domingo, 6 de mayo de 2007

El día de la Madre (que trata, y cómo no, sobre las madres)

De nuevo, al igual que ya sucedió hace algunas semanas pero con los padres, hoy es el día de la madre. Sin embargo, al contrario que con el primero, el día de la madre no es fijo. Es el primer domingo de mayo, como si fuera un día cualquiera asignado por azar en el calendario porque tiene que haber uno. "Cuándo me entregas la máquina?" - "alrededor de la tercera semana de febrero" o tal vez "Y tus vacaciones?" - "La última quincena de julio". Así, aproximadamente.

Sin embargo, y aunque poco a poco volvemos paulatinamente a admitir nuestra naturaleza de sociedad matriarcal, pienso que es muy injusta esta forma en la que se trata a la madre. El otro día escuchaba por la radio una reflexión acerca de las palabras de un político que dijo que lo único que envidiaba de la mujer era que tenían el privilegio de ser madres, mientras que los hombres no lo tenían.

Esta versión tan limitada de la realidad, y tal vez por lo próxima a la fecha en cuestión, me dio que pensar. Como si tal vez la naturaleza de ser madre consistiera en el hecho de incubar a un bebé durante 9 meses para posteriormente traerlo al mundo; aún sin negar lo maravilloso que me resulta el milagro de la vida, no puedo estar más en desacuerdo con ello.

Tal vez porque el concepto de madre trasciende el mero hecho biológico, algo innegable, para llegar a las acepciones sociales sin las que hoy es imposible compreder el término. Ser madre es dar a luz a un bebé, no cabe duda. Y sin embargo también hay parejas que adoptan a niños pequeños y merecen el reconocimiento de ser llamados padres (y madres). Madre es criar a un niño, procurar darle cariño y que no le falte de nada, educarlo, crecerlo, procurarle las condiciones necesarias para que, tal y como sucede en la inmensa mayoría de especies animales, puedan emprender el viaje de la vida en las mejores condiciones posibles. Los humanos no somos distintos al resto de mamímefros, si acaso un poco más complicados.

En ese sentido, Mª Àngels Valls Capdevila, gracias por darme a luz, criarme, procurarme una educación que incluso yo creo ahora conveniente, crecerme y procurarme las condiciones necesarias para que emprendiera mi rpopio vuelo. No es el momento de juzgar si lo hicimos mejor o peor, pero el hecho de que yo esté aquí, con méritos de ambos, es símbolo de que por lo menos nos las apañamos bien. He llegado hasta aquí, donde estoy hoy, y desde luego que sin ti no lo hubiera conseguido. Hemos cometido muchos errores, ambos, pero por lo menos yo te perdono todos ellos. Porque a fin de cuentas me va bien, me va bastante bien, y no sería humano reprocharte nada. Gracias, de verdad.

Pero como dije antes, madres son tanto aquellas que dan a luz como las que adoptan. Yo fuí adoptado, igual un poco demasiado crecidito para lo que se acostumbra, pero adoptado a fin de cuentas hace alrededor de 5 años. Y en ese sentido, María Pérez, tú te ganaste el cielo por querer a alguien que te "quitaba" lo mejor de tu vida... ah, cuánto costó entender que en realidad no lo robaba, verdad? Incluso yo me lo creí, hasta que entendí no ya que tu habías ganado un hijo... sino que yo había ganado una madre.

Desde entonces ha habido grandes momentos, grandes broncas, buenas charlas y llantos sentidos. También contigo he cometido grandes errores, puede que los mismos que solo se comenten con las madres. El último hoy, puede, por no acompañarte al cine cuando me lo habías pedido.

Aunque suelo comparar mi vida con la de cualquier otro animal, debo considerarme de una especie altamente afortunada e inusual. Inusual porque es cierto que abandoné el nido de Mª Àngels en cuanto estuve listo para ello, pero no esperaba que mi corto vuelo de pato me condujera a otro nido, con otro pollo dentro, y que fuera tratado como un igual. Porque me hiciste creer que no por adoptado era menos hijo; y tu, no por adoptarme, eres menos madre.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Me olvidé ayer de felicitar a mi madre. Soy lo peor. Por cierto, es la primera vez que te oigo (en este caso, te leo) decir algo bonito sobre tu madre. Me alegra. A mí siempre me ha gustado Mª Àngels Valls y nunca olvidaré una larguísima conversación que tuve con ella a los 14-15 años. Parlem.

Motenai dijo...

Es parcialmente injusto lo que dices. No me habrás oído (ni leído) decir algo bonito ni tampoco algo feo, por la simple razón que hablar mucho de ella no suelo.

Anónimo dijo...

Iba a contestar exactamente lo mismo que has escrito tú, Serch. Ni para bien ni para mal, a veces es lo mejor.

En lo que a María se refiere, a mí se me han saltado las lágrimas y sé que a ella, si lo leyera, también, porque es realmente como tú dices, para ella eres el hijo que nunca tuvo, su alegría y su niño pequeño con el que se parte de risa y el que la enternece con una abrazo de oso.

Baloo dijo...

El concepto de madre va mas alla de una persona que solo se limita a incubar en su vientre a un ser durante 9 meses, es mas cuestion de sentimientos que otra cosa...

por cierto aca en Bolivia el dia de la madre es el 24 de Mayo :P, que raro que alla sea por esas fechas, bueno saludos!

Motenai dijo...

Vaya, pues veo que pensamos de la misma forma entonces.

Gracias por tu comentario, Álvaro!

(Y sí, en realidad no entiendo el por qué hay un cambio en las fechas :-) )

Anónimo dijo...

Bueno, pues en ese caso, me alegra (me genera buen rollo, quiero decir) que si hablas ocasionalmente de ella, sea para bien. Era un comentario puramente objetivo basado en mi experiencia contigo, nada más. No he dicho algo que no sea cierto, independientemente de que sea o no parcialmente injusto...m'explico o no m'explico? Si dijeras algo bonito sobre Paula tb me alegraría (y no vale lo de que está muy buena).

Aclarado lo anterior, procedo a drogarme y, seguidamente, a intentar dormir. Nanit i dolços somnis per tothom.

Motenai dijo...

Sí. Bueno no, no te explicas. Pero bueno, aunque no te expliques, yo te entiendo xD