martes, 11 de marzo de 2008

Ser y no estar (que trata sobre la fragilidad de la vida, pero no va de enfermedades por esta vez)

Hablando ayer con un amigo mío residente en el noroeste a raíz de las causas por las que faltó a su cita semanal con nuestro programa de radio, me ampliaba lo que ya me había dicho por mail. Fue al hospital porque un familiar suyo estaba ingresado allí.

Tal y como entendí el mensaje y visto que se había intentado escaquear del programa en varias ocasiones, no me pareció nada grave. Apendicitis, pensé, o una fractura de un brazo. Re-examinando el mail tras la conversación de ayer, sí que es verdad que nombraba la palabra "accidente" y que sin pretenderlo pasé por alto.

Resulta que el viernes, un camión que viajaba en el carril contrario invadió el lado de la calzada por el que iba un familiar suyo. Chocaron de frente. Murió.

Pim Pam. Se acabó. No ya de la noche a la mañana, sino de la mañana a la mañana. Sin tener culpa de nada... vas tranquilamente conduciendo por tu carretera, vas con la ilusión de ir a un bautizo... y de repente... adiós.

Uno de los discursos más frecuentes que se utiliza contra los conductores que beben es el de que no tienen conciencia de lo que supone llevar una máquina de matar de dos toneladas a 120 Km/h. Porque si te quieres matar, tírate por un barranco o métete una sobredosis de pastillas, pero no pongas en riesgo la vida de otros. Esto es extrapolable no solamente a los que van pasados de copas, sino a todos los demás. No es lo mismo chocar contra un muro que contra otro coche.

Por no hablar de la inseguridad que te produce pensar en que no importa si estás o no estás haciendo bien todas las cosas, ya que en última instancia dependes de la inconsciencia o del error de otro, como es este el caso. Yo, sinceramente, espero que el conductor del camión que chocó contra este hombre haya muerto. Porque la perspectiva de que para el resto de mi vida tenga que pensar que por mi culpa ha muerto otra persona (inocente)... es una tortura que no sé si sería capaz de soportar.

Y si no se ha muerto, que se pudra en la cárcel.

5 comentarios:

Carme dijo...

Bueno, no sé si soy tan drástica como para desearle la muerte al camionero, encara que estic d'acord amb tu en que si es volen posar fins el cul del que sigui, com a mínim que només perilli la seva vida i no la dels altres, persuposat.

Motenai dijo...

Sí, però es independent d'això. Vull dir que els casos on l'altre conductor anava begut o similars son els més clars, però no els únics. A efectes pràctics, si es mor un familiar teu perquè un conductor contrari ha envaït el teu espai a la carretera, importa bén poc si ha estat una distracció o un problema d'alcohol.

El cas es que sense que ho hagis pogut evitar...pam. Es súper injust.

Anónimo dijo...

Al final, no se si en este caso es asi) normalmente el conductor del camión sale ileso y como mucho le quitarán el carnet de conducir por un tiempo, pero de carcel nada de nada y la indemnización lo mas seguro es que la cubra el seguro de responsabilidad civil, suena injusto pero las leyes son así.

Por cierto Sergi, de que trata tu programa de radio y donde se sintoniza.

Sldos. Jordi.

Motenai dijo...

Es sobre videojuegos, como no xD

Es un podcast que puedes descargar desde www.meristation.com :-)

Vander dijo...

A mí me gusta más command & conquer... ñeñeñeñe... bah xD

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Yo también soy drástico en este tipo de situaciones. Si tuviese un Death Note, ahora mismo quedábamos cuatro gatos en el mundo.