jueves, 12 de febrero de 2009

Marcela, modelo y estrella (que trata sobre Marcela, la crack de las fotos)

Ayer lo publiqué en la entrada y al final no pude contarlo, y eso que me moría de ganas de hacerlo. Por cierto Vander, las fotos ahora te las mando. Avísame cuando te lleguen y dame un toque si por un casual no las recibes.

Total, en el vaporetto nos encontramos con Marcela. La utilizo como ejemplo pero estoy convencido que habrá muchas/os más de este subtipo. El caso es que Marcela y su pareja, un chico elegantemente vestido con traje (es el primer turista que me encuentro que visita una ciudad con traje y americana, debo decir, aunque se me antoja ciertamente inapropiado) iban acompañados de una amiga - imagino de ella - y, como todo el mundo, hacían fotos a la ciudad. Pero esto no es exactamente así: se hacían fotos con la ciudad. Y no una pequeña cantidad de fotos: una tras otra, a cada 5 segundos. En el año 2007 se hicieron, en tan sólo 12 meses, más fotografías que en toda la historia de la fotografia desde su creación. Vivan las cámaras digitales, claro. Pero para gente como Marcela, deberían estar prohibidas.

- Hazme una con el puente!

- Ahora con esa casa!

- Ahora los dos!

- Ahora con la otra casa!

- Ahora con el mar de fondo!

- Ahora así!

- Ahora asá!

...

BASTA! Por favor. En serio. Basta. Además, Marcela - de origen sudamericano, pero no consigo ubicarla mejor - tenía la impresión de ser una modelo estrella. Con verle la cara, las posturas, los gestos... Ahora estirando la mano, ahora con una expresión... em... ridícula, cuando menos, ahora con un gesto absurdo... En fin, un cachondeo. Pero es que además seguro que se pensaba que era una star. OMFG. Es que además, si lo juntas con el chico con el que iba que parecía sacado de... de... no sé, de... ostras, no sé cómo explicarlo. Ese traje verde oscuro, esa semi-barba... Y si encima le metemos a la amiga, también cortada del mismo patrón, que era del palo: "No, no, esta no me acaba de gustar, otra vez!" "No, es que se ve un poco de marrón y no queda bien" "Ahora Marcela, qué guapa estás" "Oh, Marcela, qué linda sales en esta otra" "Marcela, qué bien quedas en las fotos". Insoportable.

Oh, y a cada foto, cuenta atrás: "3, 2, 1... flash". Aaargh. Aburrí la cuenta atrás en cuestión de minutos. Seguramente vinieron equipados a Venecia con 10 tarjetas de memoria de chorrocientos gigas, por lo menos. Y 7 baterías, claro.

Por lo menos queda el "efecto Marcela" que, en cualquier caso, nos ha dejado unas cuantas risas. Y unas pocas fotos con unas poses que no me atrevo a publicar xD

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