lunes, 26 de marzo de 2007

Nada que reivindicar (que trata sobre los homosexuales, las mujeres y otras "minorías")

Hacía ya tiempo que quería escribir una entrada de este tipo, porque no hay mejor sitio que un espacio personal para poner -en evidencia- claramente todos nuestros pensamientos al respecto.

Mientras mis montadores estaban instalando una máquina en Madrid, tuve la ocasión de leerme un libro que trataba sobre la homosexualidad, acerca de los cambios que ha sufrido el colectivo gay y hacía un análisis y reflexión bastante exhaustivo en cuanto a su situación actual en España y en el mundo. Aunque no al 100% de acuerdo con su contenido, sí que me encontré en demasiadas veces asintiendo con la cabeza a medida que recorría las páginas, aunque en su mayor parte era casi un compendio histórico dejando la opinión casi para el último capítulo.

Tras la lectura del texto me quedó la sensación, y es algo en lo que coincidía con el autor (que a mero título informativo diré que se "confiesa" homosexual), es que los gays tras las últimas consecuciones legislativas se han quedado sin nada que reivindicar. Han sido bastantes los años con demasiado miedo al armario, incluso larga la época en la que la desaprobación social (con tintes de represión según la zona y el período) han bastado como escarmiento para que alguien renuncie a su propia condición sexual y se sienta obligado no solo a esconder lo que es, sino incluso a confesarse algo que no es. Afortunadamente, creo, ese tiempo ha pasado ya.

Hoy en día no hay absolutamente nada que un homosexual no pueda hacer por el hecho de ser tal, a excepción de, tal vez, adoptar. Y eso es una verdad a medias, ya que dos homosexuales pueden adoptar siempre y cuando no digan que lo son, en una de esas paradojas legales que existen. No solamente tienen, y cómo no!, los mismos derechos que una persona heterosexual sino que además yo diría que hasta están favorablemente considerados socialmente.

Hablando hoy con Gemma, que defendía que esta minoría está lejos de ser equiparada socialmente con la de los heterosexuales (y cuyo mejor argumento para quitar validez a mi discurso era el hecho de que yo SOY heterosexual), creo que podemos decir que la sociedad española y mundial ha dejado de ser el mundo homófobo que era antes. Es cierto que todavía hay nociones de heterosexismo, que desde luego no es la misma cosa y que estoy de acuerdo en que es una fase que pronto se superará. Pero no hay diferencias, no hay represalias, no hay nada. Cuando alguien se manifiesta, por ejemplo en el día del trabajador, y se le pregunta el por qué de su manifestación necesariamente deberá (o debería) responder que para mejorar las condiciones laborales de su gremio y de todos los trabajadores por igual. Y generalmente el 99% de las reivindicaciones se reducen a "queremos trabajar menos, más seguros y ganar más dinero". Lo cual es perfectamente comprensible, la verdad. Yo también quiero trabajar menos, más seguro y ganar más dinero. Pero lo realmente importante es que detrás de la manifestación hay una reivindicación sólida y que se sostiene, porque realmente aspira a algo que hoy en día no existe. Si es viable o factible es otra cosa, pero tiene fundamento.

Hemos conseguido pasar de lo que antes era una discriminación exclusiva a la estandarización más pura y dura, de modo que en el cole podría haber tranquilamente el que lleva gafas (el cuatro-ojos), el que siempre saca buenas notas (el empollón), el que siempre está con la profe (el pelota), el que se tira pedos en clase (el pedorro), el más gordito (el piraña) o el más alto y delgado (el insecto-palo)... y añadirle al chico que le gustan los chicos (el gay). Eso, se quiera ver desde donde se quiera ver, se llama normalización. Y es un logro.

El problema de la reivindicación gay, del movimiento del arcoiris, es que no tiene razón de ser. Casi nadie se acuerda de que hasta 1983 ser homosexual era un delito que constaba en el código penal y podía incurrir en hasta 3 años de cárcel. Hoy ya no hay nada más que pedir, no hay nada más que equiparar. Todos somos iguales ante todos los estamentos. No cortes la Gran Vía para decirme únicamente que eres gay y para que yo llegue tarde al teatro porque yo, amigo homosexual, nunca cortaría la calle para explicarte mi condición sexual ni te haría llegar tarde al teatro por ello. Porque, incluso siendo un integrante de la facción dominante (soy heterosexual, uauh), me da igual mi condición sexual... y la tuya. Espero que llegue el día en que a tí realmente te dé igual que yo NO sea gay.

Hoy, que afortunadamente y gracias a los cielos por fin estamos equiparados, no consigas que por el hecho de querer hacerte notar (reivindicando algo que no necesitas porque ya lo tienes) te coja manía. Sé que paradójicamente es más cómodo vivir "oprimido" que en igualdad de condiciones, no tengas miedo a perder los privilegios de trato que hoy tienes. Pero creo que ha llegado la hora de que te líes la manta a la cabeza y empieces a actuar como lo que eres y te considero: una persona normal.

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Algo muy similar sucede con otra gran minoría: las mujeres. Por cierto, lanzo una pregunta al aire: ¿puede considerarse minoría un grupo en el que la suma de sus integrantes es superior al resto? O bien, ¿es la mujer una minoría "cualitativa" con respecto al hombre? Sinceramente, opino todo lo contrario. Será que yo tengo mejor opinión de las mujeres que ellas mismas. Lo digo para dejar de referirme a las mujeres en esos términos.

El caso es que la mujer, que durante tantos años ha estado en un segundo plano a todos los niveles, renace de sus cenizas cual Ave Fénix. Hoy en día se dice que por fin las mujeres están recuperando el protagonismo que se merecen, que por fin se ve la luz al final del túnel. Qué falacia tan grande, la mayor de los últimos tiempos.

Hoy vivimos en un estado matriarcal, en todos y cada uno de los estamentos (legislativo, social, etc.). Si la mujer no ejerce su poder para dar un bandazo y posicionarse como ella quiera es, o bien porque el hombre es verdaderamente el ser más inteligente que existe, o sencillamente porque a la mujer no le da la gana. El día en el que la mujer, al igual como le pasó a HAL en 2001: Odisea en el espacio, tome conciencia de sí misma y de su poder, el hombre nada tendrá que hacer.

El problema principal que hoy en día tiene el colectivo femenino, y no solamente la minoría femenina homosexual que copa los puestos del Instituto de la Mujer, es que han creído que lo más de lo más de la evolución, lo máximo a lo que puede aspirar como tal es a ser un hombre. No sé qué inteligentísima mente masculina inoculó esa idea en la mente femenina, pero ha sido precisamente ese pensamiento la que ha bloqueado su progresión (por lo menos su progresión hacia arriba). Qué sería del hombre, si la mujer se diera cuenta de que la máxima expresión de su condición no es "trabajar en los mismos puestos del hombre, cobrar lo mismo que un hombre, ser igual considerada igual que un hombre en los mismos lugares". Qué terrible decepción que la mujer, sin lugar a dudas el animal más inteligente de este planeta, se haya creído esa mentira.

La máxima aspiración de la mujer como tal, y en ese sentido comprendo el "sentimiento de inferioridad" del que hablaba Gemma, debería ser en progresar hasta su tope INDEPENDIENTEMENTE de lo que haga el hombre. Somos animales iguales, pero de géneros distintos y que, por lo tanto, no necesariamente tenemos que emprender los mismos roles. De hecho somos la única especie de mamífero en el que intentamos que ambos, hombre y mujer, solapen sus funciones y luchemos por ver quién lo hace mejor en lugar de combinar nuestros esfuerzos y avanzar juntos como equipo.

Con eso no digo que las mujeres deban ir a la cocina y a cuidar a los niños, pero lo diría si realmente esa fuera la función que desempeñan mejor. El problema de los hombres es que, siendo honestos, hoy en día no hacemos nada deslumbrantemente bien. Tal vez jugamos mucho mejor al béisbol y poco más. Y a lo mejor hay hombres que son mucho más capaces en las tareas de cuidar niños que la mayoría de las mujeres: pues adelante! Pero por el hecho de ser mujer no implica que "tengas que trabajar" para sentirte independiente y para honrar tu género, como muchas hacen.

El colmo de este punto de vista se demuestra, cómo no, cuando se lleva a los extremos; por eso Serena Williams no comprende el por qué hay dos circuitos de tenis: masculino y femenino. Y tiene que entrar a jugar contra el número 250 del mundo (y recibir una paliza impresionante) para darse cuenta de que no hay ninguna necesidad de equipararnos, que la verdadera riqueza de la humanidad está en la pluralidad que como hombres y mujeres, iguales pero muy distintos, podemos aportar al mundo y a la especie cada uno desde donde podemos o nos corresponde.

No olvidemos lo gratuito que resulta hacer demagogia (y barata!) argumentando la violencia de género para demostrar que no existe igualdad social en España. Y de hecho, aún a miedo de que se me tire encima medio mundo y sin quitar importancia al hecho de que la violencia doméstica debiera erradicarse de todas todas, "sólo" 91 personas (de entre 44 millones) murieron por violencia de género en 2006, lo que no es escalofriante desde un punto de vista estadístico. Son 91 personas, está claro, y no me gustaría que se me acusara de falta de sensibilidad. Pero 6300 personas murieron el año pasado debido a ser fumadores pasivos y aún veo a mucha gente, hombres y mujeres por igual, sosteniendo el cigarrillo delante de otras personas y tampoco se acaba el mundo. Hombres y mujeres que no dudan en romper lanzas contra la violencia de género que, eso sí, es una lucha que "vende" más. Con eso intento decir que la mayoría que intenta defender causas como la desigualdad utilizando la demagogia como arma arrojadiza sale casi siempre escaldado y personalmente me parece un error. Las minorías deben protegerse, está claro, pues protejamos primero (o por lo menos con el mismo ahínco) las que más bajas sufren al año, ¿no? Igual solo las protegemos cuando nos interesa, cuando formamos parte de esa "minoría". Y eso está mal, es hipócrita.

Al contrario que mucha gente soy partidario de que realmente se ha avanzado mucho en los últimos 30 años, con la valentía al decirlo de alguien que no llega a los 30 años. Pero creo que realmente, haciendo un análisis no demasiado profundo de la sociedad de hoy en día, estamos en un punto en el que afortunadamente hemos recorrido la mayor parte del camino que nos aleja de la homofobia y el machismo y opino sinceramente que si no somos capaces de recorrer los últimos metros sin necesidad de manifestarnos o reivindicar violentamente, es que no abremos alcanzado la madurez suficiente y tal vez no seamos merecedores de tales privilegios.

Hoy, mi mundo personal (y por ende el mundo en el que vivo, faltaría más) es ligeramente heterosexista y masculinista (que no machista), pues en este último caso sí creo que objetivamente, y en especial a nivel legislativo, el hombre tiene que luchar ante la desigualdad en que le sitúan las leyes aprobadas por el Partido Socialista Obrero Español, que consideró que como la mujer había estado oprimida durante demasiado tiempo ahora había que "compensar" hacia el otro lado. Del mismo modo que el árbitro que pita un penalty (y se equivoca) pita otro en campo contrario para compensar (y la compensación significa equivocarse dos veces).

Pero en términos generales la reivindicación, por lo menos en cuanto a los temas que he expuesto es, cuanto menos y afortundamente, anacrónica.

5 comentarios:

Gemma dijo...

1) Pensé que utilizarías la información recibida y generada durante la comida. Veo que estamos al principio del comienzo; no sabes como me porculea esto.

2) Cómo te atreves a descontextualizarme de esta manera.

3) María Escario y yo te pedimos un cara a cara en Prime Time.

Motenai dijo...

1) Sí, pero después me dí cuenta de que nada de lo que habías dicho servía como argumento para contrarrestar lo mío. Y no sabes como me porculea esto :-(

2) No descontextualizo, me sirvo de tus palabras que bien ejemplifican tu pensamiento. O no? Pues eso :-P

3) Nunca sacarías a María Escario a la luz pública :-D

Gemma dijo...

1) Eso no me lo dices a la cara.
2) Paparazzi.
3) Me da igual ella, nos vemos en el ring.

Motenai dijo...

1) Jajaja!

2) Yo paparazzi? Si tu eres la que dice las cosas y después se desdice! Te llevaré al polígrafo de A3 xD

3) En el ring? Y como vas a pelear? Arañando y tirándome del pelo o me vas a intentar pegar con esos puñitos que parecen de mentira? xD

Vander dijo...

Joder, te aburrías, eh?
Vaya tochazo. En mi vida había leído algo tan largo xD


Con el ejemplo de la reivindicación de los gays y el teatro llegamos a lo que quería hacer ver yo ayer y con lo que Gemma (¿Por qué siempre lleva la contraria a los hombres? xD) no estaba conforme. Muchas manifestaciones o reivindicaciones, consiguen el efecto contrario que se quería conseguir.

Si yo he quedado para hacer algo, y llego tarde porque un "grupo de homosexuales que clama por sus derechos y por su orgullo exhibiéndose en plena calle" ha cortado mi camino, los miraré acordándome de sus muertos y de su sexualidad, y nunca como ese "grupo de homosexuales que clama por sus derechos y por su orgullo exhibiéndose en plena calle".

Igual que el día internacional de la mujer. Oh, cuidado, que hoy es el DIDLM, vamos todos a felicitarlas y a alabarlas!...
Eso sí, mañana ya os volvéis a poner el delantal y a amamantar a la prole mientras el hombre caza... es ridículo, ¿para qué sirven realmente estos días?

El error en ésto último lo comenta Mote, y es que hay tanto complejo en la mujer, que al intentar equipararse al hombre, se cierran sus propios caminos.