viernes, 30 de mayo de 2008

La rebelión del pollo (que trata sobre fobias, especialmente sobre una curiosa) - Drupa, quedan 12 días.

Hoy ha sido un día cansino. No solamente ha habido que "estar", sino que también ha habido que estar muy pendiente, de cháchara y demás, con clientes, con los que lo pueden ser y con los que nunca lo serán. Además, como corresponde al estatus de expositor latino, hemos sido los últimos en salir. De nuevo, hemos llegado a casa pasadas las 20:30. Acabo de recordar que hoy es viernes, porque en las ferias te rodea como una burbuja que evita que nada pase al interior.

Hablando de todo un poco con la gente del stand - italianos básicamente, pero también 2 alemanes, un inglés, un ruso, un chino, un francés y alguno más que habrá - han empezado a reconocer ciertas fobias. Las arañas, los fantasmas, los monstruos, los bichos, la oscuridad...

Pero a Mauro lo que le dan miedo son los pollos. La gallina, el gallo. El pollo. O sea, el pollo. Que lo llevas a un Kentucky y le da un ataque al corazón, vamos. Incomprensible. Me gustaría entrar en su mente y averiguar qué coño pasó en qué momento para que le tuviera miedo al pollo precisamente. Demasiado inusual, joder. Después de las 72298375 bromas - merecidas - al respecto, ha intentado matizar que no era miedo exactamente, sino que no le gustaban a secas. Mentira cochina. Es un gallina de los pollos, y punto.

Esto de las fobias es bien curioso, porque sé que se trata con terapia pero no sé bien por qué se produce. Cuando apenas tenga tiempo lo investigaré.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Miedo a los pollos?

Pollofobia?

Sldos. Jordi.