martes, 19 de febrero de 2008

Time is of the essence (que trata sobre médicos y sobre cómo decir las cosas a los pacientes)

Día raro el de ayer, por lo estraño y por lo malo. De hecho, pocas cosas se salvan de la hoguera o dicho de otro modo, menos mal de esas cosas por salvar la hoguera.

Siempre he pensado que ser médico tiene que ser un trabajo complicado pero altamente reconfortante. Al fin y al cabo yo curro para enriquecerme y el fruto de ese trabajo probablemente enriquecerá a otros a la vez que a mí. Fin de la historia. El mundo funciona así, guste o no, y formo parte de esa rueda que implica que tenemos que dedicarnos a algo que desde luego no es nuestra verdadera pasión para poder subsistir. Suena melodramático esto de ir a trabajar, puesto así.

En cambio, cuando uno decide hacerse médico, reconoce que el fruto de su trabajo consiste en salvar a otras personas. En definitiva, salvas vidas. Tu misión consiste en intervenir sobre lo hasta hace poco considerado divino: la muerte. La engañas para que te deje vivir algunos años más o por lo menos, los que te toquen, los vivas mejor. Da igual que seas niño o anciano, mejoras tu calidad de vida. Mejoran tu calidad de vida.

Entiendo que, siendo ese el objetivo que deben tener la mayoría de los estudiantes de medicina, tiene que ser difícil dar una mala noticia a un paciente. Por eso, creo, son gente especial los neurocirujanos o similares, acostumbrados a una tasa de mortalidad relativamente alta entre la gente a la que tratan y que parecen hasta insensibles ante el hecho de tener que comunicar malas nuevas a familiares.

Pero eso no es excusa. La verdad ante todo. Ayer tuve que acorralar a la médico que lleva el caso de mi padre para saber exactamente el pronóstico y el plan de acción que va a acometer el equipo que lo lleva y que, en mi humilde opinión, es demasiado conservador. Una cirugía total podría ser más agresiva incluso que la de la cabeza y sin excesivas garantías, pero la combinación quimio - radio sin el objetivo de abrir más adelante no es sino un intento de frenar algo imparable en vistas de que - eventualmente - el paciente muera. Y no hablamos en términos de dentro de 10 años.

Mi padre lo especificó bien claro: si le quedaran 3 días de vida querría saberlo, antes que no decirte nada y tener que dar esta noticia 3 horas antes de morir. Coñe, yo también. Quiero saber. Esto no es un juego de ilusionismo cuya clave es quedarse con la "emoción" de no saber el truco, sino que realmente debes obtener la mayor cantidad de datos para obrar con mejor porcentaje de acierto. Y aquí, en una expresión muy americana y usando terminología legal, time is of the essence now.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Buenas a todos, siento haber estado ausente en el foro estos 5 días pero es que me iba de vacaciones a Tenerife y a la salida por la puerta de casa mi mujer me "requisó" el portatil y la PDA por lo que no he podido cominicarme en este foro.

Sergi, a veces los medicos no saben ni el tiempo ni nada, imagina que dan 3 meses de vida y luego el paciente se recupera, le puede crear daños psicologicos irreparables, supongo que hay pacientes que esto lo llevan mal, pero bueno, no se.

Sldos. Jordi.

Motenai dijo...

Saludos! Ya pensaba que te había pasado algo :-/

Si, sé de alguien a quien le dieron 3 meses de vida y vivió 10 años xD

Anónimo dijo...

Es que yo pretendia estar comunicado pero la señora al ver el portatil casi me "sacude" con él, jejeje.

Aunque es dificil, no pienses en la enfermedad.

Lo importante es vivir la vida dia a dia y disfrutar de nuestros cuerpos, jejeje, sexo a tope!.

Sldos. Jordi.

Motenai dijo...

De eso no siempre ando sobrado, ves? xD

Anónimo dijo...

Es que es "alguien" los tenía muy bien puestos ;-)

Mònica

Anónimo dijo...

Fe de errores: "ese" alguien quería decir...

Mònica