Three of black (que trata sobre el fin de semana, brevemente)

Este fin de semana he tenido una prueba de valor, al estilo de las de Ryu Hayabusa. No ha salido perfecta, no soy un master ninja.

El sábado debutábamos con el equipo en la liga y me estrenaba como capitán. Todos mis jugadores ganaron. Menos yo. 6-2 / 6-3 que me llevé en uno de mis peores partidos. Cagüen la mar. Pero estoy muy contento por todo el resto del equipo, 4-1 en el global de la eliminatoria, inclusive el reencuentro con un chaval al que llegué a darle clases hace 2109483275 años.

Mientras, estaba completando PACs pendientes, que los acontecimientos recientes me habían casi hecho olvidar. Y mientras pensaba que el domingo por la mañana tendría tiempo, recibí un mensaje en el móvil a las 9 de la madrugada, hora vanderiana, que tenía campeonato y me estaban esperando en el club. Todo el resto del día, profundizando en los fascismos europeos de la época de entreguerras y en los racionalismos - que les tenía muchas ganas - de tipo Descartes, Spinoza y Leiniz y los empiristas de Locke (no el de Lost, Gemma, aunque también se llamaba John), Berkeley y mi favorito, David Hume.

Estoy cansado. Tengo sueño.