lunes, 3 de marzo de 2008

Estampas (que trata sobre situaciones... Ummm... raras, en general)

Cuando acompañé hoy al hospital a mi padre, me sucedió una escena de lo más curiosa. Tenía ganas de ir a mear (de ir a hacer pipí, vamos) y me dirigí al servicio de caballeros. El indicativo de color verde significa que está vacío o que, por lo menos, no han puesto el seguro.

Total que abro con total confianza, cinturón quitado y a medio desabrochar el pantalón (la putada de no tener bragueta de cremallera sino de botones) y me encuentro a una mujer de unos 55 años, pelo corto, más alta que un enano pero no tanto como un hobbit, sentada en la taza del WC con la pelambrera al aire y plantando un pino. Qué bella estampa.

Lo primero que piensas es que te han equivocado de servicios, pero una rápida mirada hacia atrás demuestra que no; mientras tanto, tu mente no reacciona a la incomprensión y lo hace únicamente cuando la mujer dice "oiga, que está ocupado...". Joder, eso ya lo veo. Y por si no lo viera, ya lo huelo. "Ah, es que no he puesto el seguro...". Cierro la puerta a la mayor celeridad no sin que antes, en el impass, alrededor de tres transeúntes (la zona de radioterapia del ICO está MUY concurrida) hayan pasado por al lado.

Acto seguido llega otra mujer, que grita: "Herminia!!! Que te acaban de llamar! Vámonos!" - "Ya termino!" - "Es que te has metido en el lavabo de hombres!" - "Qué?" - "Que te has metido en el de hombres!" - "Ya termino!". Total, que Herminia salió a toda prisa porque la habían llamado de la consulta y amablemente le cedí el puesto a un caballero ya mayor que también estaba esperando al lavabo, solamente para comprobar que con las prisas Herminia se había olvidado de tirar de la cadena y le había dejado un regalito al siguiente, que ha tenido que vaciar dos cisternas antes de poder hacer nada. Porque Herminia era pequeña, pero oronda como una bola de billar de metro y palmo y de ahí dentro no debe salir nada bueno.

Tras unas pocas sonrisas intercambiadas con la gente de la sala de espera - el ICO en verdad que no es lugar para la carcajada, hemos tenido nuestra sesión y nos hemos ido. Mientras comentábamos el tema con mi padre en el párking y de camino al coche, hemos visto como un hombre tranquilamente y entre dos coches, pegaba una gran meada allí en mitad de la nada. El servicio más cercano le debía quedar a unos 20 metros a lo sumo, pero desde luego no hubiese sido tan gracioso para nosotros si hubiese hecho lo que se suponía que tenía que hacer.

Y es que a cualquier cosa le puedes sacar una sonrisa.

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Este sábado ganamos, victoria inesperada aunque fuera por incomparescencia. Mi ratio es 6-3 actualmente, no está mal.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Es lo que tiene el aventurarse en un lavabo público, mejor que lo que me pasó a mi en el lavabo de la estación de Atocha en MAD que había tíos allí mirando y tocándose, que asco!.
Si fuera mujer no iría a un lavabo de hombres ni de coña, somos muy guarros, jejeje, no lo digo por mi pero bueno.

Sldos. Jordi

Laia dijo...

Sergi....se de lo que hablas, entre otras cosas, porque trabajo en el ICO (Planta 3...cualquier día, si tienes que esperar mucho, nos tomamos un cafe en la 2ª). Hay cada estampa...que si, te arrancan sonrisas...
´
Ànims i molts petons.
Laia

Motenai dijo...

Jo hi vaig cada día a l'ICO!

Demà passaré per allà al matí. Si t'hi trobo, et saludo :-)

Carme dijo...

Tens raó rei... tard o d'hora a tot se li pot treure un somriure. Molts petons!

Anabel dijo...

Muy bueno! me has provocado una sonrisa tras leer la entreda...me imagino tu cara!!!!jajaja