jueves, 18 de diciembre de 2008

Por la espalda (que trata sobre el acontecimiento de mañana)

Mañana voy a asistir a un acontecimiento, un funeral. Nunca son agradables pero tampoco nunca, desde que tengo memoria, me había importado asistir. Hasta hace relativamente poco, claro. Destaca que no tengo un recuerdo demasiado intenso de aquellos momentos - me refiero a los más 'emotivos' por así llamarlos - sino que recuerdo con mucha más intensidad todo lo que hubo alrededor, toda la parafernalia que rodeó lo que fue ese funeral.

En este caso es distinto, muy distinto, y no porque no se trate de alguien de mi familia. Mi madre, al fin y al cabo, no tuvo una muerte accidental. Fue accidentada por lo brusca e inesperada, tal vez, pero no accidental. Mañana toca algo mucho peor, violenta e incomprensible. Y, a pesar de todas las diferencias que existen, tengo cierta angustia en el cuerpo que no puedo evitar.

P.S. Inexplicablemente no se publicó esta entrada de ayer. Ha sido difícil, porque el dolor ajeno siempre es mucho más insufrible que el propio. Hay cosas que nunca entenderé.

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