lunes, 26 de mayo de 2008

Emocionalmente atado - emotionally attached (que trata sobre los viajes, de forma ligera)

It's complicated.

Mañana a esta hora me encontraré de camino a Düsseldorf en vistas de empezar una nueva DRUPA, la feria de las artes gráficas más importante del sector que empieza este jueves y acaba al cabo de dos semanas - sábados y domingos inclusive - sin interrupción. Tengo planificado pasar alrededor de unas 16 ó 17 noches fuera de casa.

Esta es la tercera DRUPA a la que asisto. Se celebra cada 4-5 años, dependiendo del calendario y de cómo lo quieran hacer coincidir. No se pasa mal allí, puesto que estaré con los italianos todo el rato y aunque se hace increíblemente pesado - 10 horas de moqueta al día son insoportables - también tienes buenos ratos.

Son muchos días, demasiados días. Soy consciente de que hay gente que viaja por trabajo durante incluso meses o temporadas que pasa en el extranjero ya bien sea estudiando o a través de oportunidades que te da la vida. OK, son decisiones que tomas o que toman por ti y tiene que ser difícil en cualquier caso. El problema de los viajes temporales, los que realizas para volver, es que rompen tu rutina normal: te impiden jugar a tenis, desmontan los planes que puedas tener habituales, te impiden ver y estar con la gente que quieres... Desde luego que si te vas 3 meses a USA como Laia o a Grecia como Cristina también te sucede eso, pero prácticamente es un tiempo que te permite desmontar tu vida aquí y montar otra allí. Si tevas 3 días, no. Si te vas una semana, no. Si te vas 3 semanas, no.

Realmente, no sé si debido a que los acontecimientos de los últimos 6 meses me han impedido viajar con la asiduidad con la que estaba acostumbrado y ahora me he reconstruído o seguramente por otras razones, no me apetece irme tanto tiempo. Es como, si a día de hoy, ya me faltara energía para las baterías, cosa que no me pasó en las dos DRUPAS anteriores.

Después de recibir su visita este fin de semana, estoy seguro de que Roger Federer entendería lo que estoy diciendo.

Cuando vuelva, eso sí, tendré la cocina nueva hecha y la ampli estará oficialmente lista como lugar habitable al 100%, sin tener que hacer malabarismos con la plancha (menudo invento!), el microondas y la freidora. Ya tengo ganas, la verdad. Una vez esto, ya será un hogar completo, porque lo más importante ya lo tiene (Roger Federer también estaría de acuerdo conmigo en este punto) y, en parte esencial, me lo llevo conmigo a la feria.

También puede ser la lluvia, que me pone sentimental. Pero estoy convencido que voy a echar de menos muchas cosas durante estos días, y también a mucha gente. Mis niñas ya me han recordado lo imprescindibles que son, espero que me despidan como corresponda :-)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo esos viajes de trabajo tan largos me aburren mucho, a mi me van los de ida y vuelta el mismo día, este mismo miercoles voy a Sevilla por la mañana, ejecuto las ordenes que me han dado y vuelvo por la tarde, eso si, si es un viaje de placer no me importa estar dos o tres semanas.

Sldos. Jordi.

Vander dijo...

No te quejes, señor Fog, que algunos no salimos de España nunca.

El último país que visité fué Cataluña, así que tampoco me fuí muy lejos. -_-