viernes, 9 de noviembre de 2007

De toda la vida (que trata sobre viejos barrios)

El martes estuve con mi abuela, que la acompañé al banco (la Caixa, claro) y así de paso me luce un poco. No es ya que le guste que vaya a verla sino que le gusta pasearme un poquito y hacer de "abuela", con las clásicas preguntas a todo el mundo que se encuentra, inclusive cuando se topa con sus amigas - las 'chicas' - que tienen todas de 75 años para arriba: "¿Habéis visto que novio más joven y guapo que me he echado?". Todas son muy corteses al respecto: "Mírala la Palmira qué bien acompañada que va!" - "¿A que es guapo mi nieto?". Y similares. Eso sí, siempre en catalán, claro. Eso sucede una media de 7 veces por trayecto, y recuerdo que antes se me quedaba una cara de circunstancias cuando la persona interpelada o bien era un hombre ("¿A que es guapo mi nieto?" genera una situación tensa entre dos hombres, y si la pregunta no genera una situación tensa a AMBOS automáticamente me genera una situación tensa A MI) o bien era una chica joven de 30 o menos que coloca a ambos en un punto comprometido.

Ayer fuí al cine con mi madre (sin intención cómica) a ver "Cassandra's Dream" de Woody Allen - nostamal, muy típica de este periodo de Allen - y me di cuenta de que hizo esta misma pregunta a la mujer de las palomitas. Será que, ulteriormente, madre e hija se empiezan a parecer en ciertos aspectos.

El caso es que fuí a comprar con mi abuela la "catalana" de Ca l'Elvira, la tocinería de la esquina. Elvira hace mucho que no lleva la tienda, pero será su tocinería para siempre, claro. Solamente me gusta la catalana que se hace allí, no entiendo bien por qué, pero desde pequeño ha sido así. Soy un esnobista de la catalana, qué cosas. Sant Andreu del Palomar es un barrio viejo de Barcelona, aunque para mi abuela no es Barcelona Barcelona. Para ella cuando va al médico, hacia el Eixample, eso sí es ir a Barcelona. Todavía tiene ese concepto de barrio de las afueras de la gran ciudad.

Pero lo cierto es que el mismo barrio tiene una vida espectacular en todos los sentidos y un ligero vistazo a las tiendas ya dan fe de ello. Al dejar a mi abuela a casa volví a comprar una cosa en Ca l'Elvira, pasé por al lado de la colchonería (no una tienda Pikolín gorda, que también la hay, no. Una colchonería de toda la vida), una tienda donde se hacen arreglos de la ropa, la floristería y una tienda de libros de una multinacional que, curiosamente, liquidan por cierre.

Entre también en una tienda en la que venden cosas de cama y pijamas para comprar uno y se produce la siguiente situación: había dos mujeres, una de 25 años y otra de unos 50 (¿madre e hija tal vez?). Escogí un pijama y le dije que mientras me lo preparaban iba a la tocinería; cuando volví lo tenían preparado y la mujer mayor vino a decirle a la otra que le gustaban los hombres que iban a hacer recados, que es como debería ser. El problema, añadió, es que "los hombres así de buenos buenos o bien no existen o bien están cogidos". Ante esta afirmación, yo solté un "bueno, no sé, la realidad es que yo..." - "Nada, nada, y si no están cogidos es que será por algo..." - "Hombre, yo no diría que..." - "Que sí, que sí, lo que yo te diga". Ante mi cara de circunstancias la mujer se quedó así un poco de la ponzoña, así que tuve que decirle que actualmente y lo que se dice cogido, yo no mucho pero podía ser tranquilamente que o no fuera bueno bueno o que evidentemente sería por algo, no? Se lo dije con humor y riéndonos todos. La que se puso como un tomate de roja fue la más joven, a todo que la más mayor se fue diciendo "me voy, que tengo la sensación de que si continúo hablando meteré más la pata, si cabe".

Estas cosas solo pasan en un barrio así. Sería impensable que esto sucediera en un pueblo como La Palma, lleno de suspicacias por todos los lados cuchicheando a tus espaldas y que todo el mundo te mira o con cara de envidia o que espera a que suceda algo para tener tema de conversación en la panadería.

Barcelona ciudad no me gusta por muchos motivos y nunca viviría allí - yo soy de casa con jardín - pero hay que reconocer que, de vez en cuando, tiene sus momentos. Este sábado volveré para acompañar a mi abuela al cementerio, no tengo perdón por haber olvidado el día de Todos los Santos. Dado que este fin de semana no hay partido, tras mi nueva derrota del último día, aprovecharé para jugar un poco a tenis y ya veremos.

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Acabo de recibir un comentario en una de mis entradas, concretamente en la "amaneceres con recuerdo" de septiembre, de una excompañera mía de clase que seguramente me ha encontrado googleándose a sí misma y me ha hecho una ilusión tremenda. Al final este blog va a acabar siendo más útil de lo que pensaba. Hoy, pues, un saludo muy especial para Steffi :-)

7 comentarios:

Carme dijo...

A mi m'encanta Barcelona. Soy de tubo de escape, sí. Ai si yo pudiera, tornaria amb els ulls tancats.. i tant!

Motenai dijo...

Que no dona, aire puro collons!

Anónimo dijo...

Yo vivo en Sant Boi y reconozco que se vive muy tranquilo pero la gente que vivimos es "de pueblo" para lo bueno y para lo malo.
La sensación que me da Barcelona es de más cosmopolita, más tradicional y quizas más abiertos, pero solo es una sensación.
Yo también encontré tu blog por casualidad.

Sldos. Jordi.

Motenai dijo...

Ah sí? Venga, cómo lo encontraste?

Anónimo dijo...

Yo tenia ganas de crear un blog y me encontre con este y me di cuenta de que te conocía.
Al final soy tan vago que todavía no lo he creado, pero lo haré.

Sldos. Jordi.

Anabel dijo...

Ay nen!...¿y lo que luces entre las chicas de oro? si es que es lo que tiene ser un nieto broche-chico recaditos-jugador de tenis segundón!...suelen estar cogidos!!!jajaja!!!;-)

Me encanta Barcelona!!!

Motenai dijo...

Cogidos y/o solicitadisísimos xD