lunes, 29 de septiembre de 2008

Eminentemente deportivo (que trata sobre lo que uno se pierde si no respira deportivamente en un fin de semana)

Hay fines de semana que aunque no los hayas vivido en clave deportiva, son eminentemente deportivos. Porque hay cosas mucho mejores que hacer, no cabe la menor de las dudas, te pierdes algunos de los más sobresalientes momentos del género condensados en un mismo fin de semana.

Por ejemplo, la victoria de Alonso en el gran premio de Singapur. Coñe, qué figura. Tuve la oportunidad de ver, de refilón, su descalabro en la Q2 mientras comía en casa de mi abuela. Y me entero que ha ganado la carrera, cuando llegó un momento de la misma en la que iba el último. Sí señor.

No olvido a Rossi, otro crack del mundo del motor, que calló unas cuantas bocas llevándose su sexto campeonato de la mayor de las cilindradas al bolsillo. A este tío da la impresión que si le das una Vespino (una Vespino rossi, claro xD) te funde sea cual sea la máquina que pilotes.

En tenis, Tsonga se libró de Djokovic vengándose de la final perdida en Australia y le arrebató un título, mientras que Roddick ganaba en Beijing, cosa también bastante rara porque este hombre debe tener la moral por los suelos.

Ah, y el fútbol. El juego que sintetiza toda la magia del deporte, también protagonista. El Barça por lo visto ganó de penalty injusto en el último minuto del tiempo de descuento, pero después de que el juego se interrumpiera porque... bueno, unos gentlemen del deporte trajeran unas bengalitas al campo para amenizar la fiesta. Nada, cuatro mataos que no representan ni de lejos el espíritu de tan noble deporte. O por lo menos no tan bien como el entrenador del club más laureado de todos los tiempos, que tuvo a bien dedicarle un amable amago de "butifarra" a los hinchas del betis - butifarra marca de la casa, todo hay que decirlo - tras el último gol de su equipo también en el último minuto, como muestra de cómo un entrenador tiene que dar ejemplo a los pequeños que, por simpatía, intentan imitar a sus ídolos. Pero tampoco este es un hecho significativo - una persona de nada en mitad de un mar de gente - ni los insultos racistas de hace un par de jornadas pueden ser consideradas como manchas en el honroso currículum del fútbol que, como la música, amansa a las fieras. Qué bonito.

No me quejo, porque los aficionados al tenis estamos muy habituados a los insultos racistas, a las bengalas y a los desplantes de jugadores y técnicos hacia la grada. Pero bueno, es que somos un deporte menor.

Y mientras, el lunes llega con mejores noticias, especialmente para los que pagan hipotecas. El EURIBOR vuelve a subir, con lo que aquellos que tengan hipotecas de 150.000 euretes les subirá otros 60 la cuota y así progresivamente. Porque claro, pagar estas hipotecas se convierte en todo un deporte de riesgo. A mí mientras no me suban el alquiler...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Lo de Alonso fue superior, aunque el coche no está en buena forma, Alonso necesitaba esta victoria. En ese circuito donde no se necesitaba tanta velocidad punta se vió quien es el piloto superior, lástima que el R28 sea más lento que mi clio 1.1, jejeje.

Sldos. Jordi.