martes, 2 de septiembre de 2008

El arte del todo con la nada (que trata sobre sensaciones y formas de ser)

El título parece sacado de un libro de autoayuda de aeropuerto, baratito además. En realidad es sencillo de explicar: es cuando consigues que, con apenas nada, tenerlo todo. Todo lo que cuenta, claro.

Y ahora el reto es tratar de conseguir que no suene extremadamente cursi o adolescente. La mayoría de la gente admite con la boca bien grande y llena que lo más importante en la vida son los pequeños detalles, que en realidad hay muy pocas cosas imprescindibles para vivir, que siempre se podría prescindir de lo material y que esos complementos / loquesea tan caro que llevas es un lujo superfluo que en realidad no significa nada. Normalmente después de decirlo suben en su coche caro y van a su piso / casa cara tras volver de sus caras vacaciones y se quedan tan anchos. Puede que el contenido de lo que digan sea verdad, pero suena raro - y a menudo inverosímil - en sus bocas. Sé lo que digo.

Yo creo tocar de los pies en el suelo y, aunque no me puedo quejar por cómo me va, entiendo que no a todo el mundo le va igual. A unos mejor, a muchos otros peor. Sin embargo, existen pequeños momentos en los que a pesar de no sufrir ninguna necesidad básica (como, duermo, trabajo, disfruto) ni tampoco superflua (vivo probablemente mejor de lo que "merezco") y por tanto mi opinión pudiera verse "contaminada", puedo comprender la autenticidad de las frases anteriores. Hay momentos, algunos, en los que te das cuenta que la realidad - tu realidad - va mucho más allá de la ropa, las tarjetas de crédito, coches, barcos o estilos de vida que no nos pertenecen. Obviamente es más fácil apreciarlo cuando todas tus necesidades están cubiertas y no es por ser demagogo, pero este discurso no funciona con la gente que vive en la pobreza (mis disculpas a todos ellos).

Es decir, para los que tenemos - y aunque aspiramos a más nos va bastante bien así - un estilo de vida normal, la "vida" auténtica está en lo que cuesta un paquete de pipas, si no menos. Tal vez también en un solomillo y una copaza de vino en la cubierta de un yate, con la brisa marina en la cara. Puede ser.

Pero hoy, y espero que siempre en las mismas condiciones, una bolsa de pipas son lo mejor del mundo. Y no necesito más.

9 comentarios:

Anabel dijo...

vander, lo que yo te diga...que Mote está muy raro....

¿Estás escribiendo esto en el espacio zen de tu jardin?

Una bolsa de pipas te hace feliz? No se hable más, ¿Churruca?

GENocideFJS dijo...

Pues sí, hay que disfrutar de cierta posición para aceptar que al dejar de lado ciertos placeres extravagantes en beneficio de otros más sencillos llega a dejarnos incluso más satisfechos. A veces hasta la renuncia nos deja con un plus de satisfacción.

Pongo un ejemplo muy friki (ya sabéis que no soy el típico, friki, soy peor aún ^_^) . En los dos últimos años he comprado algunas de las nuevas consolas, PS3, Wii..con todo lo que prometen cada una en su campo. Y llego yo y puedo afirmar que los juegos que mejor sabor de boca me hand ejado han sido los Phoenix Wright de la DS. Tócate los cojones.
Lo que no quiere decir que la Wii o la PS3 sean peores consolas, pero oye, no hay que subestimar a la pequeña DS. ^_^

Vander dijo...

Sweet Anabel, es que aunque el señor Blanch se las quiera dar de duro cowboy, no deja de ser un trocito de pan con su corazoncito y sus sentimientitos.

Venga, Mote, dinos cómo se llama la ¿afortunada?

Siendo pijo como eres, me inclino por un nombre compuesto, de familia adinerada. Algo así como Blanca Eugenia o similar.

¿Alguna Blanca Eugenia entre las lectoras? XD

-------------------

Y ya entrando en el tema principal.

Yo soy superficial. ¿Para qué negarlo? Los que desde pequeñitos nos hemos tenido que examinar a diario en la dura ULC, pecamos de ello.

El que no es, al menos, un poco superficial, es porque nunca le ha faltado de nada. Todos trabajamos para tener una vida mejor, y eso conlleva los bienes materiales.

Si yo me voy a un poblao y me pongo a gritar que lo importante no son las cosas materiales sino sentirse bien con uno mismo y con los pequeños placeres que nos brindan los pequeños detalles de la vida, me darán una paliza. Y me la habré ganado a pulso.

Ahora, si yo día a día vivo de puta madre, la crisis actual no me afecta y el aumento del paro me suena muy lejano, pues perfectamente puedo decir que lo más importante para mí en estos momentos es la bolsa de triskies que tengo delante.

Cuestión de puntos de vista.

Motenai dijo...

Por supuesto que vivo con los pies en el suelo y, como decía, entiendo que parapoder disfrutar de estas pequeñas cosas debes tener tus necesidades primarias satisfechas. Esas necesidades, pero, las tienen cubiertas la mayor parte de la sociedad española. Aquí no vivimos en Nigeria o en Somalia.

Por lo tanto, supongo que el trasfondo se comprende perfectamente.

Carme dijo...

Si senyor! Una bolsa de pipas compartida con las personas que quieres y que te quieren, es lo mejor del mundo. Espero poder compartir un tallat amb gel i unes pipes un dia d'aquests per Corbera. Molts, molts i molts petons

Anónimo dijo...

Pienso exactamente igual que tu Sergi, pero no todo el mundo coincide en este pensamiento.
Yo, después de tener todo lo que tengo no soy más feliz que mucha otra gente, aunque siempre podemos dormir más tranquilos ya que no estas tan expuesto a las dificultades económicas y otros que surgen en la vida, ya se que soy cutre pero yo soy feliz con mi "burmaflax" diario, si alguien no lo conoce que me lo pregunte.

Sldos. Jordi.

Anabel dijo...

Jordi, pregunta: ¿Burmaflax?

Hola Carme...

Anónimo dijo...

Si Anabel, son esos tubitos de plastico que dentro llevaban un polo, habia de muchos sabores, estaban congelados, con de unos dos centimetros de anchos y unos 30 cm de largo, yo los habia olvidado hacia muchos años pero el otro dia mi mujer los trajo a casa, volvimos por un momento a nuestra infancia, dentro de nuestro pensamiento capitalista y superfluo todavia queda algo de sencillez.

Sldos. Jordi.

Motenai dijo...

Oh, qué calidad.