Ayer me olvidé de comentar una cosa VERDADERAMENTE irritante y que me molesta hasta el punto de tener que controlarme para no tener que repartir "hondonadas de hostias", que diría Pazos.
La tos en el teatro y en el cine: vamos a ver, ¿nadie lo ha notado? Marta y yo somos una pareja que vamos generosamente al teatro, incluso hay temporadas que asistimos más que al cine. Generalmente al Romea, que es un teatro pequeño, con los asientos hechos incómodos aposta (como los del cole, que son incómodos para que no te duermas en clase) pero que se estrenan una docena de obras al año y hay mucho teatro "de culto". Como acostumbra a pasar, llegamos 15 minutos antes de la obra y sentados existe ese murmullo tan habitual de la gente que departe amistosamente de lo divino y lo mundano. Sin más, una conversación normal y corriente. Y de repente... las luces se apagan... la función está a punto de empezar y... LA TOS. La gente, generalmente aunque no de forma exlusiva, los inadaptados que no pisan un teatro a menos que les hayan regalado las entradas o les hayan salido en el bote de Dixan tamaño familiar, les entra una irremediable tos que resulta, cuando menos, sospechosa y terriblemente molesta.
Vamos a ver: la oscuridad da tos? O es el silencio el que da tos? Las pastillas Juanola son anti-silencio o anti-oscuridad? Qué clase de estúpido sentido de la necesidad de notoriedad te hace toser por el simple hecho, imagino, de... que te oigan? Porque lo siento, no me creo que estuvieras perfectamente y de repente, por el simple hecho de que todos callen, empieces a toser.
En una lectura en la que estuvimos, en el Romea, de una serie de textos que leían Vargas Llosa y Aitana Sánchez Gijón, la gente tosió tanto que incluso salió en el periódico al día siguiente. Y encima era una sesión VIP. Pues esta gente, la del cine y la del teatro que tosen sin motivo, que me faltan al respeto con sus espectoraciones fuera del lugar, se les deberíaretorcer el pescuezo como se retuerce una bayeta mojada. Deberían morir al instante. Por notas. Y por tontos.
miércoles, 14 de marzo de 2007
Aquellas pequeñas cosas irritantes (y 2)
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1 comentario:
Lo que tienes que hacer cuando se apagan las luces, se queda todo a oscuras y alguien "sospechosamente" empieza a toser, es aprovechar esa misma oscuridad.
Si por un casual Marta no lleva en el bolso las gafas de visión norturna, tendrás que esperar un par de minutos para que tus ojos se acortumbren a la oscuridad. El problema es que los ojos de los demás harán lo mismo y podrán verte.
Bueno, lo dicho, una vez que ya puedas moverte sin chocarte con nada, deberás llegar hasta la persona que "sospechosamente" tose, y patear la butaca con tal violencia que esa persona caiga rodando por los asientos que tiene delante o por las escaleras, como hice yo con la chica que molestaba cuando fuí a ver Herbie a tope.
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