jueves, 3 de julio de 2008

Formas e informales (que trata sobre corbatas y prendas de vestir)

El otro día en el Congreso de los Diputados, donde habita ese conjunto de señores y señoras que tan bien representan al conjunto de los españoles y que hablan y deciden en nuestro nombre gracias a la democracia, se formó un buen follón por una gilipollez.

Resulta que el ministro de industria, Miguel Sebastián, decidió ir al Congreso sin corbata. Como en su ministerio ha instaurado la norma de que no hace falta llevar esa prenda a menos que sea por un acto oficial, pues se presento al hemiciclo sin ella. A Bono, presidente del Congreso y también socialista, no le hizo mucha gracia preguntándose con algo de sorna que si un pleno extraordinario no era considerado por algunos como un acto oficial... ¿qué lo iba a ser? Así que le hizo llegar un regalito directamente de la tienda que hay de recuerdos en la planta baja del edificio: una corbata con unos leones estampados (símbolo inequívoco) para que se la pusiera.

Pero no, el ministrio de industria no cede. Que no quiere llevar corbata, que es una cuestión de principios. Que en su ministerio ha decidido subir la temperatura dos grados para ahorrar energía y, como hace más calor, no quiere que se lleve corbata. Y, por lo tanto, que no se la va a poner. A cambio, como si estuviéramos en San Valentín, le ha hecho otro regalo a su enamorado: un termómetro para que controle la temperatura de la sala, a su parecer demasiado alta y que deberían subirla un poco para ahorrar energía.

Para acabarlo de adobar, el ministro Corbacho (el de trabajo) ha decidido también solidarizarse con su homólogo de industria y también se la ha quitado, "con lo bien que se está sin ella". Será que el ministro de trabajo no tiene mucho ídem, con una tasa de paro en España del 10% y el mayor número de crecimiento de desempleo de toda la comunidad europea. Es lo que tiene España: que trabajo no hay, pero calor mucha. Corbacho espera, sin embargo, "que el presidente del gobierno no le riña". Jajaja. Ja. Desternillante el comentario.

Personalmente también opino que el traje y la corbata son elementos desfasados de protocolo de estar por casa. Llevar traje y corbata por obligación me parece algo anacrónico que imagino que en el futuro no se hará y, además, se reirán de nosotros por haberlo hecho. Ahora bien, la realidad es la que es. Está claro que no disminuye su rendimiento como ministro el hecho de que lleve corbata o no la lleve; tampoco el hecho de que lleve americana o no la lleve o, ya puestos, que vaya al Congreso en pantalón corto o bermudas, camiseta del último concierto de Melendi y chanclas. Y las gafas y el snorkel de Curro, el de las vacaciones. Total, la persona es la misma. Más gilipollas, pero la misma.

Recuerdo una breve anécdota que me contaba mi padre cuando fue a visitar en pleno agosto creo que la Alhambra de Granada (40 graditos buenos que no te los quita nadie), en pantalón corto obviamente, y no le dejaron entrar. Porque "aquí no se entra con calsone'". Tampoco en el Liceo te dejan entrar con la indumentaria de una despedida de soltero.

Pero volvamos al tema. Ya puestos, es un palo para algunos jugadores de fútbol estar ahí en línea quietos-paraos mientras suena el himno. Qué más dará, digo yo, que estén uno del derecho y otro del revés, si no va a hacer que jueguen mejor en el campo. Qué más dará, digo yo, el uso de los manidos "por favor" y "gracias" si total, no tienen ninguna utilidad práctica y así no perdemos tiempo en vocablos innecesarios. Qué más darán las muestras de cortesía al pasar o abrir una puerta si total, vamos a entrar los dos igual. Qué más dará que se lleven batas blancas (o verdes) en el hospital, con lo feas que son, si no entorpecen ni ayudan la labor de los médicos. Al contrario, les da más calor. Qué más dará el trato de Usted a una persona mayor, a un desconocido, a un cliente... si total, no sirve asbolutamente para nada.

Pues Sr. Ministro de Trabajo y Sr. Ministro de Industria, existe una razón de ser que no se la voy a explicar porque es auto-explicativa. Y si no la comprenden a raíz de los ejemplos nombrados en el párrafo anterior y tras admitir que en el fondo tienen su punto, probablemente no merecen el cargo que les corresponde. Pero claro, es más fácil hablar de corbatas y termómetros que de los males que tiene el país.

Olé, Sr. Corbacho y olé Sr. Sebastián. Que sí, que hace mucho calor. Ustedes a eso.

3 comentarios:

Anabel dijo...

Sergi...esta entrada sí es buena...digna de un destacado en la página de opinión de algún periódico.

Anónimo dijo...

Este detalle de la corbata es signo del bajo nivel de los politicos que tenemos, claro, si por lo que sea sube mas la temperatura igual van en pelotas, jejeje. Para esta gente todo vale, no se, las normas son las normas y yo tengo que llevar corbata porque mi empresa me obliga y la llevo y punto.

Bueno, debo de ser un sumiso.

Sldos. Jordi.

Vander dijo...

En mi curro hay cientos de corbatasunos que sólo por el hecho de serlo, ya se creen más que los demás y luego son el último mono.

Me hacen gracia :)


Yo por suerte no tengo que llevar traje a no ser que tenga alguna reunión o similar en la que tenga que aparentar ser uno de ellos.