viernes, 5 de diciembre de 2008

Relatividad (que trata sobre el tiempo y el tomarse las cosas en general, nada sobre Einstein)

A menudo, lo que a otros parecería algo excepcional, se convierte en convencional. Por ejemplo, pasar por quirófano: hay gente que nunca se ha operado de nada y una sencilla intervención como una apendicitis puede resultar extraordinaria, mientras que en otros casos, habituados a pasar por cirugía, una operación mediana puede parecer trivial. Pero nunca lo es.

En Bellvitge, algo de lo que ya hablé hace unos meses, hay una mujer que lleva creo que año y medio rondando por aquí... sin salir. Espera que pueda estar en casa por navidad porque o la operan en breve o la han operado ya. Se ha ganado ciertos derechos con respecto al resto de personas que pasan por la unidad (incluso las que, como fue el caso de mi padre, pasó aquí dos semanas o más), lo que me parece lógico, porque lleva más tiempo aquí que muchas de las enfermeras. No es que haga y deshaga a voluntad, simplemente ves como ha llegado casi a formar parte del equipo de "fijo" de las plantas de cirugía digestiva y general. El problema es que el desarrollo de este tipo de cirugías nunca es corto, claro está, pero no debería alargarse a 18 meses de internamiento.

Todo parece sobrenaturalmente relativo comparado con esa situación, empequeñecen tus males al instante, que pueden no ser pocos - de nuevo - comparados con los del resto de la población "normal". Eso sin contar, naturalmente, con la gente que se muere en la misma unidad que en la que uno está o incluso en la misma habitación, que ya van dos veces.

Una vez más, la vida te envía el mensaje sobre tu deber de aprovechar el tiempo, porque al día siguiente no sabes dónde puedes estar.

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