Ayer se lo comentaba a Marta, algo que inexplicablemente me ha pasado en dos ocasiones a lo largo de la semana: veo ciertas imágenes por la televisión y me entra una especie de acojone, un escalofrío en el cuerpo cuando en realidad, por mi propia experiencia, no debería ser así. Intento explicarme.
Hace algunos meses intenté regalarle a Marta algo original, algo que se apartara de los clásicos bienes materiales que, debo añadir, nunca me han hecho mucha ilusión regalar. Así que, dado que en teoría tanto ella como yo somos submarinistas (Marta es, o era, Fedas de segundo nivel y yo me saqué el curso Padi en nuestra luna de miel, en *cof*Mauricio*cof*) pues podríamos hacer una inmersión juntos. Y como Marta ya había hecho la inmensa mayoría de salidas que se pueden hacer por los alrededores, decidí ir al Acuario de Barcelona y reservar la inmersión con los tiburones.
Aquella inmersión incluye todo un "tutorial" por la mañana de cómo hay que ver y tratar a los bichos (algo que por lo menos cualquier Padi ya sabe), aparte de un intensivo sobre los escualos. Al final de la mañana te metes finalmente en el acuario y durante una hora estás nadando con ellos y con el resto de especies que lo poblan (hay 5000 peces en total), incluidos los pesadísimos peces luna que se pegan a los submarinistas y te dan besitos en las gafas.
Marta al final se agobió y salió 10 minutos antes y yo no creo que olvide jamás aquella experiencia, porque no creo que vuelva a ver tan de cerca (y realmente estuve a pocos centímetros en más de una ocasión) a esos maravillosos tiburones, porque son animales que realmente imponen un respeto importante y sencillamente son maravillosamente perfectos.
Pero el miedo que no pasé dentro del acuario, lo paso ahora al ver imágenes de tiburones, aunque sean más pequeños que aquellos con los que nadamos. Ahora flipo de mí mismo al meterme en ese acuario y nadar con ellos, recuerdo perfectamente la imagen de girarme y encontrarme a uno de cara que simplemente se apartó ligeramente para no chocar conmigo. Ahora me entra un escalofrío cuando los veo por la tele; el otro día salió en las noticias que no se sabe como uno había ido a parar al río y murió debido al agua dulce, unos pescadores lo sacaron con su red. Y era pequeñito, se levantaba con las dos manos. Y me entró un escalofrío que no veas, pensando... ¿Cómo coño fuimos capaces de estar 1 hora allí dentro, en un tanque de 20 metros de diámetro y con 14 de estas fieras?
Al mismo tiempo que me acojono retroactivamente me sorprendo de la misma forma.
lunes, 14 de mayo de 2007
Acojone retroactivo (que trata de como se hacen fuertes los recuerdos sin motivo aparente)
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7 comentarios:
Yo no necesito el paso del tiempo para recordar el miedo que pasé, porque fue mucho, muchísimo!
Pero sobretodo, recuerdo el tremendo agobio, no se podía bucear tranquilamente porque había peces normales por todos sitios y peces luna a la vuelta de cada piedra esperando para darte besitos en las gafas con esa bocota tan redonda que tienen.
Fue un regalazo de cumpleaños, pero no lo pasé muy bien en el momento, aunque ahora mirándolo con perspectiva, guardo un buen recuerdo de aquel día.
Un poco pesados los peces luna, sí, pero son simplemente uno de los peces más curiosos que he visto en mi vida, con esas mini-aletas en cada lado que parecen de broma y ese cuerpo taaaaan redondo.
Después de pescarlos en el Animal Crossing tenía ganas de ver como eran xD Además, el Tom Nook pagaba buena pasta por ellos :-)
sí, son pesados, pero muyyyy bonitosssss!!
Te refieres a boniiiitosh?
Shiiiii!!!! :-)
Felicidades a los dos, en serio!! Qué coraje!! Yo sería incapaz de meterme ahí... si hasta lo pasé mal cuando en Menorca los peces pequeñitos venían a mis piernas y me pellizcaban!! Jajajaj, mirándolo con perspectiva, parece ridículo - y lo es, para qué negarlo - pero soy así! ¿Acaso yo les toco? No, verdad? Pues que ellos no lo hagan! :P
Sí, es el mismo concepto que con los tiburones. Tu no los tocas, esperando que ellos accedan a hacer lo mismo xD
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