martes, 6 de noviembre de 2007

Wassup, bR0? (que trata sobre los familiares, aunque brevemente y de forma incompleta)

La última entrada de Gemma, que hace relación a su sobrina, me sacude ligeramente esa máquina de bombear sangre que algunos llaman corazoncito. Aunque generalmente soy inmune a este tipo de situaciones, tengo épocas en las que me pasa. Además, creo que ya he reflexionado sobre ello en este mismo diario - en mi entrada sobre los cuñados - mas no puedo evitar reiterarme en mis pensamientos, aún a costa de saber sobradamente que de nada sirve que lo haga.

Gemma decía que el día en el que nació su sobrina lloró de alegría y que ese fue, tal vez, la única ocasión en lo que eso haya ocurrido. No he estado con Gem la mitad del tiempo que me hubiera gustado y la mitad de ese tiempo no es ni la mitad de la mitad de lo que merece, pero me creo que lo que dice es así porque para una persona que no es nada llorica le encaja perfectamente que le sucediera en esa ocasión.

Hay personas que creen que los lazos de sangre no tienen por qué ser más fuertes que otro tipo de lazos. "Més val un veí a la porta que un cosí a Mallorca", que dicen. Pero siempre es más fácil soltar este tipo de frases cuando puedes renunciar a esos vínculos familiares por elección y no por imposición o, sencillamente, por omisión.

Como veo que ya expliqué en mi anterior entrada, tener poca familia hace que el árbol navideño sea pequeño y la mesa de la comida de Navidad bastante corta. En la otra ocasión, sin embargo, escogí centrarme en la figura de un personaje secundario que aparece gracias al hecho de tener hermanos en tu pareja, sin pararme demasiado a reflexionar sobre el hecho de lo que sucede en el otro lado. Yo no ofrezco hermanos*, no ofrezco cuñados. Pero más importante que eso, me quedo sin poder tener la experiencia de Gemma, sin poder llorar de alegría al ver nacer a mi sobrin@.

Como advertí, he pasado por varias fases al respecto. Durante mucho tiempo he agradecido estar solo, porque siempre me he encontrado bastante a gusto conmigo mismo (encantado de conocerme). En otros momentos, he echado de menos tener un hermano o incluso una hermana, tíos y tías, personajes que me he tenido que inventar o que han tenido la bondad de adoptarme. Un ejemplo clarísimo es mi tío Manel, con quién juego a tenis 3 ó 4 veces a la semana y que él mismo me llama su sobrino adoptivo. Vander no es mi brother, pero es mi bR0 y pecaminosamente durante bastante tiempo se intentó que Mònica fuera mi hermana. Bien está lo que bien acaba.

La estampa de dos hermanos juntos que se lleven bien, debo admitirlo, me corroe de envidia sana. Cierto es que me mata la estampa de dos hermanos que se lleven mal, pero tengo tendencia a pensar en lo bueno antes que en lo malo. No es que lamente no haber tenido a nadie en casa con quién jugar de pequeño (o con quien pelearme), lamento no haber tenido esa posibilidad de escoger.

Ahora, por ejemplo, llamaría a mi herman@ y le diría: "Yo, wassup?"

5 comentarios:

marta dijo...

desde el corazón, serch, y con todo mi amor, a pesar de que puede que tú no lo entiendas así...

por qué no?

m

Motenai dijo...

Autoexplicativo.

Llamaría a ese/esa herman@ con el/la que te llevas bien, por supuesto. ESE es el sentido de la entrada.

Tal vez. Algún día. Pero no es eso de lo que estoy hablando hoy y desde luego no es eso lo que necesito... y espero que lo entiendas así.

No es que me haga mucha gracia, pero thx anyway ^_^

Laia dijo...

Sap greu, però els que no tenim germans, mai sabrem el que és tenir-ne o poder recolzar-t'hi o barallar-t'hi, whatever! Per això penso tenir familia nombrosa...és tot el que puc fer ;)

Per cert! I'm back!

Anónimo dijo...

pienso igual que vosotros ya que soy hijo unico y a veces me he sentido un poco solo.

Sldos. Jordi.

Anabel dijo...

uixuixuix...nosotros somos 4 hermanos...dónde siempre hay cabida para hermanos-adoptivos.