Kitchen chaos (que trata sobre la cocina que debería tener pero que todavía no tengo)

Aunque parecía, porque así me lo prometieron, que cuando volviera de Alemania todo iba a estar en orden, no ha sido así. He vuelto muy agobiado pero al llegar a casa, al margen de que parece que a mis casi-30 (más sobre esto en entradas anteriores y futuras) se me quiera organizar la vida otra vez desde fuentes externas - y sin embargo tal y como yo quiero no acaba de cuajar formalmente - con una terrible sensación de deshabí, todavía ha sido peor. Todo está revuelto. Hay un trillón de cosas por hacer.

Lo mejor es que, a pesar de que la cocina ya está "terminada", faltaba un pequeño detalle. No funcionaba la campana. Psché. Al llegar el lampista esta mañana, ha localizado el problema en cuestión de 20 minutos; pero claro, para solucionarlo, ha tenido que deshacer lo que ya había hecho el carpintero ¬¬

He pasado un momento por la oficina y ahora vuelvo para allá, raudo porque esta tarde tengo partido de campeonato (ayer me sacudí las ganas de jugar a tenis con un par de sets) y esta noche, con el permiso de las autoridades y si el tiempo así lo dispone, gustaría de ir a cenar a la playita y a pasear un poco.

A ver.