lunes, 5 de noviembre de 2007

Estableciendo MI espacio (que trata de como se consigue hacerme la vida imposible, o por lo menos intentarlo)

Tenía algunas ideas interesantes, pensamientos que me han venido a la cabeza durante el fin de semana de los que quería dejar constancia por escrito en el blog. Sin embargo, aún a costa de que me hago repetitivo incluso para mí mismo, necesito hacer hincapié en el hecho de establecer MI espacio, algo que ya he dejado claro en numerosas ocasiones que es fundamental para un servidor.

Generalmente, no me gusta hacer la vida difícil a nadie. Es cierto que en ocasiones no me he esforzado para hacer la vida más agradable a otras personas, pero tampoco me he esforzado para complicársela; o he pasado por completo o he trabajado para intentar generar un poquito de felicidad, teniendo como objetivo - en muchos casos - encontrar la mia propia en la de ell@s. Otra cosa es que lo haya conseguido, claro.

Desde hace ya algunas semanas que estoy viviendo en la que antes fue mi casa de soltero, un pequeño apartamento de poco más de 50 metros cuadrados. Esas cuatro paredes se han ido poco a poco acostumbrando a la presencia humana largamente olvidada y, aunque quedan un trillón de cosas por hacer, ha ganado en calor (aunque últimamente pega un frío que pela) conforme se le han ido añadiendo cosas.

Realmente hacen falta pocas cosas para convertir un lugar en tu espacio, especialmente si existe buena voluntad por todas las partes implicadas en ello. En mi caso, vivo en un anexo a la casa principal en el terreno de mis padres. Tiene entrada propia, línea de teléfono propia, gas natural, dirección propia, etc. A todos los efectos es independiente. ¿A todos los efectos? Bueno, a todos menos uno: mi madre.

Cuando yo "volví" a casa de mis padres lo hice con las siguientes condiciones impuestas por mi parte, condiciones que en ningún momento obligué a aceptar. Es decir, que si se estaba de acuerdo era OK por mi parte y si no simplemente me buscaba otro sitio al que ir. De hecho a mi me daba igual, sinceramente, aunque por una cuestión de velocidad y flexibilidad me iba mejor lo primero. Las condiciones eran sencillas y en realidad se resumen en la siguiente: si yo no podía hacer exactamente lo mismo allí que lo que hubiera hecho viviendo en otra parte, no me interesaba.

No tengo 15 años. De hecho voy para los 30 y lo que no hubiese podido soportar son preguntas del estilo: "¿A qué hora vendrás a cenar?", "¿Con quién has dormido esta noche?" o "¿A qué hora volviste ayer?". Si este tipo de preguntas no caben viviendo en otra parte, tampoco las quiero viviendo allí. Básicamente porque hago del respeto y la no-injerencia en la vida privada de los demás una máxima vital. Lo que cada uno hace con su vida es su problema.

Que mi madre se inmiscuya de forma flagrante en mi círculo espacial - que será más grande o más pequeño, pero es mío - no es tanto un tema de curiosidad o de tomatismo (término que acuño en honor al programa del Tomate, más corto que "jorgejaviervazquismo" pero de igual significado) sino de la necesidad de dar por culo. Le jode la gente que no es infeliz. Creo que piensa que si no eres feliz entonces ella es más necesaria, con lo que intentará con sus comentarios joderte la vida lo máximo que pueda. Eso sí, procurando sin éxito que no se note. Esto ha sido el motivo de discusión, segunda y última vez al respecto, por el que nos hemos peleado este fin de semana.

Y este ha sido el motivo por el que, después de todo lo que he sufrido para llegar al punto al que he llegado hasta hoy, estoy buscando nuevo piso.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Sergi, creo que todas las mamas son así, hasta que me casé mi madre no paraba de decirme como tenia que hacer las cosas, paciencia, madre solo hay una e irte de casa en esas condiciones puede suponer un duro golpe para ella.
Posiblemente si eres hijo unico como yo lo que pasa es que tu madre puede ser muy protectora y te perjudica pero eso quizas ella no lo sepa.
Haz tu vida pero con tacto hacia tu madre porque es una persona mayor y ya sabes que cuando nos hacemos mayores nos hacemos unos cascarrabias.

Sldos. Jordi.

Motenai dijo...

Sí, mi madre lo hacía incluso DESPUES de haberme casado xD

Me destroza la intromisión a mala leche, por los celos más que nada. Es que no puedo con ella.

Gemma dijo...

Quedant-me amb la primera part de l'entrada: a mí me has hecho feliz alguna que otra vez.

De la segunda: si vas a irte, salte del pueblo y vente a la ciudad, que farem cafès!

Motenai dijo...

No será fácil que me vaya a vivir a Barcelona xD