bocadillo de tortilla o de calamares, en Madrizzzz.


A todo ésto, mote, los dueños del restaurante ese lo mismo eran italianos de verdad. ¿No has visto la peli de Kung-Fu-Sión? Son chinos con acento andalú.

Motenai dijo...

Claro que he visto la peli, es una de las grandes obras de arte del cine. El ataque de la palma es brutal. El doblaje es lo peor xD

Anabel dijo...

Hay un resutaurante italiano en C/ Lleida...es el único que hay (no recuerdo en nombre) subiendo la calle, a la derecha. Un sitio bastante pequeño, regentado por italianos (La bella napoli, creo)...ya me dirás

Por cierto, las peores pizzas las he tomado en Milán...con lo que qué más da!

Vander dijo...

Y por cierto, que se me olvidó comentarlo antes. Nunca compreis la pizza de puerros del Mercadona.


xDDDDDDDDDDDD