Estaba más que dispuesto a hacer una reflexión filosófica al respecto, pero en realidad se resume de una forma muy práctica porque afortunadamente nosotros, los españoles, entendemos el concepto de virtud mejor que muchos.
Si un cuchillo corta bien, decimos que es bueno. Si un coche es cómodo, nos lleva de un lado a otro sin problemas y en general cumple su función como se le debiera suponer y más, es un buen coche. Si un libro nos proporciona satisfacción al leerlo - en cualquiera de sus acepciones -, es un buen libro. Las cosas que en general funcionan bien (pues no basta con aquellas que simplemente funcionan), son buenas. Y si son buenas, son virtuosas.
Aplicado a las personas: aquellos seres que hacen de la virtud no ya su pasión o proceden de una facultad que les es propia, sino aquellas que consiguen hacer de la virtud un hábito, una forma de hacer, son buenas. No buenas personas, sino virtuosas.
Es jodido encontrar este tipo de personas regidas por el virtuosismo: en primer lugar porque cuesta que muchos/as contemplen las situaciones bajo el justo medio, considerando las cosas antes de tomar decisiones, recordando sus propias actuaciones pasadas antes de ejecutar nuevas. La ponderación, a nuestro alrededor, no suele abundar. Brilla por su ausencia, vamos.
Otros/as luchan por encontrar las virtudes en el cuerpo, pero son las del alma las que más me preocupan. Últimamente he visto ejemplos de ambos casos pero, a escoger, me quedo con la mesura. Más que nada, para equilibrar la balanza.
jueves, 17 de abril de 2008
De las cosas, lo bueno; y de lo bueno, lo mejor (que trata sobre la virtud como hábito, por ponerlo de una forma)
Publicado por Motenai a las 12:44
Etiquetas: banalidades
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2 comentarios:
Curiosamente, este tema lo estuve tratando con mi jefe este martes pasado, estabamos haciendo valoraciones anuales del personal y lo que se supone que es una obligacion el lo contempla como muy bueno, creo que lo que es muy bueno es algo que trae un valor añadido, pero quizas soy demasiado exigente y mi pensamiento demasiado idilico.
Bueno, no me lio mas.
Sldos. Jordi.
Y de lo mejor, lo superior.
A mí me dicen que soy un virtuoso con el balón. Eso es bueno.
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