jueves, 12 de marzo de 2009

La comprensión del arte (que trata sobre una ligera percepción del arte)

Quedé muy insatisfecho de cursar la asignatura de historia del arte el semestre pasado, la verdad. No solamente creo que está mal enfocada, sino que además aprendí muy poco. El día de exámenes, sin embargo, me encontré con un compañero de aulas que ya la había hecho y se estaba examinando de Arte II. Le comenté mi experiencia al respecto y coincidió conmigo en sus apreciaciones; sin embargo, me aconsejó que hicera Historia del Arte II, porque era muy distinta a la primera y tanto profesorado como temática era mucho más interesante pero que, eso sí, había que trabajar y leer mucho.

Después de la primera PAC, puedo corroborar las impresiones del compañero. Me siento muy satisfecho después de la primera síntesis de unas 130 densas páginas pero que me han servido mucho. Creo que he aprendido más de arte en una semana y media que en 4 meses del anterior curso.

El caso es que se trataba de responder a la sencillísima pregunta de "¿qué es el arte?" o, dicho de otro modo, qué es lo que hace que un objeto se convierta en una obra de arte. Todo ello orientado mediante tres textos de gente de nivel que es capaz de empatizar muy bien con el consumidor ocasional del hecho artístico (es decir, la mayoría de la gente), que tenemos una concepción del arte como exponente máximo de la "belleza".

Lo cierto es que soy alguien muy falto de conocimientos artísticos y me identifico muy mucho con la acepción anterior. Primero, soy - era - ligeramente estrecho de miras en cuanto a considerar qué es y qué no es arte; segundo, porque sin ser un apasionado del arte como tal, soy más fan de aquello que es monumental que no de aquello pequeño. Es decir, prefiero la arquitectura a la escultura y ésta a la pintura. Y entre la pintura, mucho mejor los grandes murales que los pequeños autorretratos. Y lo mismo con el resto de artes: la ópera en la música, los grandes jardines de Versalles al Ikebana... con tal vez una excepción: el "Formas únicas de continuidad en el espacio", obra cumbre del futurismo.

También aprecio sobremanera el virtuosismo antes que el genio incomprendido, el impresionismo o el expresionismo al cubismo, las grandes escenas de batallas históricas al surrealismo, con otra excepción: Dalí. Que sí, era surrealista, pero un virtuoso. Y un dibujante espectacular con una imaginación desbordante. Basta ver el "Cisnes reflejados en elefantes" para darse cuenta de ello.

Lo que sí que es cierto es que he visto que clasificar como "esto no es arte" ya no me vale. He aprendido que hay que penetrar mucho en la coyuntura de cada obra antes de poder emitir un juicio medianamente válido (que no tiene que ser positivo o negativo a la fuerza). Y eso, por lo menos, ya es mucho.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Cuando estudiaba Bellas Artes ya hace años tuve una asignatura que se llamaba "Teoria del arte". Durante todo un cuatrimiestre, la asígnatura trataba de definir y hacer comprender qué es el arte y sobre todo, por qué.

Desgraciadamente tenia un profesor gangoso que gustaba de desarrollar la asignatura desde un punto de vista filosófico que era infumable, por no decir lo complicado que era tomar apuntes cuando el hombre, en vez de pronunciar "El arte", pronunciaba "En agte".

En cuanto a la escultura, arquitectura o pintura, sin duda me quedo con la pintura. Supongo que el hecho de que yo mismo pinte algún cuadrete rancio de tanto en cuanto y que tuviera formación (limitada) para ello me influye, aunque ahora me dedique prácticamente a la escultura (tridimensional con 3D studio XD).

Algún dia haré un juego que la gente apreciará como arte y verás tu.