lunes, 12 de mayo de 2008

La lluvia és algo más que cuando caen gotas del cielo (que trata sobre algo más que el agua)

Hacía tiempo que no llovía de esta manera; y conste que no por cantidad hablo, sino por su persistencia en los días. Prácticamente hemos visto llover desde el jueves por la noche hasta la tarde de hoy, aunque todo apunta a que mañana los cielos amanecerán despejados. Ignoro si esta cantidad de agua que ha caído es suficiente como para devolver los pantanos a límites más auspiciosos, mas así lo espero porque si algo necesitamos en Catalunya es precisamente agua, ya que copas de la Liga de fútbol no abundan por estos lares (¿dónde andará Vander y una entrada al respecto con la mordacidad que acostumbra?).

Cambiar de casa (hoy se cumplen 10 meses de aquel hecho) trajo nuevas vistas a mi vida y no hablo metafóricamente hablando. La "ampli", mi casa (porque aquí se encuentra lo que más aprecio, incluso sin referirme a nada material, simplemente al reunir las necesarias condiciones para ser considerado un hogar) tiene apenas 4 ventanas. Desde dos de ellas se puede ver la ciudad, a lo muy lejos, pero todas dan a algo verde y no a algo gris (interesante metáfora, esta vez sí, aunque involuntaria). Aunque me he pasado todo el fin de semana trabajando, inclusive hasta hace apenas 5 minutos, que acababa de reflexionar sobre la Poética de Aristóteles - del que por cierto adquiero, a partir de hoy, su forma de terminar los textos al final de cada entrada futura - se puede decir que he podido revivir grandes sensaciones propias de la reclusión.

El viernes revivimos buenos momentos con David - Konde, demostrando que el espíritu pR0 sigue vivo en mí a pesar de las escasas (escasísimas) horas que dedico a los videojuegos de forma lúdica (MeriStation aparte). Sábado y domingo fueron días de PACs y gloria, escuchando el repiqueteo de las gotas en el jardín, sin la incomodidad del rayo y el trueno habituales en las tormentas.

Algo tiene que tener la lluvia porque, aparte de no dejarte jugar a tenis y aunque tengas la cabeza saturada de Giddens (puto!) o Hegel, te trae pensamientos agradables. Es cómoda, la lluvia, para el cerebro. Hay gente a la que le entristece y sólo hay que ver lo arisco del carácter inglés para darse cuenta de que los excesos - ni de agua - son buenos, pero a mí me gusta. No tanto porque invite a la introspección y la melancolía, estadios entre los que me acomodo con facilidad, sino porque anima a la acurrucación, a hablar bajito o incluso a no hablar (a veces por gusto, a veces por obligatoriedad física) y, en definitiva, a no hacer nada. No hacer nada que a su vez dan ganas de, en un futuro, hacer más.

Cada día que pasa tengo más ganas de hacer cosas, con barco o sin él. Cada día que pasa tengo más ganas, por mucho que tenga más trabajo y que la situación presione hasta decir basta. Cada día que pasa tengo más ganas porque, si aún así me noto animado, no puedo ni imaginarme lo que puede ser "en condiciones normales". Si tengo que quedarme un domingo trabajando hasta las 23:55, llueve, tengo quehaceres meta-propios que a menudo dan por culo que te cagas, no puedo jugar a tenis y me levanto a las 7 de la mañana... y aún así... me mola... es que algo, dentro de todo lo que no va bien, va muy bien. Muy bien.

Y esto es todo lo que tengo que decir hoy sobre la lluvia y el efecto de ella en mi persona; sobre lo acontecido durante estos últimos días y de los pensamientos que de este fin de semana se derivan; acerca de las reflexiones sobre mi situación actual y de las implicaciones futuras que puedan deducirse en sus conclusiones.

viernes, 9 de mayo de 2008

La cabeza gacha (que trata sobre lo que ocurre al leer ciertas cosas en internet)

Internet es la mayor fuente de información del mundo y también la de mayor desinformación. Al mismo tiempo, es el hogar del porno por si necesitas un apaño rápido, el de la música por si necesitas urgentemente escuchar una canción, el del ahorro por si necesitas ver esa películo y/o jugar a ese juego pero no puedes/quieres gastarte el dinero... pero también es un buen lugar de reflexión, un buen sitio para aprender cosas, una colección excelente de gente con textos muy interesante y, otras veces, un espacio para dar cabida a pensamientos que provocan cierto rechazo al lector.

Que vamos, que hay de todo. Antes leía más cosas de la red, pero ahora no tengo tanto tiempo. Entre las obligaciones "regulares" más todo aquel trabajo extra - mucho del cual me lo he buscado yo, ojo - no me queda más remedio que reducir mi alcance de búsqueda a lo que realmente me interesa y a aquellas cosas que, por caprichos del destino, llegan a mi poder. Un claro ejemplo es el de los blogs, que he pasado de leer o chequear 10 ó 12 a diario a apenas 3. Y son 3 feeds.

Por eso, hay veces que ciertas cosas interesantes que se escriben (no necesariamente bonitas o majas, simplemente interesantes) me llegan de rebote. Se me puso de relevancia una de ellas por sms el otro día, hablando de blogs, y precisamente la hemos estado comentando esta mañana con Meri. Es de un blog que antes solía chequear con asiduidad, pero ya no.

Me es muy difícil expresar con palabras lo que sentí al leerlo y aunque me moría de ganas de comentar al respecto, no lo hice. Con otra persona ya tuve que prometer que no escribiría más en su blog a raíz del cruce de comentarios que se sucedieron a partir de la publicación de una entrada suya; y aunque hoy mantenga con ella una relación sanísimamente excelente, no quiero / necesito / me apetece revivir eso mismo - seguramente de forma más cruda - con otra.

Como escribía, es complicado explicar con palabras lo que sentí. Indiferencia al leerlo en diagonal, con un par de resoplidos condescendientes a lo mucho; después, algunas sonrisas de incredulidad ante el texto para, tras breve lapso, algunas otras sonrisas de credulidad. Pero al terminar y tras la correspondiente reflexión, cierto alivio, lo admito.

Hoy, al recordar el texto en la oficina, me he encontrado incomprensiblemente sin palabras que decir a mis niñas casi agachando la cabeza como si aún debiera martirizarme hoy por el ayer, no pude hacer nada más que recordarles una cita anabeliana que me viene al pelo: nenas, yo soy lo qué soy y quién soy, I am what I am, y lo demás y los demás me la traen al pairo. Godness gracious.

jueves, 8 de mayo de 2008

Por el humo se sabe donde está el fuego... el fuego del cariño (que trata sobre una breve reflexión empresarial)

Mientras esta tarde me dirigía a hacer unas visitas, he observado en la autopista una columna de humo bastante grande. Un incendio, claro, pero no forestal sino empresarial. Se estaba quemando una fábrica.

Curiosamente me dirigía a aquella zona y me ha costado llegar un huevo, porque los Mossos estaban acordonando la zona, asegurando el perímetro (mola eso) y tal. Se estaba quemando un almacén de plásticos y demás, desde la 1 de la tarde, justo delante de donde yo iba. Por lo visto el plástico es jodido de apagar, porque cuando le echas agua encima, se enfría la capa superior y deja una especie de película que impide que más líquido penetre en el interior, provocando que lo que queda debajo se vaya quemando lentamente y de forma inexorable.

Me parece sospechoso que una empresa se queme tres veces seguidas, pero bueno, no va por ahí mi reflexión. Cuando pasé por delante, los trabajadores estaban fuera (lógicamente) y de cachondeo. Claro, trabajar no podían trabajar, pero me causó muy mala sensación el hecho de ver a tanta gente descojonándose de la risa, como si eso no fuera con ellos. Bah, se quema mi empresa pero total, tampoco es mía.

Estos trabajadores, alienados completamente de su producto y de quien se lo hace producir, después se quejan de forma mucho más implicada cuando su empresa se aliena de ellos. Todos los grandes sociólogos que han hablado de la relación moderna (post-revolución industrial) entre el operario y su patrón como Marx, Durkheim o Weber han coincidido en este punto de alienación, aunque difiriendo en las razones y en los matices. Lo que no tenían claro es lo que comentaba respecto a la relación inversa - empresario y trabajador - y supongo que la imagen que he presenciado hoy, de absoluto pasotismo y el "esto no va conmigo", hubiese provocado una cierta reflexión incluso en estos ultradefensores del trabajador.

miércoles, 7 de mayo de 2008

Lenguaje masculinizado (que trata sobre un breve apunte sobre algo en principio inocuo, pero importante)

Va acerca de lo que le prometí a Jordi en el comentario de la entrada anterior y de paso, como breve reflexión. La hago en forma de adivinanza (no es mía, pero sirva para el caso):

Un hombre y su hijo van en una ambulancia de camino al hospital después de tener un accidente. Cuando llega el niño a la mesa de operaciones, el cirujano exclama: "Dios mío, pero si es mi hijo!"

¿Cuál es la relación entre el cirujano y el niño?

En realidad es muy sencillo, si no fuera porque el lenguaje nos juega malas pasadas. Pero no es tanto un problema de léxico, como un problema de la imagen que se crea en el cerebro de esa cosa. El lenguaje, especialmente en España, está masculinizado y eso es algo debido a una herencia cultural. Hay que fijarse bien: "Los alumnos del instituto X no han ido a clase hoy". ¿Los alumnos? ¿Y las alumnas? Alumnas está implícito en alumnos, de modo que al escuchar la frase entendemos que nadie ha ido al instituto. Pero si le giramos el género no obtenemos el mismo efecto: "Las alumnas del instituto X no han ido a clase hoy". Aquí entendemos que solamente ellas no han ido, ellos sí.

Esa es una muestra de lo que llamamos lenguaje androcéntrico y, aunque la gran mayoría de las veces tanto cómo se usa como quién lo usa lo hace de forma inocente, puede que en sus orígenes no fuera así. Seguro que hay muchísimos ejemplos más: a mí se me ocurren "Los habitantes de X país..." "Buenas noches a todos"

Creo que es interesante...

martes, 6 de mayo de 2008

Un par de cortas reflexiones... (que trata sobre formas y fondos, críticas y autocríticas, de forma breve)

Aunque lo escribo a la 1:26 de la mañana, considero injusto que esto salga publicado con fecha del miércoles, porque estos pensamientos se corresponden al martes. Hoy no ha sido un día cojonudo, todo hay que decirlo.

Para empezar, he "acabado" la PAC que tocaba a última hora, cosa que no quería. Hoy me apetecía ver House. La 'ponencia' en TV3 estuvo bien, la verdad, mejor de lo que me esperaba pero peor de lo que debería haber sido.

Quiero dejar esta reflexión, porque lo que ha sucedido hoy, que ya estaba de mala hostia al final de la tarde, se ha visto acrecentado por lo siguiente: supongamos que alguien comete un doble crimen y, cuando lo coge la policía, sufre de brutalidad policial. Pero atención: como ha sido sujeto de esa supuesta brutalidad, se niega en redondo a hablar del contenido de su doble crimen y aún diría más, su doble crimen ya no es tal. No existe.

Es un supuesto exagerado, por supuesto. Pero, ¿justificable? Lo dejo aquí para tenerlo en mente en un futuro.

lunes, 5 de mayo de 2008

Las cosas son como son (que trata sobre una breve reflexión acerca del lenguaje y el conocimento)

Mañana tengo que hacer 2 cosas extraordinarias, entendidas éstas como algo fuera de lo ordinario, pero no necesariamente de Ohhhhh y Ahhhhh. La primera, una breve charla a una serie de personajes en TV3 contándoles por qué el negocio de los videojuegos es tan guay y les podría dar tanto dinero y dándoles una guía de los motivos que hacen a un videojuego ser considerado como "bueno" o como "malo".

Vamos, que Pep me ha encolomado este marrón porque el muy bandarra se va a Londres y a Sant Joan d'Espí pringo yo xD A ver cómo defiendo el nombre de MeriStation xD

La segunda cosa también va de charlas: para una PAC tengo que transcribir 15 minutos de texto explicándoles a unos chavales adolescentes no especialistas las bondades de las relaciones entre cultura, conocimiento y significado. No está mal, ¿eh?

Dejo abierta una reflexión que me gustaría tomar en el futuro, aunque igual antes encuentro a alguien que me arroje algo de luz al respecto: Las cosas... ¿Son como son?

Es decir, ¿las cosas son exactamente tal y como las percibimos con nuestros sentidos en la realidad y simplemente las procesamos posteriormente? ¿O tal vez somos incapaces de conocer exactamente cómo son las cosas, ya que siempre subjetivizamos su concepción a partir de nuestra propia experiencia o base?

Aún tengo una duda más, que se añade a las dos posturas anteriores: ¿No será que tal vez el mundo exterior se nos antoja como real porque es tal y como nosotros lo vamos fabricando? Esta última visión se me antoja más que interesante, pues vendría a decir que más allá del mundo interior que cada uno tiene, en realidad también tenemos y gozamos todos de un gran mundo exterior que nos es único...

Y ahora bien, al margen de encontrar un posicionamiento que me convenza... cómo coño se lo explico a un chaval de 15 años en un lenguaje que pueda entender? Lo hago en formato SMS? Probaré: "l mnd Xtri0r s ns nTj km rAl pq s tl 1 km nst l Vms fBrKnd, k?" ¿Cómo pronuncio el lenguaje SMS?

En fin, veremos qué sale mañana. O dicho de otra forma, vrms k sle mñn.

viernes, 2 de mayo de 2008

El alzamiento nacional (que trata, muy muy brevemente, del 2 de mayo)

Dicen que las cosas no suceden sin motivo, con lo que deduzco que no debe ser casualidad que haga tan poco que estudiara acerca del imperio napoleónico (el primero) y, por supuesto y de rebote, el tema del alzamiento del 2 de mayo contra las tropas francesas.

Hoy se celebra el segundo centenario de ese día histórico en que los españoles empezamos una guerra de guerrillas contra el ejército invasor y, como nos tomamos las cosas con calma, tardamos 6 años en conseguirlo. Y menos mal que los p**** franceses estaban en pleno declive. Claro que si tenemos en cuenta que tardamos 700 años en expulsar a los moros, tardar solamente 6 pues tampoco está mal.

Mientras iba al cine con mis padres (sin comentarios), mi padre me ha comentado que el 2 de mayo se celebra históricamente con sexo, porque si es el día del alzamiento lo es para TODO. Joder, cómo sabe mi padre, coño.

Aunque pinta mal, la verdad xD